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-Mamá: Despierta Alec.

Me movía levemente, me senté de inmediato.

-¿Mamá?

Vi mi celular y eran las nueve de la mañana, apenas había dormido dos horas, llegué a las siete de la mañana a casa.

-Mamá: Cámbiate rápido y baja.

-¿Qué pasa?

-Mamá: Hazlo rápido. En la sala principal.

Salió de mi habitación y me quité el traje que aún tenía puesto, me lavé la cara y los dientes, peine mi cabello y bajé rápidamente.

Cuando entré a la sala vi a Samil y sus padres. Mi papá parecía muy molesto.

-¿Todo está bien?

-Papá: Siéntate conmigo Alec.

Me senté en medio de mis padres.

-Samil: Ya que esta Alec podemos seguir con esto.

-¿Samil?

-Samil: No puedo casarme contigo.

Quería sonreír.

-Papá: Necesito una buena explicación jovencito.

-Samil: No puedo, simplemente aún no estoy listo, cuando fui a la boda de Isabelle anoche me espante, fue un golpe de realidad que esto es real y no puedo, tengo muchas cosas que hacer aún y no he vivido lo suficiente. No es Alec, el no hizo nada malo, soy yo el problema.

-Farid: Esto también nos tomó de sorpresa señor Lightwood pero créame que traté de convencerlo pero no quiere, no puedo obligarlo y nuestros negocios que teníamos los respetaremos.

-Hasan: Los gastos que han hecho nosotros lo cubriremos.

-Samil: Lo siento mucho señor Lightwood, traicione su confianza.

-Papá: No solo ha sido eso, nos has humillado. En tres días era la fiesta de compromiso, ahora tenemos que cancelar todo, los invitados todo. Los Morgenstern ya sabían, algunos amigos, ¿Qué dirán de Alexander?, ¿Qué no fue un buen omega para complacerte?

-Samil: Yo explicaré todo, arreglaré todo y Alec no tuvo la culpa de nada fue un buen omega, pero no estoy listo.

-Papá: Bien arregla todo.

Mi Papá se levantó enojado.

-Mamá: Por favor, aquí esta la puerta.

Ellos salieron dejándonos solos.

-En verdad lo hiciste.

-Samil: No te merezco Alec. Te encontrarán a alguien mejor. Lo siento.

Acarició mi mejilla y salió siguiendo a sus padres.

Me quedé en shock, soy libre, en verdad soy libre de él.

Mi papá volvió a entrar y me dio un golpe en el rostro dejándome en el suelo.

-Papá: ¡¿Sabes cuánto dinero nos costaste?!, ¡Tu hermana se caso con Simon por sus inversiones en la empresa de ellos!, ¡Ahora no hay nada!

-El dijo que seguirán los negocios...

-Papá: ¡¿Qué tan estúpido eres para creer eso?!

Me arrastró jalandome el cabello hasta llegar a la puerta del sótano. Gritaba y lloraba para que se detuviera.

Me levantó del brazo y me empujó por las escaleras haciéndome caer, en el suelo el me tomó de la playera y golpeó mi rostro varias veces hasta que mi mamá entró a detenerlo.

Ayúdame Amor. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora