𝐴𝑙 𝑖𝑔𝑢𝑎𝑙 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑎 𝐿𝑢𝑛𝑎 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑎 𝑎𝑙 𝑆𝑜𝑙 /Zhanyi/Terminada

Capítulo 24: Perla de Luna.

Vacaciones, una palabra que transmite paz y una tremenda felicidad a cualquiera. Adiós problemas, adiós deberes, adiós estrés y hola a la relajación y al tiempo libre.

Yibo estaba tumbado sobre una toalla en la arena tomando el Sol. Había estado toda la mañana nadando en esas mensas y cristalinas aguas hasta que llegó la hora de almorzar. Se había cocinado algo rápido ya que no tenía mucha hambre y, tras llamar a sus padres, había vuelto a la playa para disfrutar de la calidez del verano.

Todo estaba muy tranquilo. Estando solo en aquel lugar se sentía libre y relajado, como un pájaro que se libera de su jaula.

Sus padres estaban de viaje en Europa, era su aniversario por lo que Yibo les preparó una sorpresa: una semana entera en Francia y luego un crucero por la Costa Mediterránea con todos los gastos pagados.

Como tenía un trabajo remunerado y estable en el que cobraba bastante, podía permitírselo. Además eran las personas más importantes, junto con Zhan y A-Li, que tenía en su vida. Sin ellos no habría ni nacido por lo que les debía todo, entre ello el amor que tanto recibió de pequeño y el que recibe ahora aún siendo adulto. Por todo esto sus padres merecían el mundo entero, al menos eso creía él.

Estando allí tirado, el castaño abrió una caja que estaba a su lado y la cual siempre llevaba consigo. De dentro sacó muchas fotografías y se puso a mirarlas. En la primera su amiga sacaba la lengua contenta con la Luna de fondo, ella apenas se veía debido a que salió en contraluz. En la segunda, la foto estaba completamente negra aunque podía verse un atisbo de lo que era la muchacha intentando golpear a Zhan tras llamarla "loca".

Así estuvo un rato hasta que se paró en su favorita. Las demás no tenían muy buena calidad y, por la oscuridad de la noche, no se veían; sin embargo esa estaba completamente clara. Yibo y Zhan se miraban fijamente como muchas otras veces lo habían hecho pero la felicidad y el cariño se mostraba en sus ojos y sus caras de una manera especial.

Justo detrás de esa venía otra que también le gustaba mucho. En esta el azabache estaba solo y parecía un poco tímido ante la cámara. El chico recordó que, cuando intentó sacarle esa foto, Zhan estaba muy serio y no sabía que expresión poner. Debido a sus dudas y a que A-Li no ayudaba de forma efectiva en la elección de su rostro, Yibo se acercó a él besándolo tiernamente sin que lo esperara. Un segundo después apretó el botón consiguiendo una imagen simplemente perfecta. Adoraba ver a su novio con sus mejillas un poco rojas, sus pupilas dilatadas y su saliva brillando en sus labios.

El muchacho suspiró llevándose la imagen al pecho. De nuevo lo extrañaba, mejor dicho, nunca dejaba de echarle de menos. Cerró los párpados y su rostro perfecto con ese pelo azabache que le encantaba y ese lunar bajo el labio que lo volvía loco se presentó afectando a su conciencia.

Imaginó que sus dedos se perdían entre los mechones negros, que sus ojos brillaban con la misma pasión y el mismo deseo que tenían cuando estuvieron a punto de hacerlo, y que su boca reclamaba con desesperación juntarse con la suya. Estaba despierto pero una nebulosa cargada de esos pensamientos nubló su mente.

Pensó en que hubiera pasado si Shao Li no hubiera llamado y sus padres no hubieran venido. ¿Habrían llegado hasta el final?

Él lo deseaba, no podía mentirse y cada vez era más obvio para los demás. Su amiga ya lo sabía, ella insistió en hablar sobre el tema para ayudarle a amueblar un poco su mente y darle consejos ya que no tenía ninguna experiencia. Por otro lado la novia de A-Li, quien se llevaba bien con el castaño y que conocía una mínima parte del tema de conversación, también le apoyó y aconsejó sobre ciertas cosas.

A la par que recordó todo lo que le dijeron sus amigas de cómo hacerlo, su imaginación volvió a jugarle otra mala pasada cuando las puso en práctica en su mente.