CAPITULO 6: ¿PERO QUE NARICES...?

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PVO ROSSLYN

-Así que le dije a mi madre que me iba a tatuar a Gandhi en el culo... ¡Tierra llamando a Ross!- dijo Deirdre sacudiéndome.

-Perdón, ¿que decías?- Deirdre puso mala cara. No le gustaba cuando me quedaba en el aire. Decía que me hacia parecer rara.

-Decía que en cuatro días es tu cumpleaños y tenemos que celebrarlo. No se cumplen dieciocho años todos los días.- Di parecía mas emocionada con mi cumpleaños que yo misma. ¡Como me dolía la cabeza! La herida del brazo ya se me había curado, habían pasado dos días. La cola del cine se movió.- ¿Vendréis, verdad?

-Claro. No me lo perdería por nada.- dijo Katerina riéndose.

Habíamos decidido hacer una sábado de chicas. Tio Al había llevado a Aria y a Derek a Portland. Tenia que buscar algún recambio para un coche y Derek tenia que recoger unas cosas que había encargado el entrenador. Aria simplemente iba para hacer turismo. Habíamos comido en mi casa. A tía Lorey le agrado mucho Katerina, aunque era normal. Se notaba que tenia don de gentes. Tía Lorey tenia que trabajar en el restaurante, así que decidimos ir al cine.

El cine Nerds era en realidad un autocine. Había una zona donde se podían aparcar los coches y otra para las personas que preferían sentarse en el césped. Normalmente, ponían películas atrasadas. Una vez a la semana ponían algún estreno. En el pueblo había otro cine, pero era pequeño y estaba un poco destartalado. Y la verdad es que la gran mayoría prefería venir a Nerds. Cerca de donde se hacia la cola había un muro donde la gente escribía cosas absurdas, como el típico “Tonto el que lo lea”, alguna declaración de amor, incluso rimas absurdas como “Los filipinos son divinos” o “Hasta en este humilde rincón el mas hombre se baja el pantalón”.

Ya era nuestro turno. Pagamos la entrada y nos sentamos en un extremo del campo, donde Deirdre y yo solíamos sentarnos. Había un puesto de palomitas y refrescos. Deirdre había ido a buscar algo para picar. Katerina se sentó junto a mi mientras observaba el entorno.

-¡Vaya! Me gusta este sitio. ¿Que película veremos?- pregunto Katerina contenta. Me puse a meditar.

-Haber... la alcaldesa hablo con el señor Cooper y decidieron que irían alternando el genero de las películas para que hubiera para todos los gustos. El sábado pasado toco acción, de echo fue Rocky II, así que supongo que hoy pondrán o alguna película romántica o de comedia. Normalmente suelen ser películas buenas. Los lunes establecimos el día de las películas malas.

-¿Películas malas?- Kat parecía divertida.

-Si. Esas películas que están mal echas o que son absurdas pero que igualmente dan gracia.- ambas nos pusimos a reír.- Y los domingos ponen películas de terror.

-A esas tengo que llevar a Erik y Braden. Les encantan.- sonreí ante la mención de sus hermanos. ¿Que clase de películas le gustaría a Alessandro?

Deirdre llego al rato con un gran buncke de palomitas y una botella grande de agua. Las luces se apagaron y comenzó la película. Al final había puesto una comedia romántica, “Como en casa en ningún sitio”. Básicamente trataba de una pareja, Reese Whiterspoon y Vincent Vaughn (que por cierto no me daba gracia), que prefería estar de vacaciones antes que ir a celebrar las navidades con sus familias. Pero un día, el karma les fastidia sus planes y tienen que estar con sus raras familias en Navidad. Ya la había visto, pero era entretenida.

PVO ANONIMO

Hacia tiempo que había oscurecido. Desde donde estaba podía ver como se iluminaban las caras de las personas gracias a la pantalla de cine. No necesitaba la luz, tenia buena vista. Pero aquello me hizo reconocerla enseguida. La muchacha estaba con otras dos. La rubia que había ido a por las palomitas y la morena, que al parecer era una vampiro. La había sentido desde que llego. La pantalla se ilumino en sobremanera y pude ver como la pelirroja se tapaba la boca mientras reía. Era muy bella. Se parecía mucho a Siobhan. ¡Esa maldita bruja! Le había prometido una eternidad de sufrimiento, a ella y a todos sus descendientes. Y su venganza aun no había terminado. Pero antes, me divertiría con ella.

Beaton HillsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora