Capítulo 22

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Narra T/N.

Eran las 8 de la mañana y estaba en mi habitación guardando algunas cosas en mi mochila para irme a la excursión.

Tenía puesto unos Jeans azules, una blusa de tirantes color negro; unos tenis y estaba peinada de una coleta.

Escuché el timbre de la puerta y bajé para abrir.

—Hola, amor —dijo Jungkook en cuanto abrí.

—Hola. —Me hice a un lado y lo dejé pasar.
Me di la vuelta y dejé que me siguiera hasta el sillón—. Si quieres espérame aquí, iré a ponerme otra cosa.

No esperé respuesta y subí a mi habitación.
Seguí acomodando las cosas en mi mochila y luego me dirigí hacia el closet para buscar otra blusa y una chamarra.

—Amor —escuché a Jungkook y giré asustada.
Él estaba en el marco de la puerta porque la había dejado abierta pero luego empezó a acercarse—. Voy a extrañarte. —Llegó hasta mi cama y se sentó a un costado.

—Solo serán dos días. —Me senté junto a él—. Además hemos estado mucho más tiempo sin vernos.

—Pero eso era cuando no eramos novios. —Acarició mi mejilla y nos vimos a los ojos—. Te amo. —Quise bajar la mirada al escucharlo porque cada vez que pronunciaba esa frase me hacía sentir extraña.
Era como si yo no me estuviera esforzando lo suficiente por sentir lo mismo y eso me hacía sentir culpable.
Era cierto que me sentía atraída por él pero hacía falta algo más en todo eso.
Jungkook me impidió bajar la vista al acercar su cara hacia la mía.
Juntó sus labios con los míos y empecé a corresponderle el beso.
Empezamos a besarnos tranquilamente pero de un momento a otro él se inclinó hacia mí y me hice hacia atrás, terminando acostada sobre la cama.
No le dije nada y dejé que siguiera; dejó mis labios y siguió con mi cuello.
Mi corazón empezó a latir muy rapido al sentir sus besos sobre mi piel, pues yo nunca había experimentado algo como eso.
Cerré los ojos y me dejé llevar sin saber si estaba haciendo bien o mal porque sabía que eso no iba a ir más allá de eso.
Dejó de besarme por unos segundos y escuché que me dijo algo al oído— Quiero hacerte el amor.

«¿Qué?»

De inmediato abrí los ojos y me quedé asustada.
Quise pensar que no había escuchado bien pero él
siguió besando mi cuello sin decir algo más y yo empecé a sentirme nerviosa.

Empecé a sentir miedo porque nunca en mi vida lo había hecho con alguien.
Jamás había estado en una situación como esa y me asustaba lo que pudiera pasar.
Mi corazón latía muy rapido y de un momento a otro mi cabeza fue invadida por muchos pensamientos.

«Yoongi»

¿Por qué tenía que pensar en él en una situación como esa?

No solo pensé en él sino también en lo que podría pasar en mi futuro, era como si mi vida pasara ante mis ojos en un segundo.

Aquello que empezó como un beso placentero terminó convirtiéndose en algo que no quería porque Jungkook se abrió paso por debajo de mí blusa y empezó a acariciar uno de mis pechos aun con mi sostén puesto.

Mi respiración empezó a acelerarse y mi cuerpo estaba temblando.
Sentía que no podía hacerlo,
o mejor dicho no quería hacerlo todavía.

Agarré su mano y la aparté de dónde estaba.
Él dejó de besarme el cuello y se me quedó viendo; lo tenía sobre mí y no supe qué decirle.
Su mirada era penetrante y no sabía si estaba molesto conmigo, pero no apartaba su vista y cerré los ojos para evitarlo.

»Perdóname— me dijo al mismo tiempo que sentí un beso en mi frente, cosa que me hizo abrir los ojos nuevamente—. No te obligaré a hacer algo que tú no quieras. —Se quitó de encima y se quedó sentado en la cama.
Me senté también sin entender muy bien las cosas.
Él lucía pensativo y molesto a la vez.

—¿Jungkook?

—Será mejor que me vaya. —Se puso de pie y me dio la espalda—. No olvides abrigarte, afuera está haciendo frío.

—Claro.
Te veré cuando regrese, ¿verdad?

—Si. —Empezó a caminar hacia la puerta—. Avísame si necesitas que vaya por tí. —Giró a verme.
Asentí y él salió de mi habitación.

Suspiré y me tiré en la cama, me di unas palmaditas en las mejillas y me quedé viendo el techo por unos minutos.

Aún no podía creer lo que había estado a punto de hacer con él, ese recuerdo no me lo podía quitar de encima.

Yo sabía que Jungkook era un gran hombre pero lo que había estado a punto de pasar me obligaba a cuestionarme si había hecho bien en aceptarlo.
Porque si seguía así tarde o temprano él querría ir más allá con nuestra relación y yo no sabía si iba a estar preparada para eso.
No sabía si estaba lista para continuar porque tampoco tenía el valor de dar marcha atrás.

Después de unos minutos tomé una blusa de manga larga con botones y me la puse encima.
Me puse una chamarra; tomé la mochila y salí de mi casa.

En cuanto llegué a la académia vi que ya estaba un autobús con varios estudiantes esperando afuera.
No supe cuantos eran, tal vez 20 o más.
Me acerqué y vi que el profesor estaba hablando con algunos chicos; llegué hasta él y le hablé.

—Buenos días.

Él me vió y sonrío pero los demás chicos también giraron a verme.

—Buenos días, T/N —respondió—. ¡Chicos! —Se dirigió a sus alumnos—. Ella es la chica de la que les había hablado, sean amables con ella.

Ellos sonrieron y me hicieron una reverencia a la que yo correspondí de igual manera.
El profesor dió indicaciones de que subieran y yo me quedé a un lado para esperar mi turno.
Todos entraron y yo me acerqué hacia la puerta para subir al autobús.

—¡Perdón por llegar tarde! —Escuché la voz tan familiar de alguien que me obligó a detenerme y girar antes de entrar.

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