Ayúdame Amor.

~5~

Después de dejar a todos en sus casas Magnus y yo caminamos a su departamento, tenía que cargar mi celular para decirle a Jace qué viniera por mi, dijo que esperaría por mi mensaje.

-Magnus: ¿Te divertiste?

-Si. Mucho.

-Magnus: Que bueno.

-¿Y tu?

-Magnus: Trate de hacerlo pero Imasu es... Un poco difícil.

-Lo siento.

-Magnus: Esta bien, tal vez deba luchar un poco más.

-¿Vale la pena?

-Magnus: Si y mucho.

Llegamos a su departamento, cargue mi celular y le mande la dirección a Jace para que viniera a recogerme, el accedió, eran las tres y media de la mañana. Creo que nunca me había desvelado tanto.

Cuando alce la mirada Magnus estaba solo con sus pantalones y desmaquillandose. No te sonrojes.

-Magnus: Ya has visto todo de mi, no te sonrojes.

-Y-yo no vi todo de ti.

-Magnus: Solo mi amiguito.

-Oh dios.

-Magnus: ¿Te gustaría ver todo de mi?

-No gracias.

Magnus se rio y se sentó a lado de mi.

-Magnus: Me alegra que te divirtieras niño rico antisocial. Casi no hablaste, al menos que solo hubiera uno.

-Así soy.

-Magnus: Me gusta que seas así. Reservado.

-G-gracias pero a veces es insoportable.

-Magnus: No te preocupes, yo seré social por los dos.

Sonreí.

-Creo que nunca me habían dicho eso. Siempre me dicen que si puedo cambiarlo, ven eso como algo malo por eso me esforcé en eso pero no puedo quitarlo todo, puedo tocar el piano u otro instrumento frente a todos, puedo mantener una conversación con un extraño pero no con varios.

-Magnus: No creo que tengas que cambiar nada, esta bien con que hables con una persona para hacer esos tramites y todo eso. Lo demás no importa. Yo seré por los dos él sociable.

-Nunca nadie había aceptado eso... Gracias.

-Magnus: Es lo que hacen los amigos. Aceptan sin cambiar, sin juzgar. No voy a tratar de cambiarlo porque es parte de ti y como amigo acepto eso, si me molestara ni te hubiera hablado. Con que conozca quien eres esta bien por mi.

Mi corazón estaba a punto de estallar por alegría y lo abrace. No pude contenerme aparte del alcohol.

-Gracias.

-Magnus: ¿Nunca nadie te lo había dicho?

-No.

Estaba llorando.

-Magnus: Esta bien, sacalo todo.

-Qué vergüenza.

-Magnus: Los amigos ven tus vergüenzas a diario.

Me reí.

-Eres muy buena persona.

-Magnus: No lo soy, soy decente.

-¡Eres la mejor persona que conozco!, ¡Y ni te conozco bien!

-Magnus: Estas muy ebrio.

-Solo un poco.