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Capítulo 9

Ya era Domingo.
El único día en que no iba a la universidad y también el día en que no iba a trabajar.
Pero además de eso, era el día en que tenía que reunirme con Yoongi.

Me levanté tarde sabiendo que no tenía que hacer algo especial; giré mi vista hacia el mueble que se encontraba a un lado de mi cama y vi que mi celular tenía una luz parpadeante.

Lo tomé y vi que era un mensaje.
Lo abrí y sonreí al ver de quién se trataba.

Yoongi.

"Hola, espero que hayas dormido bien. ¿Te parece si nos vemos a las 4 de la tarde?
Porque antes tengo que hacer algo"

Le respondí:
"Si, me parece bien"

Dejé el celular por un lado y me levanté de la cama.

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Las horas pasaron y pronto se llegaron las 4 de la tarde.
Ya estaba arreglada pero me daba vueltas por la casa para ver si nada me faltaba porque estaba nerviosa.

El timbre de la puerta sonó y de inmediato fui a abrir.
Empecé a ponerme más nerviosa cuando lo vi parado afuera.
Él traía un pantalón negro y una playera negra de maga larga.

—Hola —le dije con nervios.

—Hola. —Sonrió—. ¿Estás lista?

—Si. —Salí y cerré la puerta.
Él tomó mi mano y volvió a sonreír.

—Entonces vamos. —Empezó a caminar, jalándome con él.

—¿A dónde iremos?

—Me enteré que hay una feria y me gustaría ir contigo.

—Ah. —Fue lo último que dije.
Caminamos por un rato y luego tomamos un autobús, ya que según él, la feria se encontraba muy lejos.
Pasó casi una hora y llegamos.
Anduvimos viendo por todos lados.
Nos subimos a la rueda de la fortuna y jugamos algunos juegos para ganar premios pero nunca pudimos ganar alguno.
Después de divertirnos por un rato decidimos sentarnos en un puesto de comida para comer antes de irnos.
Ordenamos y mientras esperábamos que llegara nuestra comida nos pusimos a platicar.
En realidad yo tenía la curiosidad de saber de dónde conocía a Alexa y no me pude esperar más para preguntarle—. ¿Y cómo conociste a Alexa?

Yoongi solo me vió y luego desvío la mirada.

—No quiero hablar de ella. Mejor háblame de tí. —Volvió a verme—. ¿Qué has hecho de tu vida todo este tiempo?

Su respuesta me dejó con dudas; tal vez en verdad ellos habían sido novios y le incomodaba hablar sobre el tema conmigo.
Aunque no sabía qué era lo que había pasado realmente entre ellos, no quise seguir preguntando.

En ese momento llegó nuestra comida, la dejaron en nuestros lugares y la chica que nos atendió se fue.
Yoongi jaló su plato y tomó unos palillos para empezar a comer.

—Vivo sola —le respondí—. Hace mucho que mi mamá y mi hermano se fueron y por eso ahora vivo sola.

—Sé lo que es vivir así. Debe ser algo duro para tí.

—Ya me estoy acostumbrando pero a veces si me siento sola.

—¿Y... —agachó la mirada— tú y Jungkook son muy cercanos?

Dejé los palillos y desvíe la mirada.

—No quiero hablar de él —le respondí de la misma manera que él me había respondido—, mejor háblame de tí. —Volví a verlo—. ¿Qué has hecho de tu vida?

Él dejó los palillos y tomó un poco de agua antes de empezar a hablar.

—Cuando estaba en Los Ángeles un hombre me escuchó tocar y me dio su tarjeta para que lo buscara.
Así que tuve que meditar bien la decisión que iba a tomar porque la empresa a la que él pertenecía estaba aquí en Corea, pero yo tenía mejores oportunidades para seguir con la música allá.

—Entiendo.

—Dejé muchas cosas allá porque aún seguía estudiando y tenía un buen trabajo.
En otras palabras lo tenía todo...

—Si tenias todo... ¿por qué volviste?

—Porque lo tenía todo... —me vió fijamente— menos a tí. —Sus palabras sonaron como eco en mi cabeza, haciendo que me sintiera especial por lo que había dicho—. Y lo que conseguí en esa empresa no es tan malo como yo pensaba, porque sigo en el camino de la música y espero que algún día todos puedan reconocer mi trabajo.

«Ese es su sueño después de todo. Y me alegra que aún siga luchando para poder cumplirlo»

—Lo vas a lograr.

—Gracias. —Sonrió—. Seguimos comiendo y después de eso él se puso de pie para ir al baño.

Se fue y mientras lo estaba esperando mi celular empezó a sonar.
Era Alexa.

—¿Hola?

—Hola, T/N, ¿estás ocupada? —Su voz se escuchaba diferente, como si hubiera estado llorando.

—¿Por qué?

—Solo quería saber si podríamos vernos para hablar sobre algo, es que eres la única amiga que tengo.

—Lo siento es que no estoy en mi casa, ¿pero te pasa algo malo?

—No, no es nada.
Entonces mejor nos vemos mañana.
Perdón por haberte llamado.

—No te preocupes.

Colgó la llamada y guardé el celular.
No pasó mucho tiempo y Yoongi volvió.
Después de pagar nos fuimos de ahí.
Ya casi estaba oscureciendo y nos dirigimos a la parada de autobuses.

Pasamos por una tienda de mascotas y Yoongi se detuvo para comprar algo.

Entramos y mientras él pedía lo que iba a llevar yo me acerqué a los perritos, pues había uno que llamó mucho mi atención porque era blanco y parecía peluche.

No me di cuenta cuando Yoongi ya estaba parado a mi costado.
Me preguntó si iba a comprarlo pero le dije que no podía tenerlo porque yo no pasaba mucho tiempo en mi casa.
Y aunque tenía deseos de tenerlo, sabía que era mucha responsabilidad para mí.

Salimos de la tienda y seguimos caminando; llegamos a la parada de autobuses y subimos.

Después de un rato llegamos a mi casa. 
Yoongi se despidió con un beso y me abrazó muy fuerte.

—Te amo tanto T/N, que no quiero separarme nunca más de tí —susurró en mi oído.

Escuchar eso fue una de las cosas más hermosas que había oído en toda mi vida.
Me sentía tan feliz de estar a su lado y simplemente no quería que ese momento se terminara.
Era como un sueño pero sabía que era real.

—Y yo a tí Yoongi, también te amo tanto.

—Quiero oír esas palabras todos los días, así que mañana vendré a verte. —Se separó de mí y tocó una de mis mejillas—. Ahora entra ya, que no me iré sin antes ver que te has metido.

Sonrió y sonreí también.
Me di la vuelta y abrí la puerta.
Entré y antes de cerrar quise ver como se marchaba.

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