GÉMINIS¹ - STILES STILINSKI.

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Broken
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JEREMIAH OBSERVÓ EL NOMBRE DEL ANTIGUO CAMPO DE CONCENTRACIÓN, un escalofrío recorrió su espalda, juntó su mano con la de Stiles en busca de fuerza, tenía sus armas cargadas y gracias a la recomendación de Allison, sus siete balas de plata que guardó desde el día de su graduación como un Argent. 

—Ya hicimos esto antes —dijo Scott— Hace un par de semanas estábamos aquí, salvamos a Malia. Era una desconocida, ahora es Lydia... 

—Vine a salvar a mi mejor amiga —dijo Allison.

—Yo vine a salvar al mío. —dijo Scott.

—Yo vengo a salvar a mi amiga y a mi novio... —replicó el pelirrojo con su mirada esmeralda sobre Stiles.

—Y yo no quería ponerme a estudiar... —explicó Isaac.

Todos se encaminaron al interior del lugar, Jeremiah dejó ir la mano de Stiles cuando sus caminos se separaron, hasta que él y el resto se detuvieron, Noshiko yacía frente a ellos, dos oni descansaban tras de ella con sus espadas en mano.

—Kira, da la vuelta y regresa a casa —ordenó la mujer— llévate a tus amigos contigo.

—No puedo —respondió Kira, el pelirrojo desenfundó sus dos pistolas cuarenta y cinco completamente cargadas— cuando miré el tablero, me di cuenta contra quién estaba luchando, eres tú.

—Diles que se detengan. —ordenó Allison, ella y Jeremiah apuntaron con sus respectivas armas a la mujer.

—¿Creen que basta con atraparlo? —cuestionó— ¿Crees que pueden salvarle la vida?

—¿Y si podemos?

—Intenté algo parecido hace setenta años, su amigo ya no existe —mencionó Noshiko con su mirada puesta en Jeremiah.

—Hace setenta años no tenías al aquelarre géminis, ni un ascendente, ni una bruja Bennett, tampoco nos tenías a nosotros. —respondió el pelirrojo con firmeza, el sifón y la Kitsune se miraron retándose. 

—¿O es porque si Stiles no muere, Chirs tampoco tiene que hacerlo? —preguntó Kira.

—Veo que yo ya no soy el zorro, Kira. Tú lo eres. Pero es mi responsabilidad enterrar al Nogitsune. —los oni desaparecieron, y segundos más tarde, de la mano de Noshiko, una luciérnaga a punto de morir se convirtió en humo.

—¿Qué es eso? —preguntó Isaac.

—Significa que hubo un cambio de dueño —la voz del kitsune oscuro llamó su atención, el nogitsune con la forma de Stiles apareció con los oni detrás— Ahora me pertenecen.

Los dos Argent apuntaron a los onis. Y así, la batalla comenzó, Jeremiah disparó un par de balas normales, detuvo algunos ataques de las espadas con sus dagas, y conjuró algunas llamas de fuego para alejar a los oni, hasta que vio a su hermana disparar una flecha de plata. El sifón desenfundó el revólver con el nombre de Jerome, y le disparó una bala de plata justo en la máscara a uno de los guardianes, la máscara se rompió en pedazos y el Oni desapareció.