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—Devil side—

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Devil side










NO PUEDO LEERLO, NI SIQUIERA PUEDO PASAR DE LA INTRODUCCIÓN. MENCIONÓ LORENZO, SUS OJOS NEGROS VIAJARON A SU TAZA DE CAFÉVOY POR OTRA TAZA...

Jeremiah bostezó cerrando el libro, había pasado toda la noche leyéndolo, y se preguntó si de verdad habrían efectos secundarios que pudieran afectarlo. Miró la hora, seguramente estaría yendo a la escuela. Busco entre sus contactos y se preparó para enviarle un mensaje de texto, hasta que de repente escuchó un par de ruidos detrás, desvió su mirada a los estantes del fondo. Pero no había nada, de pronto volvió a escuchar más claro, murmullos y voces que lo llamaron, fue casi en automático, se levantó de su asiento y caminó hacia los enormes estantes. Sus ojos verde esmeralda cambiaron el escenario y su mente se desconecto, ya no estaba en la biblioteca de la armería, estaba en el circo.

—¿Enzo? —preguntó por mera inercia, pero evidentemente no obtuvo repuesta.

Su mirada esmeralda recorrió el panorama, sabía exactamente dónde estaba, en el remolque de su madre, entonces vio el escenario reproducirse igual que en una película.

—¿Puedo hablar con Irina? —el maestro de ceremonias de saco rojo escarlata y sombrero de copa cuestionó al niño pelirrojo, quien recién salía del remolque. Al lado del hombre habían dos policías, uno con mayor rango que el otro.

—No está aquí... —respondió el menor, mientras se colocaba su chamarra de color mostaza— ¿Por qué? ¿Qué pasa? —su voz de repente se llenó de preocupación.

—¿Dónde está? —preguntó el detective.

—No lo sé... Se supone que llegaría antes de las ocho... —respondió el pelirrojo, Jeremiah observó la escena una vez más, justo como lo recordaba, los nervios comenzaron a consumirlo sabiendo lo que pasaría.

—¿La conoces? —cuestionó el otro oficial, el sifón lo reconoció.

—Soy su hijo... Jeremiah... —los ojos esmeralda del pelirrojo de apenas doce años repararon en el detective—.

—Jeremiah... ¿Cuándo la viste por última vez? —preguntó el oficial Stilinski, el sifón paseó su mirada de Noah a su versión más joven una y otra vez—.

El joven Jeremiah pensó unos segundos, luego replicó.

—Anoche... Estaba aquí cuando me fui a dormir... —dijo un poco nervioso.

Jeremiah conocía esa irregularidad en su voz, en aquél tiempo cuando le costaba admitir todo lo que había vivido en el circo y lo que su madre le había hecho pasar, desviar un tema o decir una verdad a medias todavía era algo que le hacía sentir mucha culpa.

—Tranquilo Miah... —el maestro de ceremonias colocó su palma sobre el hombro del menor, quien ligeramente se distanció del toque del mayor— Los caballeros sólo están aquí porque James y Steve tuvieron problemas... Tu mamá está bien...

GÉMINIS¹ - STILES STILINSKI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora