Capítulo 6

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—¿Cómo? —pregunté sorprendida y seguí caminando para alcanzarlo.

—Así es —dijo Junkook—, su mamá y la mamá de Akane eran amigas desde hace mucho tiempo, desde antes de que se casara con mi padre.
Además ambas compartían el mismo gusto por la música pero Yoongi y mi hermana se llevan mejor porque eran compañeros de clase.

No podía creerlo, sonaba creíble pero no podía creerlo.
Todo este tiempo había un vínculo entre ellos y yo no lo sabía.

Pasaron varios minutos y volvimos a mi casa, Jungkook se fue y yo subí a mi habitación.

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Este era otro día en que después de ir a la universidad tenía que ir a mi trabajo.
Subí al autobús y busqué un lugar para sentarme.

El cielo se veía ligeramente nublado y yo iba viendo por la ventana mientras escuchaba música con los audífonos.

El autobús se detuvo y giré la mirada hacia el frente.
Ese deseo de girar la vista hacia el frente cada vez que la puerta se abría era algo inexplicable que se me había quedado desde hace mucho.

Pero esta vez fue diferente, era como si el destino estuviera jugando conmigo.

Yoongi iba entrando, vestía un pantalón negro y una playera blanca.
Me vió y agachó la mirada; se pasó de largo y se sentó en uno de los últimos asientos.

No entendía por qué estaba tratando de evitarme, era como si hubiera hecho algo malo o como si yo lo hubiera hecho.

Tenía que admitir que me dolía verlo porque eso me hacía recordar que él ya estaba con alguien más, pero al mismo tiempo deseaba que todo volviera a ser como antes, como cuando eramos amigos.

Pasaron varios minutos y el autobús se detuvo.
Vi por la ventana que era la parada más cercana a mi trabajo y me dispuse a bajar.

Empecé a guardar mis audífonos y mi celular cuando fui sorprendida al ver que Yoongi se había sentado a mi costado.

«¿Qué está haciendo?»

—T/N —dijo Yoongi—, solo quiero preguntarte una cosa. —No dije nada por los nervios que sentía.
Él me vió a los ojos y siguió hablando—. ¿Tú y Jungkook...

—¿Eh?

Negó y agachó la mirada.

—Perdón, creo que no es el lugar para preguntarte eso.

No entendí nada.
El autobús ya iba a arrancar y él se quedó sentado; tuve que moverme con dificultad para poder pasar.
Bajé del autobús y me dirigí a mi trabajo.

«¿Qué era lo que quería decirme?»

Era muy extraño lo que había pasado; su pregunta y esa forma de mirarme.
Que incluso llegué a sentir que sus ojos aún brillaban como antes.
Pero tal vez me estaba haciendo falsas ilusiones.
Él tenía novia y si estaba con ella era porque ya me había olvidado.

Llegué a mi trabajo y entré.
La librería la pertenecía a un señor de la tercera edad y yo solía ayudarle de vez en cuando, pero cuando su hijo llegaba de visita él se encargaba de cuidar el negocio.
Cayó la noche y volví a casa.

Iba a prepararme algo de cenar pero al abrir el refrigerador me di cuenta que estaba vacío.

Subí a mi habitación para ponerme un suéter y salí hacia el supermercado.

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Tomé un par de productos y luego me dirigí a la zona de lácteos.
Iba llegando cuando vi que Yoongi estaba ahí, viendo hacia el refrigerador mientras sostenía unos productos en sus brazos.
Él me vió y asintió con la cabeza en forma de saludo.
Hice lo mismo y me dispuse a tomar lo que necesitaba.

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