Sus corazones sincronizados.
Sus pechos subían y bajaban lentamente.
Sus miradas perdidas en el tiempo.
Doyoung deseaba creerle, necesitaba que johnny lo mantendría atado a esa cama sin necesidad de cadenas o cuerdas que magullaran sus muñecas, que con solo su presencia iba a ser suficiente para que no se moviera, pero sabia que eso no iba a pasar.
El chico deslizo sus dedos por encima de la mejilla del chico, johnny cerro los ojos cuando se deslizo por la curvatura de su boca. Doyoung sentía que estaba en esas noches en las que visitaba a un inconsciente johnny, ajeno a su presencia y sumergido en la profundidad de su cansancio, esta vez era diferente, él estaba ahí.
Doyoung decidió ignorar ese pequeño detalle, necesitaba el contacto de johnny.
Él se acerco y beso la punta de su nariz, subiendo lentamente por el puente hasta llegar a su frente, johnny se sentía demasiado cálido contra sus labios, se sentía demasiado real contra su cuerpo.
Eres mío, mío mío
Su voz resonó por la habitación en un suave murmullo como si solo las hubiera exhalado.
Soy tuyo, tuyo, tuyo.
Él respondió.
Johnny deslizo un brazo por encima de la cintura del chico, no había deseo de poseer en ese movimiento solo era la necesidad de tocar a la persona que agitaba cada una de las cuerdas de tu interior. Doyoung apoyo su mano sobre el pectoral del chico, deslizándose lentamente por su abdomen antes de enterrase en él, sus dedos se clavaron en la cadera de johnny que ronroneo contra su oído.
Johnny froto su mejilla contra su cabello, su garganta vibraba al ritmo de ese suave gruñido que era dedicado para doyoung. Ellos sabían que no había necesidad de quitarse la ropa para que sus aromas se combinaran, para que el aroma del otro cosquilleara en la piel del contrario.
Doyoung se lleno del aroma de su perfume, del aroma de la leña ardiendo en aquella cabaña, de venado cocido, del suavizante de telas, se llenó del aroma del bosque que se habían impregnado en johnny, deseaba que cada uno de esos aromas se grabaran con fuego en su cerebro.
La mitad del mundo estaba sumergido en la oscuridad del universo, en la luz débil de la luna que tiraba de ellos, los llamaba con una canción tan suave que alejaba cada uno de sus pensamientos, doyoung deseaba quitarse la ropa y correr hacia el bosque hasta que su bestia interna saliera y ambos disfrutaran de aquella noche.
Un murmullo se elevo en el aire.
Doyoung supuso que los más jóvenes estaban entre los árboles, siendo guiados por los mayores durante su primera trasformación, se suponía que ellos deberían estar en ese lugar, siendo el apoyo de ellos, pero estaban ahí, embriagados por su calidez.
Doyoung recordó que la magia de la luna no solo tenía ese objetivo, también, era la oportunidad que parejas sellaran el circulo que los envolvía y volverse uno solo, pertenecerse uno al otro, él intento recordaba su plan inicial, pero algo tiraba de su cuerpo, alejándose de esos pensamientos.
Johnny murmuro su nombre contra su piel, pero él no escucho su voz, solo su corazón que se estrellaba contra su pecho. Doyoung cerro los ojos cuando la boca de aquel hombre se deslizo por su cuello desnudo, no se presionaba totalmente, se sentía como las alas de una pequeña mariposa que había decidido deslizarse por su piel.
No era el único que estaba siendo tirado hacia sus necesidades básicas, él sabía que johnny estaba luchando para quedarse en esa forma, quedarse a su lado y no salir corriendo detrás de su manada, al lado derecho de su alfa.
Tan repentino, tan necesario.
Doyoung estaba perdido o se había olvidado en luchar, hundió sus dedos en el cabello del chico.
Él cayo sobre su espalda con johnny sobre su cuerpo, doyoung suspiro su nombre.
Johnny subió a su oído y murmuro:
-Por favor, doyoung, por favor.
Al principio, doyoung no supo que intentaba decir, pero cuando vio esos ojos que habían sido marrones y ahora eran rojos como el rubí o la sangre, destellaban por él.
Su alfa, su destinado.
-Bésame, bésame, johnny.
Él no dudo ni un segundo en inclinarse sobre su boca, presionarse contra sus labios y ahogar suspiro. Algo exploto en el interior de doyoung y se derramo en su interior, miles de sensaciones corrían por su sangre y respondió a la suavidad de aquella boca gentil.
Johnny no lo devoro, solo lo probo como un bocadillo dulce, deslizando su lengua en el interior de la boca, enredándose con esa lengua. Doyoung lleno sus pulmones, su cuerpo estaba temblando, todo en él estaba temblando. Doyoung se rompió debajo del cuerpo de johnny, deslizando sus manos por los hombros anchos de aquel hombre, subiendo sus dedos por la nuca para presionarlo un poco más hacia su boca.
Johnny tiro su labio inferior.
Y entonces, alguien toco la puerta.
Johnny gruño.
Doyoung rio antes de empujarlo hacia un lado.
La puerta se abrió, el rostro de jaehyun se asomó en ese mínimo espacio y arrugo la nariz.
-Lamento interrumpirlos, pero ellos están pidiendo la presencia de johnny- dijo jaehyun.
-Dame cinco minutos- contesto johnny.
-Date prisa, el momento se esta acercando- él dijo antes de desaparecer.
Johnny giro su rostro hacia doyoung, dijo:
- ¿Seguirás aquí, cuando regrese?
- Si, seguiré aquí.
Johnny se inclino sobre él y un segundo beso fue depositado sobre sus labios enrojecidos.
Ambos sonrieron.
Johnny se levantó con ligereza, moviéndose como un depredador al salir de aquella habitación.
Doyoung se permitió derramar unas lagrimas antes de que fuera tirado hacia atrás, sumergiéndose en la profundidad de la oscuridad con una sola canción de sus huesos rompiéndose que resonaba en sus oídos.
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Tuyo Mío [Johndo]
أدب الهواةDoyoung, por su carácter romántico, jamás aceptaría un amor arreglado. Jamás aceptaría que un alfa lo reclamara como suyo. El corazón de doyoung se encontraba en otro lugar, en otra persona. Nunca volvería a su pasado, él no retrocedería.