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Capítulo 30 (Final)

Meses despues.

Narra T/N.

Quién iba a decir que todo eso iba a pasar
En mi mente ya me había hecho la idea de que cada uno iba a tomar caminos diferentes.
Incluso llegué a pensar que ese deseo de estar juntos solo se quedaría como un sueño en mi cabeza.
Ahora sé que no necesito pedir nada más porque sé que esto es real.
Tan real que en solo unos días tendremos una niña.

—¿Ya estás lista? —me preguntó Yoongi mientras me esperaba junto a la puerta de nuestra habitación.

—Sí, ya voy.

Yo estaba sentada en la cama, poniéndome los zapatos, pero ahora se me dificultaba tanto porque no podía agacharme.

Me levanté, caminé hacia él y lo tomé del brazo.
Solo íbamos por un helado porque tenía un antojo, pero a Yoongi le gustaba complacerme.

Salimos de casa y nos dirigimos hacia la parada de autobuses.

—He pensado en comprar un auto —dijo Yoongi mientras subíamos al autobús—, creo que en verdad lo necesitamos.

—Tienes razón, así llegarías más rápido a tu trabajo.

—También podría pasar a dejarte al tuyo.

—Pero yo no voy a trabajar por el momento, así que no te preocupes

Yo trabajaba dando clases de idiomas en una escuela primaria pero tenía un permiso temporal por mi embarazo, y Yoongi era productor de música de una empresa muy reconocida.

Después de unos minutos llegamos, bajamos del autobús y empezamos a caminar tomados de las manos.

La heladería a la que solíamos ir ya nos quedaba cerca y nos detuvimos para cruzar la calle.
Mis ojos se centraron hacia el frente al ver que Jungkook estaba parado al otro lado de la calle.
Tenía los audífonos puestos y estaba viendo hacia otro lado.
El semáforo cambió de color y empezamos a avanzar, en ese momento él giró la vista y nos vió.
Siguió caminando, asintió con la cabeza para saludarnos y se pasó de largo.

Él y yo nunca dejamos de hablarnos pero nuestra amistad no volvió a ser la misma, y eso era algo que en el fondo dolía.

Meses atrás:

Yoongi había salido desde la mañana y yo estaba en la cocina preparando algo de comer cuando escuché que tocaron la puerta, salí para ver quien era y cuando abrí era Jungkook.

—¿Puedo pasar? —me preguntó.

—Claro, pasa. —Lo dejé entrar y le permití que me siguiera hasta la cocina para seguir haciendo la comida.

—¿Es verdad que estás embarazada?

Llegué hasta dónde estaba la estufa y me di la vuelta; él se quedó en el marco de la puerta.

—¿Cómo lo supiste?

—Yoongi está en mi casa y se lo contó a mi hermana, ¿es cierto?

—Si... es cierto. —Agachó la mirada—. Lo siento.

—Lo entiendo, no te preocupes. —Levantó la mirada pero no quiso verme—. Creo que saldré de viaje por unos días, iré con mi padre pero volveré pronto.

—Jungkook. —Empecé a caminar hacia él—. Solo quiero que estés bien.

—Y yo quiero que seas muy feliz.

—Siento mucho haber sido yo quien no pudiera corresponderte. —Me detuve a soló unos pasos—. Estoy segura de que tú vas a encontrar a alguien que...