Capítulo 6

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En el lunes de la semana siguiente sí que apareció en la biblioteca así que decidí sentarme frente a él en la mesa

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En el lunes de la semana siguiente sí que apareció en la biblioteca así que decidí sentarme frente a él en la mesa. Me habría sentado a su lado, pero la silla que estaba junto a él estaba ocupada por su mochila. Maldita mochila. ¿Por qué no la dejaba en el suelo junto a su silla? Seguro que sabía que me quería sentar a su lado y lo había puesto para prevenir. Maldita sea.

Narrador omnisciente.

Mientras Ed estaba en su mundo pensando en las posibilidades y el porqué de que Zeta hubiese puesto su mochila junto a la silla que estaba a su lado Zeta solo estaba esperando que Ed le pidiese ayuda en eso de matemáticas.

-¿Acaso ya no necesita mi ayuda? - pensó Zeta con intriga al ver que Ed estaba practicando sus ejercicios de álgebra.

Por otra parte Ed solo estaba esperando que Zeta se ofreciese a ayudarle o simplemente que se diese cuenta de que estaba con sus apuntes y ejercicios de álgebra.

La tarde transcurrió y ninguno de los dos hizo nada para interactuar con el otro. Ni Zeta le ofreció su ayuda a Ed pensando que ya no la necesitaba ni Ed por su parte le pidió ayuda Zeta pensando que este ya no querría ayudarle.

Tras dar el aviso de que iban a cerrar la sala de estudio de la biblioteca ambos recogieron, en silencio, sin necesitadad de palabras, pues Ed estaba triste porque le habría hecho ilusión que Zeta le ayudase y Zeta porque estaba esperando a que el pequeño empezará alguna de sus conversaciones triviales con las que tanto se divertía viendo como el pequeño castaño se enfadaba consigo mismo y seguido con él.

Una vez fuera de la biblioteca Ed se decidió a hablarle. Estaba cansado de estar tanto tiempo callado con lo hablador que él era.

Pov Ed

-¿Qué tal la semana? Has estado ausente. - dije algo vergonzoso.

-He tenido algunos problemas.

-¿Puedo ayudar? - me ofrecí sin siquiera pensar en mis propios problemas.

-Pues si tienes los fines de semana libres para hacerme compañía no estaría mal. - me contestó con una sonrisa en la cara.

-Oh c-claro, ¿cuándo sería? - pregunté con la esperanza de que fuese ese mismo fin de semana que se aproximaba.

-Pues si puedes este fin de semana que viene. - me dijo. - estaría bien. - Espera. ¿Acaso lee el pensamiento?

-¿Lees las mentes? - solté y tras darme cuenta de lo que había dicho me tapé la boca con ambas manos.

-De momento no, ya me gustaría saber que pasa por esa cabeza tuya.

Después de eso me puse más rojo que un tomate. Me había dado cuenta de que nuestra relación había evolucionado bastante. Ahora hablábamos y aunque no hubiese mucha confianza en las pocas veces que habíamos estado dialogando y demás las conversaciones eran muy fluidas ya agradables.

Zeta (Gay/+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora