Capítulo 24

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Doyoung se sentía en un barco que navegaba en un inmenso mar, en ocasiones podía ver la luz del sol antes que una ola estuviera a punto de sumergirlo hasta lo más profundo de mar, pero siempre volvía a la superficie. Voces se escuchaban a su alrededor, cada una de ellas era familiar, pero no podía verlos.

Murmuraban su nombre, doyoung no respondía.

Todo a su alrededor desapareció, todo fue reemplazado por un techo blanco.

Doyoung agito sus cortas pestañas, aun se sentía debajo del mar, pero ya no estaba ahí, si no, en su habitación. Johnny apareció en su capto de visión con una gran sonrisa que no llegaron a sus ojos que estaban llenos de preocupación, doyoung deseaba que él no estuviera sufriendo, que su lazo estuviera intacto.

-Por fin, estas aquí- murmuro johnny, sus dedos se deslizaron por las mejillas abultadas del otro- vienes y vas, doyoung.

El chico agito sus cortas pestañas, disfrutando la calidez de esos dedos gentiles sobre su piel.

-Estoy aquí- doyoung murmuro, intento levantarse, pero su cuerpo permaneció rígido en el colchón.

-No hagas tanto esfuerzo, doyoung- johnny coloco el paño húmedo encima de la frente de doyoung- Jungwoo dijo que era mejor que te mantuvieras quieto, que no salieras a tus caminatas nocturnas.

Doyoung sintió su rostro ardes, pero no sabía si era por la fiebre o por la vergüenza.

-No me tardare, doyoung.

Johnny beso el dorso de la mano del chico, doyoung sintió su corazón agitarse. A pesar del notable cansancio en el rostro de johnny, seguía viéndose hermoso, pero eso no capto la atención de doyoung, si no, esa mirada tan dulce que parecía ser solo suya.

Él se levanto de la cama con paño en mano.

-Quédate conmigo- susurro con suma dulzura- quédate conmigo, doyoung.

-Si, me quedare- dijo doyoung, en sus labios se sintió como un juramento que no debía romper.

Johnny sonrió antes de salir de la habitación en busca de un nuevo paño frio para calmar la fiebre de doyoung.

Doyoung, mi hermoso doyoung. Ven a mí, doyoung.

Él deseaba permanecer en esa cama, deseaba que johnny apareciera por esa puerta, pero ninguna resulto según sus deseos.

Se deslizo fuera de la cama, caminando hacia la ventana, él no sabia cuantas había roto en ese lugar o si era capaz de pagar su reparación. Coloco una mano sobre el cristal frio, aquella voz dentro de su cabeza no paraba de susurrar su nombre, era un martilleo constate y él solo deseaba que se detuviera, pero cada vez se volvía más fuerte.

Dio un paso hacia atrás.

Doyoung salto por la ventana, un extraño vacío se formó en su estómago a medida que se acercaba al suelo, doyoung arrugo su rostro cuando aterrizo, el vidrio caía junto a él, algunos trozos hirieron su piel, pero se curaron con impresionante rapidez. El chico se sacudió algunos pedazos pequeños que habían caído sobre su cabello antes de salir corriendo hacia el bosque.

Doyoung era impulsado por una fuerza invisible que se envolvía lentamente alrededor de su cuerpo, pequeñas ramas secas se quebraban debajo de la planta de sus pies. El corría detrás de aquella mujer que iba unos pasos por delante, su cabello se ondeaba en el viento como una bandera oscura, se veía menuda y frágil en ese vestido blanco que se envolvía en sus piernas a cada paso.

Doyoung, ven con nosotros. Vuelve a tu verdadera casa.

La voz dulce de aquella mujer hizo estremecer las ramas de los árboles, temblar el suelo debajo de los pies de doyoung. Él extendió su brazo derecho, pero no pudo alcanzar, su cuerpo había caído sin gracia al suelo terroso, gimió de dolor antes de levantarse y seguir corriendo, ignorando la corriente de dolor que se deslizaba por debajo del musculo de su pierna derecha.

Tuyo Mío [Johndo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora