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Tenía ocho meses de embarazo, estaba a nada de aliviarme así que ya no me podía mover tanto.

Magnus casi vivía en casa de mis padres, estaba muy al pendiente de nosotros, solo no venía cuando le tocaba cuidar a su hijo.

El estaba dormido en la cama. Había llegado de trabajar y estaba muy cansado.

Debería despertarlo porque no a comido.

-Mi amor.

Bese su cuello.

-Magnus: Dormir.

-Primero cena algo.

-Magnus: ¿Te me estás insinuando?

Me reí.

-Vamos, abre los ojos.

El lo hizo, sus hermosos ojos verdes.

-Magnus: Mañana te llevaré a conocer a mi ex esposa. Debe de conocerte antes de presentarte a mi hijo.

-¿Por qué no me dijiste antes?

-Magnus: Solo es conocerla.

-Pero debo de caerle bien.

-Magnus: ¿Cómo podrías caerle mal a alguien?

-La mayoría de veces.

Magnus se rio.

-Magnus: Solo se tu mismo, eso funcionará.

Se sentó para poder besarme.

-Esta bien.

-Magnus: Ya deberíamos ver nombres.

-Si.

-Magnus: ¿En qué nombre haz pensado?

-En realidad en ninguno. ¿Y tu?

-Magnus: En muchos.

-Dime uno.

-Magnus: No. Cuando tengas el tuyo te diré y discutiremos cuál.

-Esta bien.

El me abrazo.

-Magnus: Creo que debemos de pensar en el futuro.

-¿Cómo que?

-Magnus: No podemos estar aquí para siempre.

-Lo se pero los niños están apenas aceptando que su padre y yo ya no vamos a estar juntos.

-Magnus: Ya nos han quitado mucho tiempo, no quiero estar lejos de ustedes.

Toco mi vientre.

-¿Qué propones?

-Magnus: Tal vez debamos mudarnos a mi casa.

-Lo pensaré.

El me beso.















Al día siguiente veía a Magnus preparar la cena.

-Magnus: No quiero que estés nervioso.

-Parece que tu estas más nervioso.

-Magnus: Siempre ver a nuestras ex parejas te ponen nervioso. ¿No estarías así si vieras a Jonathan?

-Tienes razón.

-Magnus: Camille es una omega de un carácter fuerte.

-Eso es bueno.

-Magnus: Para ella.

Me hizo reír.

-Bueno querido no te preocupes, nosotros te protegeremos.

Ayúdame Amor. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora