Capítulo 23

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Doyoung parecía nervioso, observando por encima de su hombro como si buscara a alguien que estuvieran escuchando sus palabras. Doyoung se levanto del suelo, sus huesos aun dolían por el cambio repentino, pero era placentero, un recuerdo que volvía a estar completo.

Pero, ¿Por qué ahora? No había pasado días o semanas, si no, meses completos en lo que se había hundido en la máxima miseria de su existencia, sin una manada en la que pudiera apoyarse, vago sin rumbo hasta que llego a ese pueblo. Doyoung había logrado convencer a una señora, en que cuidaría su casa mientras que ella regresaba a la cuidad para vivir con sus hijos y conociera a sus nietos.

Ella había dicho, que su familia era extensa, en su época de juventud había tenido muchos hijos junto a su esposo que ya no estaba entre sus hijos, algunos de ellos, había seguido su ejemplo, sus casas se llenaron de niños pequeños que ella aun no conocía.

Esa fue la ultima vez que la vio.

Doyoung se envolvió en las prendas limpias de johnny, aquella camiseta blanca se deslizaba por uno de sus hombros y esos pantalones se apretaban alrededor de su cintura. Él salió de la habitación a pasos agigantados, siguiendo ese suave aroma de la magia, johnny pisaba sus talones.

Doyoung estaba agradecido que ese hombre estuviera detrás de él, deseaba girarse y plantarse un beso.

Prontamente, ellos llegaron a la entrada principal de la casa, en el se encontraban, los más jóvenes que seguían poseyendo esa mirada curiosa e inquieta, pero trataban de imitar a sus mayores. El corazón de doyoung, se lleno de ternura y compasión por la persona que habían decidido seguir durante ese día.

Yuta lo esperaba en la entrada, bajo la mirada atenta de jaehyun que amenazaba en saltar sobre él, si se atrevía a dar un paso dentro de aquella casa.

Yuta no parecía feliz pero no había movido ni un solo musculo.

Doyoung se acerco lentamente hacia el mago que se tenso delante de su presencia, su mirada se deslizo por la esbelta figura del hombre que retrocedió un paso cuando frunció el ceño.

-Ven aquí, doyoung- dijo el hombre- no voy hacerte nada, pero necesito decirte algo.

-Puedes decirlo aquí- dijo johnny, colocando una mano sobre el hombro del chico.

Yuta no desvió la mirada de doyoung.

Doyoung giro su rostro por encima de su hombro, no estaba demasiado seguro si seguir a ese hombre era una buena idea, pero no tenía otra opción, sentía que no la tenía. Johnny había funcionado como un distractor a lo que sucedió la noche anterior, doyoung dudaba que ellos hubieran visto a esa mujer, una persona de su pasado que se aparecía como un fantasma para torturarlo por sus decisiones.

-Estaré bien- dijo doyoung, apoyando una mano sobre la del otro- no me alejare demasiado, estaré en donde me puedas ver.

Doyoung no sabía por quién, hacia eso, por la calma de ese hombre o por su propia calma, estaba cansado de terminar en lugares que no conocía.

Johnny asintió en silencio.

Yuta avanzo, doyoung lo seguía unos pasos atrás, ambos se dirigían hacia donde comenzaba el bosque que rodeaba aquella casa.

Ninguno cruzo el límite.

Yuta aun le daba la espalda con el rostro elevado hacia el cielo, dejando que los suaves rayos bañaron su rostro pálido y delgado, su boca tensa en una fina línea blanca.

-Planeaba darte más tiempo- dijo yuta- pero nada resulto como era espero, incluso para ellos, no resulto nada de lo que esperaban-

Doyoung no respondió, yuta giro.

-Te dije que necesitaba conversar contigo, ¿lo recuerdas?

-Si lo recuerdo.

Yuta miro por encima del hombro del chico, dio un paso hacia adelante.

-Esa noche, la noche de la luna llena repentina, fui a tu habitación, pero no estabas, solo me encontré con un gran caos- murmuro yuta- esperaba tener tiempo para conversar contigo, pero debo irme, si no lo hago, me atraparan.

- ¿Quién? ¿Quién te atrapara?

-Tú y yo, tenemos tantas cosas en común pero no voy a dejar que metas esa nariz húmeda en mis asuntos, no soy egoísta, solo no quiero que salgas lastimado- yuta de balanceo de un pie al otro- tú y yo, no somos tan diferentes.

Doyoung retrocedió un paso, yuta lo sostuvo de los hombros.

-Lo que vivía en ti, esta fuera- dijo yuta- termino su tiempo en ti y ahora estaba afuera.

La cabeza de doyoung comenzaba a dar vuelta, algo perforo en su estómago. Doyoung sabia a que se referir, pero siempre creyó que era parte de su locura, pero en la forma que hablaba como si él también conociera esa cosa que por tanto tiempo lo torturo.

- ¿Qué? ¿Cómo?

-Cuando nos conocimos, pude sentir algo en ti, algo muy malo- él dijo- ahora esta fuera. No tengo la más mínima idea de quien lo hizo, pero debe luchar.

- ¿Luchar? ¿luchar contra qué?

-Contra esa cosa que estuvo dentro de ti, vendrá por ti, te quiere a ti como su mano derecha, como un alfa en su propia manada- yuta se inclino sobre él- recuérdalo, no solo eres la pareja de un alfa de alguna manda cualquiera en este mundo, eres mucho más que eso.

Doyoung cayo y un grito ahogado se escuchó.

...

De nuevo en esa cama con johnny a su lado, esas marcas de preocupación se volvía familiares en su rostro.

Doyoung se había negado en revelar la conversación con yuta, sentía que no tenia ni un solo sentido, pero no tenía otra opción que créele. Si ese hombre tenía razón en cada palabra que decía, si esa cosa que había vivido en su interior, estaba en grandes problemas.

Johnny coloco una toalla húmeda sobre su frente sudorosa, su cabeza palpitaba a cada movimiento, no deseaba desvanecer. Estiro una de sus manos para sostener a johnny.

Una vez más, el exterior se había sumergido en la profunda oscuridad.

Él se aferraba a la luz artificial de esos focos que colgaba del techo. 

Tuyo Mío [Johndo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora