Beaton Hills

CAPITULO 1: ¡QUE GANAS TENGO DE CONOCER AL NUEVO PROFESOR!

PVO ALESSANDRO

Esto era una verdadera mierda. Desde que Leo nos había dado la noticia de que nos mudaríamos, había sentido que las cosas eran una total y tremenda mierda. Odiaba mudarme. Vale que no tuviera muchos amigos, por no decir ninguno. Pero cuando te empiezas a acostumbrar, te hacían mudarte. Y eso no molaba nada. Pero claro, estas cosas son normales cuando eres un vampiro y tarde o temprano te acabas acostumbrando. Pero no podía evitar odiarlo. Erik y Braden lo llevaban bien. Estaban excitados. Pero eso era normal en ellos. Les encantaban las cosas nuevas. Me preocupaba mas Katerina, que dormía a mi lado. Era la mas joven y también sabia que esto no le gustaba ni una pizca. Pero al igual que yo, acatábamos la orden y obedecíamos. No queríamos ofender a papa. Solo esperaba que este nuevo hogar fuera diferente. Esperaba que nuestra estancia aquí durara mas que el anterior. Beaton Hills. Sonaba bien.

PVO ROSSLYN

-¡Vamos Ross! Llegaremos tarde...-gritaba Derek desde la cocina. Odiaba madrugar, así que ese era el lema de todas las mañanas.-¡Te espero afuera! ¡No tardes!

-¡Ya voy, pesado!- le conteste irritada. Luego me acerque a Aria y la bese.- Adiós enana.

-¡¡Vete ya lentorra!!- me grito mientras cerraba la puerta. Derek ya estaba en sus coche, así que me subí y nos dirigimos al instituto.

El instituto era un hervidero de energía. Las animadoras ya estaban practicando sus coreografías y haciendo sus típicas burlas a los pobres cerebritos. ¡Como odiaba aquello! Los del equipo de fútbol estaban pasándose el balón como de costumbre. Como siempre, Derek se acerco a ellos, despidiéndose de mi con la mano. Sus amigos. Negué con la cabeza mientras subía las escaleras de la entrada, pasando cerca de los del club de electromecánica. Me dirigí a mi taquilla y al lado, estaba Deirdre como de costumbre. Hoy venia con una de camiseta diseña por ella. Se notaba. Tenia un gran colorido, con pedrería y algo de encaje. La verdad es que era muy bonita y le sentaba bien. Pero claro: ella ya lo sabia. Sonreí al verla tan concentrada. Seguro que estaba planeando algo o pensando algo para su nueva columna.

-Hey, Di. Bonita camiseta- parecía un poco despistada, como de costumbre.

-Emm... perdón, ¿que? ¡A si! La hice ayer, ¿te gusta? ¿Quieres que te haga una?- me contesto sonriendo coqueta.

-Me gusta, pero no creo que a mi me quede muy bien. ¿En que estabas hace un momento? Parecías muy concentrada.

-Estaba pensando cual seria mi nueva historia. Tal vez hable acerca de el problema en los bañadores del equipo femenino de natación o el misterioso robo del rosal del Señor Digby, algún gracioso le ha vuelto a robar el rosal de la entrada y esta vez parecía muy furioso, o puede que del misterioso nuevo profesor de Historia o del ...- sonreí al ver como movía las manos con cada comentario, dándoles énfasis como toda una periodista.

-¿Nuevo profesor de Historia?- interrumpí a mi amiga algo extrañada. No sabia que sustituirían al profesor Collins y si lo habían dicho en clase no me había dado cuenta. Aunque la verdad es que era normal. El señor Collins tenia 60 años y desde hacia tiempo quería jubilarse. Supongo que ya había llegado la hora. Me caía bien ese cascarrabias.

-Si. El señor Collins lo dejo este viernes pasado. Me entere cuando vine aqui por la tarde a buscar un libro. El mismo me lo dijo. Quería irse a vivir a la costa. Y según he oido esta mañana, nuestro nuevo profesor se llama Mallory. Dicen que da miedo.

-¿Mallory? ¿Esa no es la nueva familia que se instalo el otro día en las afueras del pueblo? Lorey me dijo que había oído hablar de ellos en el café.- me acorde de lo contenta que se había puesto tía Lorey cuando nos lo contó. Le encantaban los chismorreos. Me acuerdo que tío Al le había reprendido y le habia aconsejado que no se fiara de todo lo que decían. Sonreí al recordarlos discutir. ¡Vaya par!