24

807 116 30
                                    

—Líder—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Líder















JEROME OBSERVÓ CON ATENCIÓN LA ANTIGUA Y DESTROZADA CASA HALE, había pasado un tiempo desde que había estado allí, pero sabía porqué el ascendente los había enviado allí.

—¿Podrías ayudarme a trazar esto aquí? —escuchó a Bastian decirle a Calisto.

El hombre de ojos azules y cabellos castaños asintió mientras observaba el símbolo que el grimorio del Slora indicaba. Cuatro pequeñas fogatas se encendieron en cada vértice del triángulo trazado entre la tierra, la bruja Bennett murmuraba hechizos que Jerome no podía entender en su totalidad.

—Musa, tenemos que ponerte allí dentro junto a Jerome. —mencionó el pelinegro.

—¿Y cómo vamos a usar la daga? —preguntó Calisto. 

—Esa es la cuestión... Bien, Jerome, deja el ascendente en el suelo, ayúdame a colocar la sal frente a cada lado, en dirección a las runas.

El pelirrojo obedeció.

—¿Y si no resulta? —preguntó de pronto.

—Morirás. —respondió Bastian para luego encoger los hombros, su mirada se clavó en la luna, y posteriormente en su reloj— De acuerdo, tenemos que hacer esto ya... El eclipse de luna será pronto. Musa, recuerda que el gemelo más fuerte es el que va a despertar, cuando eso pase, tomarás la réplica del ascendente para volver... 

—¿Qué pasará cuando él despierte? —cuestionó el licántropo.

—Ya no serán dos, todo será uno —dijo Elizabeth— Así que no sólo será más poderoso, hasta las emociones serán más fuertes. —concluyó entrando al triángulo junto a Jerome.

—Bien, necesitamos sangre Bennett... —el pelinegro tomó el ascendente entre sus manos tras dejar su grimorio a un lado, la morena cortó su palma con la daga y luego dejó caer unas gotas— Ahora los dos recuéstense en el triángulo, con la daga en el medio.

El par obedeció y cuando por fin estuvieron en sus posiciones, Bastian volvió a hablar.

—Calisto, sujeta el ascendente conmigo... Esto quizá duela un poco... Jamás, y cuando digo jamás... ¿Entiendes lo que es jamás, verdad? —el hombre asintió ligeramente confundido— Lo sueltes.

—De acuerdo, no lo suelto —ambos ojiazules sujetaron con fuerza el ascendente—.

—¿Listos?

—Sólo hazlo. —ordenó el pelirrojo mientras cerraba los ojos.

Y entonces las llamas del fuego se avivaron, la luna se pintó de dorado y el ascendente comenzó a girar en cuanto el Slora comenzó a recitar el hechizo. Un aro de luz blanca los rodeó a Jerome y Elizabeth, mientras Calisto y Bastian comenzaban a temblar, el silencio inundó de repente al sifón y a la bruja Bennett. 

GÉMINIS¹ - STILES STILINSKI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora