Capítulo 31: Prefiero un "Hasta luego"

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- ¡Zhan! ¡Zhan!

A-Li corría mientras gritaba el nombre del azabache, su tarea se le dificultaba debido a la arena por lo que iba más lento y se cansaba mucho. El contrario al ver que la muchacha llegaba casi vomitando y sin respiración se acercó extrañado.

- A-Li, ¿qué te pasa?

Ella se agachó y posó sus palmas en sus rodillas sintiendo que su corazón se saldría de su pecho en cualquier momento.

- Es... A-Yuan - dijo entre bocanadas de aire.

Zhan no tuvo que oír más para salir corriendo hacia la casa escuchando de lejos los gritos de la chica, sin embargo no la atendió y, con el miedo en el cuerpo, aceleró hasta su destino. Cruzó el porche de madera haciendo que una de las sillas se cayera al pasar por al lado y empujarla. Abrió la puerta con un golpe fuerte provocando que Yibo se asustara y se sentase en el suelo debido a que estaba en cuclillas frente al niño.

A-Yuan se rió por la caída de su padre mientras meneaba un sonajero que emitía un sonido de cascabeles. El pelinegro no entendía que sucedía, creyó que los vería en peligro o que algo malo estaba pasando pero todo parecía estar bien.

- ¿Por qué has entrado así? - preguntó el castaño sobándose el trasero por el golpe.

- A-Li... - señaló hacia atrás. - Ella...

La mencionada justo venía llegando de vuelta jadeando y respirando fuerte, el sudor bajaba por su frente y su cara estaba muy roja.

- Esto me pasa por no hacer el suficiente ejercicio - se quejó apoyándose en el marco de la puerta y dejándose caer hasta el suelo.

- ¡¿Por qué hiciste eso?! - le reprochó el mayor.

- ¿Hacer el qué?

- Venir como una loca gritando que le pasa algo a A-Yuan.

- Yo no dije eso, solo respondí a tu pregunta. Además fuiste tú el que salió corriendo sin escucharme antes, te lo estaba explicando pero no me hiciste caso. ¿Sabes lo difícil que es hablar cuando sientes que tu pulmón va a reventar?

Mientras los dos estaban discutiendo y Yibo prestaba atención a su conversación negando con la cabeza y rodando los ojos por su infantilismo, el niño se propuso escapar del armazón de cojines y almohadas en el que le había metido su padre. Había estado jugando en el suelo sobre unas mantas y, para que no se hiciera daño por si se le ocurría moverse, el castaño lo rodeó con distintas cosas blandas y así prevenir de algún riesgo. Sin embargo esa barrera no iba a ser un impedimento para que el pequeño lograra lo que quería.

Gateando sin que se dieran cuenta, pasó por encima de uno de los cojines que antes estaba en el sofá hasta que sus palmas tocaron el parquet. Con una sonrisa continuó yendo hacia su objetivo que no era otro que el pelinegro. Yibo se dio cuenta de que no estaba pero inmediatamente lo vio casi al lado de su novio. Antes de poder decir nada, el bebé estaba abrazado a la pierna de Zhan y volvía a hacer sonidos con su boca.

El mayor dejó la pelea con la chica para centrarse en su hijo quién le miraba con un brillo potente y reluciente en sus ojos. No había notado que el castaño se acercase y lo dejase allí por lo que al instante supo que fue él solo quién fue hacia él. Sonrió espléndido en el momento en que lo alzó y lo cargó en brazos, el pequeño ya gateaba y dentro de poco comenzaría a andar y dar sus primeros pasos.

A-Yuan tocó las mejillas del azabache y luego apretó su nariz como en el año anterior. Zhan dejaba que hiciera lo que quisiera con su cara mientras acariciaba su pelo castaño oscuro, era como una mezcla entre el de él y el de Yibo. De un momento a otro, el bebé dejó de tocarle e infló los mofletes formando con su boca una pequeña "o", cualquiera diría que estaba enfadado pero los otros dos sabían que significaba.

𝐴𝑙 𝑖𝑔𝑢𝑎𝑙 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑎 𝐿𝑢𝑛𝑎 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑎 𝑎𝑙 𝑆𝑜𝑙 /Zhanyi/Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora