Capítulo 14

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El corazón de doyoung estaba a punto de salir por su boca, se estaba desgarrando de su pecho para caer a sus pies completamente quemado por el miedo que burbujeaba en su sangre. El chico no se giró hacia atrás, aunque una parte de él, una parte pequeña estaba a punto de tomar el control de su cuerpo para hacerlo girar y refugiarse entre lo brazos del chico que se sentía demasiado cálido.

Deseaba contarle todos sus secretos a johnny, era un impulso sin razón, un impulso que provenía desde lo mas profundo de su ser, instintivo. Doyoung se aferro a la toalla que envolvía su cuerpo, caminando a pasos agigantados hacia su habitación.

La puerta se cerro a su espalda, doyoung cayo lentamente hasta el suelo con la respiración agitada, apenas era capaz de obtener oxigeno para que sus pulmones pudieras expandirse. Había una cosa que odiaba doyoung en ese mundo y lo había olvidado durante su estancia en esa casa, olvidado el verdadero motivo que lo había empujado a huir de su familia, de su propia manada.

La presión sobre su pecho comenzó a debilitarlo, las extremidades de su cuerpo se encontraban tiesas, dobladas contra su cuerpo y no importaba cuanto intentará estirarse, su cuerpo se negaba a responder. Doyoung estaba a punto de gritar por ayuda, pero su voz salió como un hilo tenso, inestable y ligero, que se desvaneció en el aire como un suspiro.

Doyoung cayo sobre su lado derecho, golpeándose la cabeza con el marco de la puerta.

Fue un simple golpe, pero provoco un gran dolor que se deslizo por todo su sistema como millones de hormigas que perforaban su piel hasta llegar a su carne, el chico deseaba gritar el nombre de johnny o que ese hombre haya decidido perseguirlo, pero nunca apareció.

Los segundos se convirtieron se convirtieron en minutos interminable o eso parecía, doyoung estaba sumergido en su propio mundo de dolor, se hundía en las gotas de sudor que brotaban de sus poros.

Había pasado un largo tiempo desde que no tenía estos episodios, pero ahí estaba con el cuerpo tieso, negándose a mover, con ese dolor que perforaba cada uno de sus nervios, pero ningún sonido salía de su garganta que se apretaba en un nudo.

El mundo comenzó a moverse alrededor de él, empujándolo hacia el centro de la habitación, doyoung intento aferrase al suelo, pero un impulso invisible hizo que saliera disparado hacia el otro lado de la habitación. Algo tiro de su cabello, levantándose su rostro congestionado por el dolor.

Doyoung se vio a su mismo, una versión mas joven de si mismo, había malicia en esos ojos oscuros y picardía en esa sonrisa amplia. El otro doyoung obligo que el chico se levantara y la tolla quedo a los pies de ambos.

-Solo me he desmayado - pensó doyoung, pero la respiración de ese doyoung se sentía demasiado real contra su cuello- solo estoy durmiendo, pronto voy a despertar.

-Después de todos estos años, aun sigues negando mi existencia- murmuro el otro, su boca se apretaba en la curvatura del cuello de doyoung- todo este tiempo dormido en tu interior y ahora estoy a punto de salir.

Doyoung deseaba ladrarle a su reflejo, deseaba empujarlo lejos de su ser, pero se sentía demasiado caliente, demasiado cansado para hacer cualquier cosa que pudiera lastimarlo, pero ninguno de sus intentos había funcionado, solo lo empujo a la oscuridad donde había permanecido en silencio durante esos años.

Doyoung recordó la ultima vez que se enfrento a su reflejo, él no sabia desde cuando estaba en su interior, solo apareció reclamando el control de su cuerpo, esa vez, doyoung no fue lo suficientemente fuerte para luchar contra si mismo y perdió. Su yo, su reflejo hizo tantas cosas que no pudo darles solución cuando pudo salir a la luz.

Fueron cosas mínimas, pero había dos que no encontró solución, dos cosas que no quería recordar nunca. Los de la manada intentaron simular que no pasaba nada, pero nadie confiaba en doyoung, lo mantenía encerrado en su habitación o ocupado en las tareas de mantenimiento de la casa.

Pero su padre no era tonto, una noche, ellos conversaron por largas horas, horas que siempre estarían como un bello recuerdo que estaban manchadas por la presencia de otro doyoung viviendo en el interior de hijo del alfa. Ninguno de los dos dijo algo sobre eso al resto de la manada, no querían alertarlos, no querían mas desconfianza dentro de la familiar.

Doyoung fue llevado hacia un hombre, un hombre que no estaba atado a la magia de la luna, si no, de la tierra. Su padre fue quien contacto con ese hombre, el chico fue sometido a una larga exploración, pero no hubo ningún resultado, lo que sea que estaba viviendo en el interior de su hijo, estaba ganando fuerza.

Una semana después, volvió a la manada, a los brazos de su madre y hermano.

Ese le había enseñado a empujar a esa criatura a la profundidad de la oscuridad, pero como todo, debía pagar un precio, en ese momento, doyoung no sabia cual seria el precio hasta que la siguiente luna llena llego.

Los cachorros siguen a los betas y ellos a su alfa por todo su territorio, absorbiendo la magia lunar.

Doyoung no pudo seguirlos, su lobo se negaba a salir. El chico intento e intento, pero solo lograba hacerse daño y con una excusa, se quedo encerrado en su habitación, estaba avergonzado y preocupado, doyoung suponía que se estaba volviendo loco cuando escucho una risilla en el interior de su cabeza.

Durante esos días, el lobo se negaba a salir.

Una manada con un elemento defectuoso, era débil. Entonces, doyoung debía tomar una decisión.

Y la tomo.

-Después de todo este tiempo, te volviste hermoso- el falso doyoung sonrió- pensaba que encontraría a un sumiso doyoung, pero aquí estas, luchando contra el destino, debo aceptarlo, estoy impresionado- deslizo uno de sus dedos por debajo de la barbilla- te volviste fuerte pero no como yo. Vamos, doyoung, déjame salir sabes que será mejor para ambos.

-N...No- murmuro doyoung.

La boca del chico se lleno de sangre, esa simple palabra había cortado el interior de su garganta.

-Es una pena que no hayas cambiado, doyoung, el testarudo.

Todo se desvaneció cuando johnny entro a la habitación. 

Tuyo Mío [Johndo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora