𝐏𝐫ó𝐥𝐨𝐠𝐨:

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—personalidad múltiple—

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personalidad múltiple

Trastorno caracterizado por la presencia de dos o más personalidades. El trastorno de identidad disociativo (anteriormente llamado trastorno de personalidad múltiple), suele presentarse como reacción a una situación traumática que permite que una persona evite los malos recuerdos.
El trastorno disociativo de la identidad se caracteriza por la presencia de dos o más personalidades distintas. Cada una puede tener un nombre, una historia y características personales propias.
El tratamiento es la terapia conversacional.

—Mayo Clinic (2017).




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LOS OJOS VERDES DEL PELIRROJO SE CLAVARON EN EL CAMINO, alguna canción sonaba en la radio mientras su madre y su hermana menor hablaban entre ellas en los asientos delanteros, naturalmente, Jeremiah estaba aburrido de no poder hacer algo durante el camino, había terminado rápidamente su lectura y la noche lo había alcanzado al llegar a la bonita ciudad de Beacon Hills. Suspiró mientras mantenía sus pensamientos en sí mismo, todavía estaba preguntándose porqué Jerome no quería tomar el control de su persona, su segunda personalidad solía aparecer en esos momentos de aburrimiento para encender el ambiente entre su familia.

—¿Estás bien, Miah? —preguntó Allison desde su asiento, la familia se había acostumbrado a diferenciar a las dos personalidades, Jeremiah usaba gafas y resultaba más callado que Jerome, quien solía hacer algunos chistes o ser simplemente más hablador por lo general— Te veo un poco decaído.

Jeremiah miró a su hermana y luego negó suavemente con la cabeza.

—Solo quiero llegar a casa —contestó suspirando— Dormiré y tal vez Jerome esté más bromista mañana. 

Al principio había sido difícil acostumbrarse, el pelirrojo era tres años mayor que Allison, de hecho no era ningún secreto que había sido adoptado por Chris y Victoria Argent cuando él tenía trece años, pero había pasado por las suficientes experiencias en su corta vida que habían terminado causándole un trastorno disociativo. Aún así la mayor parte de su vida desde que los Argent lo habían adoptado había sido mucho mejor de lo que hubiese podido ser en el orfanato en el que nació. Pero estaban acostumbrados. 

Jeremiah subió y bajó sus dedos encima de su pierna tratando de desviar su atención fuera de su constante ansiedad, sus ojos verdes nuevamente repararon en el montón de árboles, quizá podría dibujar algo de eso después. 

—Quizá, ¿tienen hambre de algo en específico? Podríamos comprar la cena de paso. —sugirió Victoria, Jeremiah estuvo a punto de hablar, pero Jerome le interrumpió.

—Pizza. —Allison sonrió reconociendo el tono de voz de Jerome, se giró un momento y observó que el pelirrojo no traía más sus gafas.

—Casi nunca dejas escoger a Miah. —replicó la castaña.

—No voy a seguir los consejos de alguien que usa su tiempo libre en dibujar laberintos, es aburrido. —replicó con una sonrisa juguetona en el rostro. 

—¿Entonces pizza? —cuestionó la matriarca.

—Sí —contestaron Jerome y Allison al mismo tiempo. 

Jerome no se mantuvo en silencio después de haber decidido la cena, cantó divertido las canciones de la radio junto a Allison y también hizo algunos chistes sobre Chris, dejando que Jeremiah descansara un momento del aburrimiento de estar encerrado por más de doce horas en el auto. Sin embargo en algún momento algo se cruzó en el camino, Victoria lo esquivó con destreza haciendo que Jerome se golpeara la cabeza en el vidrio del auto.

—¡Maldición! —murmuró sobando su cabeza— ¿Qué fue eso? —cuestionó con el ceño fruncido, miró hacia atrás, pero no vio nada más.

—Algo se atravesó. —dijo Allison algo agitada.

—¿Están bien? —preguntó la mujer mientras bajaba la velocidad del auto.

—Yo sí, ¿tú estás bien, jer? —cuestionó la menor Argent.

—Sólo me golpeé la cabeza, nada grave, quizá pude haberme roto el cuello. —dijo algo molesto. 

—No seas dramático —replicó la castaña.

—Cuando el infierno se congele. —masculló cruzando los brazos para luego suspirar.

Rió en cuanto escuchó la suave risa de su madre, por años Victoria había sido su principal ayuda para sus ataques de pánico, recordaba haberle cantado para dormir cuando era más pequeño, al contrario de Jeremiah, quien era más apegado a Allison, lo que tenían en común era que su relación con su padre era complicada, hostil y a veces la causa de unas cuantas crisis de ansiedad. 

—Saldré a muchas fiestas mientras estemos aquí, todos van a conocer a la verdadera estrella del espectáculo. —mencionó el pelirrojo con más actitud.

—Quizá pueda hacer amigos y presentarlos. —replicó Allison— A Miah no le parecería tan mal, ¿o sí? —cuestionó.

—No será tan malo, ¿pero no decía él que se sentía atraído hacia los panes? —replicó con nua ceja alzada y una sonrisa—.

Allison rió.

—Claro que no... ¿Y tú?

—Soy bisexual, claramente me encantan los billetes, y si son de cien dólares es mejor. —los más jóvenes rieron divertidos, aunque por la mente de Jerome pasó fugazmente la idea de enamorarse de alguien.

Un escalofrío le recorrió los huesos, tanto él como Jeremiah siempre habían tratado de ocultar lo mejor posible su personalidad compartida, pero casi siempre terminaban sufriendo un rechazo al conocer al otro. No habían sido de muchos amigos, y los pocos los habían dejado en Nueva York, ¿Beacon Hills les ofrecería la oportunidad de relacionarse y amar a otros sin tener que fallas o ser rechazados por ser ellos mismos? Jeremiah le respondió que lo intentaría, cooperar, y Jerome se sintió satisfecho, por un momento. 

¿Cuántos secretos y recuerdos no les devolvería Beacon Hills? Quizá lo descubrirían después.

GÉMINIS¹ - STILES STILINSKI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora