Capítulo 38

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Narrador omnisciente

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Narrador omnisciente. 

— Así que ahora vas de niño bueno... — escuchó el menor que  le decía el chico que estaba encima suya.

En respuesta a eso Ed negó con la cabeza al mismo tiempo que gimoteaba una negación. 

— Y ahora te haces el inocente. — provocó Zeta la menor, a lo que el mayor recibió como respuesta una caricia por los costados, pasando Ed a subirle la camiseta. 

— Creo que tienes un poco de calor, ¿no? — habló por primera vez el más bajito. — ¿Qué tal si te quitas esto? — y tras eso comenzó a quitarle la camiseta a Zeta. 

Una vez la camiseta del mayor cayó al suelo, Ed bajó su mano a la entrepierna del más mayor. — ¿Pero qué tenemos aquí? — se hizo el sorprendido mientras tocaba por encima de la ropa el falo de su compañero. Sin embargo se sorprendió de verdad ver lo duro que Zeta estaba. 

Al mismo tiempo que el menor rozaba el miembro de Zeta por encima de la ropa y este se ponía más y más duro, se percató de que su mirada se había oscurecido a la par que su mandíbula estaba más y más apretada. 

Con la otra mano que le quedaba libre la posicionó detrás de la cabeza de Zeta y le aceró a sus labios, dándole un suave beso. Una vez comenzado el beso las caderas de Zeta comenzaron a sincronizarse con los movimientos que Ed realizaba. 

— Por lo que veo estás muy atrevido tú hoy. — susurró encima de sus labios el mayor. 

— ¿Yo? — se hizo el sorprendido. Y tras eso bajó sus dos manos a la bragueta de Zeta y comenzó a bajarle sus pantalones, cosa que no le costó mucho. 

Un vez fuera el falo del mayor, Ed lo cogió con su mano derecha y lo apretó, recibiendo como respuesta una estocada, a lo que el correspondió masajeando el miembro de este. 

Con la mano que le quedaba libre, bajó sus pantalones poco a poco, quedando desnudo de la parte de abajo, y permitiendo al mayor manosear sus nalgas. 

Ed siguió masturbando a Zeta mientras que sus nalgas eran devoradas por parte del otro. 

— ¿Me dejas ponerme a mi encima? — inquirió Ed. 

Zeta ni siquiera le respondió, sólo cogió al menor por las caderas y con un movimiento rápido cambiaron las posturas, pasando a estar Ed encima, sentado encima de su miembro. —¿Te gusta lo que sientes? —y acto seguido contoneó sus caderas encima del miembro de su compañero. 

— ¿Y a ti? — preguntó esta vez Zeta, mientras daba pequeñas estocadas al menor al mismo tiempo que sujetaba su cadera. En respuesta eso Ed soltó un breve gemido y apretó los pectorales del mayor. 

— Que buenas vistas tengo. — comentó haciendo referencia al trabajado abdomen del chico que estaba debajo de él. 

—Yo tampoco me puedo quejar

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—Yo tampoco me puedo quejar. 

Tras esa pequeña conversación Ed retomó lo que estaba haciendo hasta hace un momento. Empezó a descender en la cama, hasta quedar de rodillas a esta. — ¿Puede levantarte? — quiso saber mientras miraba al mayor de forma sumisa, a lo que Zeta descendió hasta quedar de pie. 

La escena era la más erótica que jamás había visto Zeta y la que mejor había experimentado nunca Ed. 

El menor estaba de rodillas a la cama con el mayor mirándole a los ojos, mientras este agarraba su falo y lo introducía de forma lenta en su boca. 

— ¿Te gusta? —y acto seguido lo lamió, recibiendo un gemido del mayor. — ¿O quizás mejor así?— y esta vez lo introdujo más en su boca. 

El menor dio comienzo a una felación

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El menor dio comienzo a una felación. Metía y sacaba el gran falo de su boca con mayor rapidez al mismo tiempo que miraba a Zeta. 

— Pequeño... — comenzó diciendo entre gemidos. — si sigues así dudo que aguante mucho tiempo. — y tras eso agarró al menor del pelo y comenzó a follarle la boca. 

Lo que Zeta no sabía es que Ed se negaba a terminar ya con la diversión, sorprendiéndose así cuando Ed le agarró de la mano provocando que suelte el cabello de este. 

— Túmbate en la cama. — demandó el menor esta vez. Acto seguido se levantó y empujó al mayor, el cual cayó encima del lecho. 

Una vez estirado en la cama, el menor se volvió a subir encima suya, situando sus rodillas a ambos lado de los hombros de Zeta. De esta forma, el falo de Zeta quedaba de nuevo a merced del menor. 

—¿Con que un sesenta y nueve, eh? — sonrió perverso el mayor al mismo tiempo que arqueaba de forma repentina las piernas del menor teniendo a su disposición las nalgas de este. — ¿Esto te gusta? — preguntó antes de morder su trasero.  

Continuará...

Espero que os haya gustado el capítulo de hoy :) sobre todo los gif WuW

Seguramente Wattpad me borre este capítulo porque dirá que es p0rNo. 

Ahora bien, ¿Cómo estuvo vuestro fin de semana? 

Hoy en especial quería agradecer a todas esas personas que comentan en la historia, ya que siento que así siento que interactúo con todo@s vosotr@s. También a las personas que votan e incluso a l@s lectores fantasma, aquell@s que sólo leen. Tod@s vosotr@s haceís lo que en día de hoy es Zeta. Mil gracias. 

Hasta el próximo lunes. 

Zeta (Gay/+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora