Capítulo 26

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—Te noto algo rara —dijo Jungkook—. ¿Pasó algo en ese viaje?

Pensé que si le decía que tuve que pasar la noche con Yoongi iba a ponerse celoso así que preferí evitarlo.

—No, solo tuvimos un contratiempo y por eso no pudimos llegar ayer.

—Ah. —De pronto recibió una llamada; dijo un par de cosas y colgó—. Solo iré a dejarte y me iré porque tengo que ir a otro lugar.

—Está bien, ¿nos veremos en la noche?

—Te veré hasta mañana porque hoy tengo que reunirme con un amigo.

—Está bien.

Llegamos a mi casa; nos despedimos y salí del auto.
Él se fue y yo entré.
Al llegar adentro lo primero que hice fue enviar un mensaje a mi jefe para disculparme por no poder ir a trabajar, pues lo único que quería era tirarme en la cama y dormir por un buen rato.

Me preparé algo de comer; me metí a bañar y me acosté en la cama.

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No me di cuenta de cuánto tiempo había dormido pero solo desperté porque mi celular estaba sonando.

No alcancé a contestar pero vi que era el profesor Chong.
Después de eso me llegó un mensaje.

"Hola T/N, quería pedirte un favor.
Iba a reunirme con Yoongi hoy a las 8 para festejar su cumpleaños pero tuve un imprevisto y no podré ir.
Quería saber si tú podrías ir en mi lugar.
Yoongi no sabe nada todavía pero no quiero que esté solo en este día.
Al menos por hoy ¿podrías hacerme ese favor?"

«¡¿Eh?! ¿Quiere que yo vaya?»

Aventé el celular en la cama y me acosté.
Me sentía entre la espada y la pared.
Estaba nerviosa porque una parte de mí sí quería y la otra decía que era mala idea.
¿Qué tal si llegaba y él estaba con Alexa?
Qué tal si ella ya se había adelantado

«No sé qué hacer»

Revisé la hora y eran las 7 de la noche.
No respondí el mensaje porque no tenía crédito pero de todas maneras no pensaba ir.

Tomé el control de la televisión; la encendí y empecé a cambiar los canales.

«Pero él se va el domingo y no lo volveré a ver»

La idea de no volverlo a ver si me aterraba si me ponía a pensar en lo que él me había dicho.

Apagué la tele y me levanté de la cama para empezar a arreglarme.
Me puse una falda corta con unas mayas negras que me cubrían del frío; una blusa negra y un suéter rojo.

Salí de casa cuando faltaban unos minutos para las 8.
Me dirigí a la parada de autobuses y tomé el que pasaba cerca de donde él vivía.

Después de unos minutos llegué y bajé.
Empecé a caminar hacia su casa con muchos nervios.
Llegué y toqué la puerta.
Nadie salió y volví a tocar unas dos veces.

«¿Y si salió?»

Me senté en uno de sus escalones pero conforme pasaban los minutos más me convencía de que había sido mala idea haber ido.

Puse mis brazos sobre mis piernas y agaché la cabeza.

«No debí haber venido»
«Tal vez salió con alguien más o simplemente no quiere abrir la puerta»

—¿Qué haces aquí? —Su voz me asustó y levanté la cabeza.

Él estaba parado frente a mí y me puse de pie.

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