Capítulo 15

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Cálido.

Doyoung se sentía demasiado cálido entre los brazos de johnny, su cuerpo envuelto por una de las sabanas de su cama que fue manchada por ese liquido escarlata que seguía brotando de la boca del chico. Doyoung había sido destrozado por dentro, su cuerpo intentaba parar la hemorragia, pero no lo lograba, era un ciclo doloroso para el chico.

Ambos se deslizaban por el pasillo, doyoung veía como su vida pasaba como una película por sus ojos, era una película demasiado mala. El chico se percató que ambos habían dejado atrás aquella casa que se perdía en la espesura de los árboles, doyoung deseaba colocar una mano sobre el corazón de johnny para calmar sus latidos, pero no tenía fuerza para moverse.

La voz de johnny se perdía en el viento e igual que su respiración, doyoung no supo cuanto tiempo estuvo corriendo aquel hombre, pero su cuerpo se tensiono cuando vio una pequeña caballa que estaba a la orilla del rio, escondida por dos grandes arboles que se inclinaba sobre la precaria construcción.

El chico intentaba mantener sus ojos abiertos pero los parpados se sentía demasiado pesados, a cada segundo se volvía un gran trabajo pestañear. Johnny toco la puerta, una y otra vez, hasta que alguien la abrió, doyoung no lo reconoció, ellos se entablaron en una corta discusión antes de johnny estará a la cabaña.

Fue depositado en una mesa y despojado de la sabana, doyoung ahogo un suave lloriqueo al no sentir a johnny cerca, no deseaba morir en una algo duro. El No-doyoung seguía golpeando en la profundidad de su mente, intento que cambiaran de posición, pero doyoung se aferraba a su realidad, él había aprendido a ser fuerte.

Algo fue apoyado en sus labios, el liquido amargo se deslizo por su garganta, doyoung intento moverse hacia un lado y regresar ese liquido de sabor metálico, aunque no sabia si ese era su sabor original, pero una mano cubrió su boca y unas palabras fueron susurradas en su oído.

Su cuerpo dejo de romperse y todos cayeron en la profundidad de la oscuridad.

...

Él despertó, no sabia donde estaba.

Doyoung se levantó lentamente, sentía que su cuerpo no era suyo, pero ahí estaba, obedeciendo sus órdenes. Un hombre desconocido, le daba la espalda, inclinado sobre la chimenea, arrojaba algo al fuego. El sabor a llevar aún seguía sobre su lengua, observo sus uñas y la suciedad debajo de ella.

-Llevas horas dormido, él estará feliz al verte despierto- dijo el hombre antes de girarse.

Doyoung reprimió el impulso de echarse hacia atrás, se mantuvo quieto en su lugar con la barbilla levantada, aun se sentía débil pero no lo demostraría, no delante de un desconocido.

-Tienes un mejor aspecto.

- ¿Qué es lo que me paso?

Doyoung parpadeo un par de veces.

- ¿Quién eres? ¿Qué es este lugar?

-Hombres lobo, se creen tan inteligentes y no reconocen a la mitad de las criaturas que habitan a su lado- murmuro el chico, apartándose mechones oscuros de su rostro sudoroso- soy un viejo amigo de johnny y este es mi hogar, no dejo que cualquiera entre aquí, era un hombre afortunado.

-Johnny, ¿Dónde esta él? ¿Qué le hiciste?

-Cálmate, lobito- su risa resonó por el lugar- él pensó que despertaría hambriento, así que decidió salir a cazar para su amado- inclino su cabeza hacia un lado- espero que te guste los venados u osos.

Doyoung arrugo su rostro.

-Si, lo mismo pensé yo- hizo una pausa- pensé que seria una buena idea darte algo más ligero, pero él es una cabeza dura, aunque no puedo culparlo, no puede luchar contra su instinto, debe alimentar a su pareja débil.

- ¿Qué eres? - pregunto doyoung.

En la palma del hombre, se encendió una pequeña llama de se tambaleaba de un lado a otro. Doyoung ahogo un pequeño chillido, solo había conocido uno de su especie, pero esa mujer era mayor y posiblemente, estaría muerta, ella había amado al joven doyoung más que a su propia alma.

Él pensaba que su linaje había quedo extinto con ella, pero ahí estaba ese hombre.

-Brujo- murmuro doyoung- pensaba que ya no existían.

-Quedamos pocos repartidos por el mundo, no resistimos a la extensión- él sonrió y la llama se extinguió, sus ojos estrechos se deslizaron por doyoung- ¿Qué eres tú?

-Soy un hombre lobo.

El hombre sonrió.

-Un hombre lobo no puede ser uno, si no existe un lobo habitante en su interior- el hombre dio un paso hacia adelante- y tú, no lo tienes. Hay algo más habitando en tu interior, ruega por ser liberado.

-Jamás- gruño doyoung.

El hombre estuvo a punto de decir algo, pero fue interrumpido por la repentina entrada de un lobo tan grande como un caballo que arrastraba a un ciervo, lucho por unos largos minutos, pero logro entrar al animal muerto. El brujo chasqueo la lengua entre sus dientes.

-No pienso cocinar eso, johnny- él dijo- saca a ese animal de esta casa.

Johnny se giro y un sonido de angustia salió de su garganta cuando vio a doyoung despierto, él no dudo en saltar sobre el hombre aun débil y lamer su piel. Johnny era demasiado pesado sobre el cuerpo de doyoung, pero este no lo aparto, se sentía cálido y suave.

-Basta, johnny- dijo doyoung- déjame de lamer.

El lobo no se detuvo en ningún momento, su cola se agitaba de un lado a otro y chillidos salían. Apretaba su nariz húmeda contra la curvatura del cuello de doyoung.

-Estoy bien, estoy bien, johnny.

Durante la estancia en ese lugar, el trio el venado que fue preparado deliciosamente por el hombre.

Johnny no parecía demasiado complacido.

Doyoung estaba agradecido. 

Tuyo Mío [Johndo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora