POV ED.
Después del pequeño incidente hubo una reunión para que los profesores nos tranquilizasen y nos dijesen que todo estaba bien. Sin embargo, tenía la sensación de que algo no andaba bien.
Me había fijado de que Zeta estaba más alterado y sus ojos no paraban de inspeccionarlo todo, cada movimiento de los profesores, cada movimiento de los alumnos, todo, absolutamente todo. Cosa que me parecía extraña en él, ya que nunca antes había estado tan alterado.
Tras eso, el campamento entero se puso manos a la obra y comenzamos a prepararnos para irnos a la playa. Ademas, al habernos ido al norte el agua iba a estar más fría, pero al ser una época calurosa nos iba a venir de perlas darnos un buen chapuzón.
— ¿Preparado para estar más tiempo debajo del agua que en la superficie? — solicitó saber Zeta.
—¿Por qué? No conseguirás alcanzarme para poder tirarme al mar.
—Vaya, veo que estás muy seguro de eso. Raro en ti. — agregó al final.
— Sí, no sé, hoy me he levantado más valiente que de costumbre. — reí.
—Bueno, cambiando de tema pececillo. ¿Qué bañador te vas a poner? — inquirió.
—Había pensado ir desnudo, pero creo que no sería lo más apropiado ya que tenemos a los profesores a nuestra espalda todo el rato. — ironicé.
— Vaya, sí que te has despertado valiente hoy.
Tras nuestra entretenido y divertida conversación, Zeta me echó una mirada cómplice y salimos los dos de la cabaña para juntarnos con el resto de nuestros compañeros.
—Vale chicos, chicas — comenzó diciendo una profesora — os pongo al día. — Era una profesora que nunca me había dado clases, pero siempre me habían hablado muy bien de ella. Además de que ella fue la que me ayudó a poder trabajar en la cafetería del instituto hace unos años, que aunque no se cobraba mucho, fue suficiente para poder cubrir mis gastos durante unos meses.
—¿Te has enterado de algo? — me preguntó Marta.
—La verdad que no, estaba pensando en mis cosas, lo siento. — me disculpé.
—No te preocupes, tranquilo. Es normal que a veces nos evadamos, así que no tienes porqué pedir disculpas. — me aclaró.
— Gracias. — agregué. — Por cierto, ¿qué han dicho? — inquirí esta vez.
Tras mi pregunta ambos comenzamos a reírnos.
—Sólo han dicho que acaban de llamar a una de las compañías de autocares con la que trabaja el instituto para que nos envíen uno y nos lleve a la playa.
— ¿Pero queda muy lejos la playa a la que vamos? — cuestioné esta vez.
—Supongo que sí, ya que si han llamado a un autocar es por algo, aunque creo que también se debe a que así los profesores nos tienen mas vigilados.
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Zeta (Gay/+18)
RomanceTodos tenemos ese "crush" que creemos que es inalcanzable y efectivamente lo es, incluso para el adorable y pervertido Ed, que está locamente enamorado de Zeta. Novela homosexual así que si no te gusta, te invito a buscar otras historias de otros gé...