Me había traído al restaurante de comida rápida que siempre veníamos.
-No puedo creerlo, hace años que no como una hamburguesa.
Sonreí
-Magnus: Vamos.
Bajo del auto y yo lo seguí. Ordenamos la comida y nos sentamos en la mesa de siempre. Parecía que no había pasado el tiempo.
-Sigue siendo tan buena la comida.
-Magnus: Crei que te había enseñado a comer.
-Ensuciando todo, no gracias.
El sonrió.
-Magnus: Una vez te vi.
-¿Cuándo?
-Magnus: Acababas de tener a tu hija, era una bebé, te veías muy feliz.
-Si, lo estoy.
-Magnus: Es lo que veo, si crees que es lo correcto... yo te dejaré en paz.
-¿Qué planeabas hacer?
-Magnus: Volver a tenerte.
-¿Qué?
-Magnus: Siempre me sentí incompleto y esa sensación se calma hasta que hablé contigo hoy.
-No puedo hacer eso.
-Magnus: Ahora lo se, solo me gustaría disfrutar lo que queda de esta noche. ¿Aceptas?
-No puedo negar que no te quiero Magnus a pesar de todos estos años y aunque me hayas lastimado... se que no volverá esta noche así que seamos amigos por estas horas.
-Magnus: Me parece bien.
-Bien... dime... ¿Sigues comiendo tres hamburguesas y dos malteadas?
El soltó una carcajada.
-Magnus: Claro.
Sonreí.
Al terminar de comer nos quedamos en el estacionamiento sobre el capote de mi auto viendo como estaba ya saliendo el sol.
-Parece que estos años no pasaron.
-Magnus: No, estuvimos de fiesta toda la noche.
-Si.
-Magnus: Fue divertido.
-A veces se me olvida que no solo soy un esposo y una madre. Sino que también fui alguien antes de todo esto.
-Magnus: Es fácil perderse en esto pero es lindo cuando tienes a alguien con quien recuerdas ser tu.
-Si.
El me tomó de la mano, mi corazón latía rápidamente.
-Magnus: Los amaneceres son lindos.
Lo volteé a ver, el era tan guapo.
-Magnus: No me veas que me pongo nervioso.
Me reí. El volteó a verme, nos empezamos a acercar mucho y yo lo bese, no me importa el pasado o el futuro, solamente el presente.
Yo estaba encima de el, sus manos fueron bajando de mi cintura. Se sentía tan bien como hace trece años.
Mis manos estaban enredadas en su cabello.
-Magnus: Alec... No debemos hacer esto.
-Lo se, lo siento.
-Magnus: Te dejaré a tu casa.
-Magnus... solo besame un poco más.
-Magnus: No puedo controlarme mucho Alec.
-Ni yo.
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Ayúdame Amor.
FanfictionAlexander Lightwood después de enterarse del matrimonio arreglado de su hermano se cuestiona sobre su futuro y las decisiones que debe de tomar para cambiarlo o seguir en el mismo camino mientras Magnus Bane llega a ayudarlo ¿o empeorarlo?