Capítulo 31: Verdad

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PVO BRADEN
Saludo desde el porche mientras veo a mi mejor amigo y su familia irse a su casa. Al entrar otra vez en casa, veo a mi hermana hablando con mi otra hermana. ¡Qué confuso y extraño! Verlas hablar tan animadas, como si se conocieran de siempre, me alegra mucho. Claro que también es el efecto que tiene Katerina en las personas. Siempre cae bien.

Subo las escaleras y veo a Alessandro tumbado en su cama, durmiendo profundamente y con la boca medio abierta. Si no fuera por que lo ha pasado mal, le gastaría una broma. Una imagen me viene a la cabeza. Es Rosslyn y Ale paseando en el parque. Debe de estar soñando. Mejor me alejó antes de que el sueño se vuelva más tórrido. Erik también está en su habitación. Esta viendo un programa de cocina. Me saluda cuando paso de largo. Voy al segundo piso. A medida que me voy acercando, oigo el murmullo de mis padres y también la voz melodiosa de Darian, que lleva todo el día con Ansel.

-¿Ha despertado?- pregunto nada más entrar. Mis padres se vuelven a mi y niegan con la cabeza.
-No. Hemos estado leyendo libros, pero no encontramos la forma de despertarlo.- me dice Darian. Suspiro y me pongo triste. Los problemas siempre vienen a pares.
-Cariño.- dice mi madre antes de abrazarme.- Ya veras como pronto encontramos la solución.
-Eso espero.
-Por cierto, enhorabuena. Me alegra mucho saber que vamos a tener una nueva hija.- dice mi madre con alegría.
- Sí, parece inverosímil, pero al parecer mi hermana si esta viva. ¿No os importa que se quede, verdad?
-¡Claro que no! Vosotros sois mis hijos y ella también será bienvenida como tal, si ella lo desea.- contesta Leo con despreocupación mientras me agarra del hombro.
-Gracias... Y ahora id a descansar. Ya me quedo yo con el Bello Durmiente. Tu también Dari.- mis padres asienten y se marchan a su habitación. En mi mente oigo la voz de mi madre:

"Braden... ni se te ocurra gastarle una broma a tu indefenso hermano."

Aunque parezca mentira, hoy no tengo ni el humor ni la inspiración como para hacer bromas. Quiero probar una cosa. Pongo mis manos sobre las sienes de Ansel y me concentró en su mente. Pero al entrar,  esta todo en blanco. Me concentró más, pero la mente de Ansel sigue tan inaccesible como antes.

-¿Ves algo?
-No... no puedo.- le contesto a mi hermano.- Es frustrante.
-Es como muy Crepúsculo. Ansel se ha convertido en tu Bella.- No puedo evitar reírme ante el chiste de Erik.
-¿Las chicas siguen abajo,  hablando?
-No...- me giro para mirar a mi hermano con sorpresa.- Ahora están en el cuarto de Kat. Dari se les a unido y al parecer van a hacer una especie de fiesta de pijamas.
-¡Qué raro!- digo con sarcasmo.- Sí siguen así, van a gastar todos los temas de conversación de una eternidad.
-Kat tiene temas para cuatro eternidades.- vuelvo a reírme ante las palabras de Erik. Al fondo hay unas butacas y nos sentamos en ellas. Estamos un rato en silencio, hasta que al fin Erik dice algo.- Sabes? Desde que llegamos a este pueblo nos ha pasado de todo. Creo que es el sitio donde más problemas hemos tenido.
-Bueno, tampoco ha sido todo tan malo. Alessandro finalmente encontró a su chica.
-Es verdad.- dice Erik.- y tu a tu mejor amigo.
-Y tu a la tuya.- ambos reímos al recordar a Aria.
-Katerina encontró a su chico. Incluso papa y mama parecen estar más cómodos en este pueblo que en otros.
-Encontramos a Skylar...- dije con voz entrecortada.
-Nos encontró Skylar.- asentí ante el cambio de palabras.- Me alegra teneros a los dos. Estos setecientos años se han echo más fáciles contigo a mi lado y ahora que está Sky... Los próximos setecientos irán mejor.
-Lo hemos pasado bien.- digo al recordar todo los buenos momentos con mi hermano mayor. Erik se pone serio y no puedo evitar leerle la mente.- Ni se te ocurra pensar eso. Tu no tienes la culpa.
-Brad, no puedo dejar de pensar  en que si yo hubiera sido mejor líder,  ninguno de los tres hubiéramos muerto.
-Fuiste y sigues siendo un gran líder. ¿Acaso no hablan los libros de historia del gran Erik Haraldson, líder del pueblo Vikingo del norte de Danelag? ¿No fuiste tu el que se quedo atrapado en Svalbard cuatro días con apenas cinco años? Ayudaste al pueblo a mejorar y nos protegistes de incontables peligros.
-Padre era mejor...
-Padre era un bárbaro.- dije de sopetón. Ambos reímos.- Tú siempre tuviste una sensibilidad especial para comprender y entender tanto a los fuertes como a los débiles. Hemos tenido más paz contigo que con padre.
-¿Lo dices en serio?- dice mi hermano con un toque de alegría en sus ojos.
-Al cien por cien.- conteste apretadole el hombro.- Y ahora... a intentar despertar a la princesita.

Beaton HillsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora