Tuyo Mío [Johndo]

Capítulo 7

Esa extraña sensación se presionó en el pecho del chico al ver a los asistentes en aquella mesa, no ocupaban todas las sillas, pero lo suficientes para ser bulliciosos y crear ese ambiente cálido que se podria describir con una sola palabra: Hogar.

A medida que se acercaba a la mesa, buscando un lugar que estuviera lo suficientemente alejado del hombre que perdía la sonrisa, pero no esa chispa en sus ojos, observo algunos rostros jóvenes que estaban en sus plenos veinte, quizás, el mayor entre ellos acababa de entrar a los treinta.

Doyoung ocupo un asiento al otro lado de la mesa, al costado del hombre de mirada cálida que devoraba en silencio un plato de huevos revueltos, una risilla se reveló entre ellos. Dirigió su mirada hacia el frente, hacia un hombre notablemente joven, aún mantenía esa característica animada de una adolescente cuando reía, esa ironía encantadora.

-Parece que jaehyun va a tener que ir al frente- murmuro, inclinándose hacia adelante.

- ¿Este lugar estaba ocupado? – dijo doyoung- no lo sabía, solo que yo...

-No te preocupes, a jaehyun no le molestara tomar tu lugar- el hombre arrugo la nariz- tu sigue comiendo, te espera un día largo, mocoso.

-No soy un mocoso, voy a cumplir veinte años- gruño el chico- estoy a días para poder transformarme.

-Te vi nacer, te cambié lo pañales, para mí siempre serás un lindo mocoso, chenle- dio un sorbo la taza humeante- deja de gruñirme, no seas mal educado.

Automáticamente, chenle enrojecido al ver a doyoung con una expresión divertida. Doyoung deseaba echarse a reír, era reconfortante ser testigo, una vez más, de esta clase de situación, traían recuerdos cálidos.

- ¿Estás seguro que vas a poder con todo eso? - murmuro el chico-

Doyoung fijo su mirada en el plato de comida que estaba al frente suyo, se veía que no estaba preparado para él, pero eso no impidió que su estomago gruñera, doyoung se preguntaba como tan simple podria oler de una manera exquisita.

-Por supuesto, estoy hambriento.

-No importa si no puedes con todo, doyoung- dijo el chico- por cierto, aun no me he presentado, soy taeyong.

- ¿Por qué?

-Todo el mundo sabes quien eres tú, porque estas aquí- contesto taeyong, captando el significado de su pregunta.

-No todos- murmuro doyoung- yo no se porque estoy aquí, ni siquiera quiero estar aquí, pero si me voy, siento que moriré.

-Es algo cruel, ¿no lo crees?

Taeyong estuvo a punto de continuar, pero sus palabras se quedaron atoradas en su garganta, con la boca entreabierta, observaba a la persona que acaba de entrar. Doyoung dedujo que ese era jaehyun por la mirada que le dedico antes de dirigirse a un risueño johnny, ese mismo chico que le había dejado la bandeja.

El chico giro su rostro cuando taeyong suspiro abatido y lo vio, esa mirada gentil había desaparecido y sido reemplaza por otra, doyoung tuvo la extraña necesidad de sostener a taeyong en su lugar para que no saltara sobre la mesa para llegar hacia jaehyun.

En ese momento, doyoung se preguntó, ¿Quién se comería a quién?

Jaehyun parecía ajeno, bebiendo una taza de té.

Avergonzado, bajo la cabeza y tomo el tenedor, tomando un pedazo de carne cocida para llevársela a la boca donde distintos sabores estallaron en el interior de su boca. Doyoung no lo detecto en el primer segundo, pero fue como una explosión acida, pero agradable como las naranjas madura.

-Oh, dios mío- murmuro otro chico, al lado derecho de chenle- realmente estamos cerca a la luna llena, ¿verdad, chenle?

Como si esas palabras fueran un balde de agua fría, taeyong reacciono. Doyoung sintió pena por el chico que se hundió en la silla, guiado por la vergüenza y poco autocontrol, devoró un pedazo de tostada.

Luna llena; pensó doyoung. Esa luna que tenia diferentes efectos; en algunos otorgaba la fuerza para realizar su primer cambio controlado, los guiaba devuelta a su forma original, y a otros, a los que estaban enlazados o destinados, le otorgaba fertilidad, en el caso de los hombros, modificaba sus cuerpos para que puedan tener vida en su vientre, era un proceso arriesgado y doloroso, pocos se atrevían a pasar por eso.

Por eso, cada manada, celebraba una fiesta en nombre de su diosa luna. No había reglas, no había normas en cómo debía realizarse, algunos realizaban sacrificios de animales pequeños que luego cenarían, mientras que otros, prepararían un gran banquete de dulces, bailaban alrededor fogata que era construida para que pueda ser bañada por la luz blanca, ellos creían que les aseguraba una larga y prospera vida.

Poco a poco, la comida desapareció del plato, doyoung sentía que iba a explotar.

De pronto, unas manos se apoyaron en los hombros del chico que se tenso antes de elevar el rostro hacia arriba, johnny estaba parado detrás de la silla con una sonrisa

-Parece que se la están pasando bien en la zona de los niños- dijo- realmente, esperaba que me hubieras acompañado.

-Yo no soy un niño, johnny- contesto taeyong.

-Lo sé, eres el encargado de que no se metan en problemas.

-Nosotros tampoco somos niños- chillo el chico bronceado- solo adultos como ustedes.

-Aun no, haechan- contesto johnny en un tono amable- falta algunas lunas para que puedan considerarse adultos y salir de caza con los mayores.

- ¿Podremos salir de caza? - dijo chenle, sus ojos brillaban de entusiasmo- taeyong dijo que no podríamos salir hasta que cumpliéramos veinte tres años.

-Tú tendrás que acompañarlos- taeyong se levanto de la silla- no pienso ocuparme de este par en el bosque ni mucho menos cuando estén correteando por ahí.

No le dio oportunidad de responder, salió del comedor a grandes pasos.

-Creo que es momento de terminar de comer y comenzar a realizar nuestras actividades diarias, este lugar no se mantiene solo- johnny ajusto los dedos alrededor de los hombros del chico

Como si esa simple frase había sido una orden, los asistentes comenzaron a salir del comedor, solo quedaron un grupo reducido de personas que se encargaban de vaciar la mesa.

El sonido de sillas deslizándose, de los platos vacíos apilándose en una torre que amenazaba en caer, vasos y tazas juntándose juntos a las cucharas y tenedores.

-Ven conmigo, doyoung- dijo johnny- necesito que conozcas a alguien.