Todos tenemos ese "crush" que creemos que es inalcanzable y efectivamente lo es, incluso para el adorable y pervertido Ed, que está locamente enamorado de Zeta.
Novela homosexual así que si no te gusta, te invito a buscar otras historias de otros gé...
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Narrador omnisciente.
El menor notaba como Zeta le penetraba cada vez más profundo, haciendo así que sus gemidos se intensificaran.
— P-para… N-n-nos van a oír. - trató de decir el menor mientras ahora ya sonaba como chocaba la pelvis de Zeta contra su trasero.
— Eso sí es que no nos han oído ya. — soltó de forma cómica. — Gritas mucho enano.
El menor se ruborizó por la respuesta que el mayor le dio.
— Vaya. — dijo Zeta. — cambias de color como los camaleones.
— Eres un, un… — trató de decir alguna palabra malsonante pero no pudo.
— ¿Un qué? — le preguntó Zeta embistiéndolo fuerte.
— ¡Ah! — gritó Ed. — Un tonto. — dijo al fin, pero sintiéndose mal por tener que decir esas palabras feas.
— Vaya, ¿y los tontos la tienen así de grande? — preguntó al mismo tiempo que penetraba al menor más profundo.
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— Oye Ed, ¿estás bien? — preguntó Marta preocupada al ver cómo el menor andaba un poco raro.
— ¿Qué? ¿Eh? Ah, sí. — trató de decir lo más verosímil posible — Es que antes, cuando hemos probado las literas, nos hemos dado cuenta de que estaban súper duros los colchones.
— Ah, vaya. ¿Pero te encuentras bien entonces? — insistió.
— Hombre, pues la verdad es que un cojín no me vendría nada mal. — contestó susurrando, cosa que no funcionó, pues Marta le escuchó. — ¿Por qué todo el mundo me oye cuando digo algo susurrando? — le preguntó esta vez a su amiga, pero ya era tarde.
— A ver, ¡por favor! — gritaba Marta mientras golpeaba un par de sartenes que había conseguido en la cocina. — A Ed le duele el pompis, así que necesitamos un cojín. ¿Alguien tiene un cojín o sabe donde podemos conseguir uno?
Pov Ed.
— ¡No! Marta, ¿qué haces? - la pregunté alterado.
— Ayudarte. — me contestó encogiéndose de hombros. - Es lo que hacen los amigos, ¿no?
