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Llegó de nuevo el 5 de agosto. Una noche más en la que ambos se encontrarían y se demostrarían su amor.
Se extrañaban mucho y la espera había sido larga. Zhan estaba nervioso, eufórico y triste; necesitaba ver de una buena vez al castaño y besarle, no podía más.
La última vez que lo vio tuvo que irse rápido por la llegada de su familia dejándole con un vacío en su interior y un problema en sus pantalones. Esas nuevas sensaciones que vivió con el menor fueron muy agradables y quería volver a repetirlas, pero lo que de verdad deseaba era estar junto a su novio y abrazarlo, ver su linda cara y su sonrisa.
Esperó en la playa a que llegara ya que no estaba seguro que estuviera solo en la casa. Todavía no estaba allí aunque hubiera pasado un largo tiempo por lo que era probable que estuviera acompañado por sus padres. Sin embargo, la realidad era otra.
El libro que había tomado de la biblioteca estaba abierto por una página cualquiera en la mesa de centro de la sala. Ya había sido releído muchas veces por aquel joven de pelo más largo quien se debatía en que hacer recostado en el sofá.
El pelinegro comenzó a impacientarse y su cuerpo tembló por la incertidumbre. Golpeaba con su pie la arena de manera nerviosa mientras estaba sentado en una roca. Sentía sus palmas un poco adoloridas de la fuerza que ejercía hacia abajo provocando que se clavara los salientes de esta.
Respiró frustrado en el momento en el que decidió levantarse e ir a buscarlo. Había pensado muchas cosas y ninguna le gustaba, la idea más fija en su mente era que le hubiera pasado algo.
Justo cuando se puso de pie y comenzó a andar, vio a un castaño caminando hacia él con la cabeza gacha. Aunque no se veía bien su expresión, podía notar su boca apretada.
Zhan se aproximó al contrario con muchas ganas de abrazarlo pero la mirada que le dedicó el menor en el último momento hizo que frenara de golpe.
- A-Yi... ¿estás bi...
No terminó de preguntar cuando la palma de Yibo impactó con fuerza en su mejilla. El azabache abrió la boca lanzando un breve gemido de dolor y se acarició la zona que había quedado roja.
- ¿Qué suce...?
Otra vez fue interrumpido pero esta vez por los labios del castaño. Este le acercó a él agarrándolo por la camiseta y juntando sus bocas. Primeramente Zhan no entendió nada, sin embargo se dejó llevar por el suave pero demandante beso.
El mayor puso sus manos en el rostro de su novio y chupó sus labios con deseo. El sabor dulce que tanto le gustaba pronto fue acompañado por otro salado. Yibo estaba llorando y una de sus lágrimas se coló en el beso advirtiendo al pelinegro. Este se separó al notarlo y lo miró a los ojos aunque no le correspondía, su mirada solo se centraba en su puño alrededor de la prenda del mayor.
- A-Yi...
No recibió respuesta.
- A-Yi...
De nuevo nada.
- Por favor, dime algo.
Cuando parecía que no abriría la boca nunca, su voz cansada y acongojada voló hasta sus oídos.
- Me mentiste...
- ¿Qué?
- Me mentiste - lo retó con los ojos llenos de lágrimas. - ¡Me mentiste! - lo empujó lejos de él.
- ¿En qué te mentí?
- Lo hiciste - se quebró al final.
- A-Yi...
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𝐴𝑙 𝑖𝑔𝑢𝑎𝑙 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑎 𝐿𝑢𝑛𝑎 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑎 𝑎𝑙 𝑆𝑜𝑙 /Zhanyi/Terminada
Fanfiction- Te esperaré bajo la luz de la Luna y junto a la quietud del mar. Ya tenga que esperar años o siglos para volver a verte, aquí estaré. - No puedo permitir que hagas eso. Debes seguir con tu vida. - No tengo vida sin ti. - Lo nuestro es imposible...