Todos tenemos ese "crush" que creemos que es inalcanzable y efectivamente lo es, incluso para el adorable y pervertido Ed, que está locamente enamorado de Zeta.
Novela homosexual así que si no te gusta, te invito a buscar otras historias de otros gé...
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Una vez en su casa me fijé lo que viene siendo en todo. Era muy bonita y acogedora y además de eso parecía ser una persona muy ordenada.
-Vaya. - dije con asombro. - eres muy ordenado.
-Pues claro, ¿qué esperabas, que fuera un guarro? - y negó con la cabeza.
-N-no, solo que como vives solo pues... No sé - no sabía que decir.
-¿Te da pena que viva solo o qué? - preguntó en forma de burla al mismo tiempo que subía una de sus cejas.
-N-no, quiero decir sí, no, bueno sí. - ¡Carajos! - no sé... - finalicé en voz baja y seguido bajé la cabeza sintiéndome la persona más indecisa del mundo. ¿Por qué era así?
-¿Acaso estás preguntando todo esto para saber si puedes venirte a vivir conmigo y que estemos cogiendo todos los días? - comenzó a decir mientras se acercaba y me sujetaba la cadera.
Al Acabar Zeta la frase abrí mis ojos pensando que se iban a salir, al igual que mi corazón pensaba que iba a estallar por los nervios.
-N-no, no lo d-decía por eso... - ni siquiera se me había pasado por la cabeza que íbamos a coger. Bueno, espera, ¿acaso me ha invitado a su casa para desvirgarme? Ay la madre del cordero seguro que me rompe en dos y mañana tengo que ir a urgencias y Rim a por una silla de ruedas. O no, espera. ¿Iba a ser yo el pasivo...?
-Vaya, que pena, me hacía ilusión desvirgarte. Serías el ocatvo en la lista. - ¿Qué diablos? ¿Solo lo hacía por una estúpida lista que tenía él? Asqueroso.
-O-oye, creo q-que t-tengo que irme. - dije al mismo tiempo que volvía a coger mi mochila que estaba en el suelo, junto al sofá.
-Oye, vamos. ¿No creerás que dije eso en serio? ¿No? - yo solo seguí con mi objetivo, una vez puesta la mochila me dirigí hacia la puerta, sin embargo algo me detuvo, bueno, mejor dicho alguien.
-¿Qué ocurre? - pregunté girándome esta vez en su dirección pero sin mirarle a la cara. Su silencio ya contestaba a la pregunta sin embargo seguía sin hacer o decir nada así que decidí responder.
-Sí, sí que me lo creo e independientemente de si era cierto o no, que ya ni siquiera lo sé, quiero irme a casa, ahora, por favor.
-Eso es una de las cosas que más me llaman y atraen y al mismo tiempo más me disgustan de ti. Es decir, te crees todo lo que te dicen, incluso cuando te mentí sobre lo que me dijo tu mejor amiga esa la que parece que se escapó del psiquiátrico. - dijo sonriendo. - Bueno, como iba diciendo, te lo crees todo y eso por un lado me gusta porque eres muy inocente pero por otro lado no, porque no sé cómo vas a actuar. Es decir, esto no me lo esperaba.
-¿El qué no te esperabas? ¿Qué me quisiera ir? - él asintió con la cabeza.
-Eres muy predecible, sin embargo cuando algo realmente te molesta me he dado cuenta de que no sé cómo vas a actuar o a responder ante eso. - tras eso no dije nada.
