Capítulo 23: Regina

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PVO BRADEN

Queda menos de una semana para que sea una de mis fiestas preferidas. Halloween. Siempre me ha encantado. Disfrazarse, asustar a la gente, chicas sexys... Erik compartía la misma pasión por esta festividad, aunque también prefería San Valentin.

"Qué vestido más feo lleva esa. Le hace gorda."
"Qué guapa. Ojalá saliera conmigo."
" X es 8, lo elevamos a 3..."
"Bibidi-babidi-boo."

¡Dios mio! Como puede ser que la gente piense cosas tan estúpidas. Cierro la mente para evitar el cacareo de los alumnos y me dirijo a la mesa donde esta el resto de mis hermanos. Y como siempre, me siento entre Rosslyn y Deirdre. Entre chicas, como a mi me gusta.

- ¿ Todo bien, Brad?- me pregunta Kat.
-Sí... me duele un poco la cabeza. Pero nada más.- me frotó las sienes calmando el dolor y evitando otras cosas. A veces cuando me duele la cabeza, me entra mucha sed. Y ahora tengo mucha. Y sin darme cuenta, me he quedado mirando fijamente el cuello de Deirdre.
-¡Braden!- oigo que grita Ansel, pero no le hago caso. Entonces oigo como me grita en mi mente y entonces reaccionó.
-¿Qué?- digo a la defensiva. Ansel me echa una de sus miradas de reproche y empiezo a sentirme culpable. Podría haberla atacado ahí mismo. Sacudo la cabeza alejando la idea y también a mi mismo de ella.
-Este año celebraremos la fiesta en el antiguo cine. Hace tiempo que no se usa y con los arreglos necesarios, dará mucho miedo.- dijo Deirde con alegría.
-¿Ya tenéis disfraces?- pregunta Katerina dándole un mordisco a un sándwich de pollo.
-Pues... no del todo. Estaba pensando ir de alguna reportera famosa, con toques macabros.
-Vaya, al menos ya no serás Cleopatra. El año pasado tuviste un problema con ello.- dijo Rosslyn riéndose de su amiga.
-No era mi culpa que Raven también fuera de Cleopatra y mucho menos que me quedara mejor.- nos reímos ante el tono ofensivo de Deirdre.
-Por mi parte, mi tía y Aria se encargan de eso. Yo iré de pirata.
-¿Nada cursi?- se río Alessandro.
-Nada cursi.- repitió Rosslyn sonriendo.
-¿Vendreis, no?- pregunto Deirdre con esperanza.
-Claro que iremos. No nos lo perderíamos por nada del mundo.- respondo con entusiasmo y mi mejor sonrisa.

PVO ARIA

Estamos en la única tienda decente de disfraces de Beaton Hills. Regina nos ha acompañado para comprar disfraces.  Dice que a sus hijos les encanta esta fiesta, igual que a mi.

Hemos encontrado el disfraz de pirata que Ross nos ha pedido. Es muy chulo. Para mi tío, le he elegido un disfraz de Thor. Siempre he dicho que tiene un gran parecido con el. Aunque no me decido. El disfraz a lo Toretto molaría. Es de su rollo. Mi tía a elegido uno de espía,  a lo Viuda Negra. Muy sexy. Y yo... iré de Katnnis Everdeen. Aplausos, aplausos, ovación. Me queda divino y estoy bien metida en mi papel.

-Aria, ven ayudame a elegir.  Es para mi marido. Que le pegaría más,  ¿el de Lobezno o el de vaquero?- me pregunta Regina sosteniendo ambos disfraces.
-Pues... el de vaquero. Sin duda. Lobezno...- luce mejor cuando lo lleva Hugh Jackman.

También he ayudado a buscarle uno a Erik. Estuve entre el de príncipe azul y dios olímpico. Pero al final decidí que Willy Wonka era más adecuado para el. Dulce y alocado.
Ya tenemos todos los disfraces, así que salimos a dar un paseo. Al final terminamos sentadas en una de las mesas de camping del parque, con un batido entre las manos.

-Bueno... no se si debería meterme pero... dime, ¿hay algo entre Alasdair y tu?- empieza a decir Regina con curiosidad. La mujer ha echo la pregunta con la que he soñado durante siete años. ¡Bendita sea!
-No. No hay nada.- balbucea mi tía haciendo muchos aspavientos.- Están los niños y nada más.
-Mira llevo mucho tiempo viva y se percibir cosas. Y cuando estáis juntos percibo cierta atracción. Alasdair es un hombre muy guapo y fuerte y...
-Valiente, divertido. Tierno.- dijo mi tía con cara de ensueño. Parpadeo un par de veces y nos miro a Regina y a mi de hito a hito.- Pero esto no quiere decir nada. Haber, cuando mi hermana estaba prometida con Ewan,  intentaron emparejarnos. Obviamente nos negamos. Pero he de reconocer que al principio me he sentido atraída por el. Pero eso fue hace mucho tiempo.- me echa una de sus miradas asesinas al ver que la miro con la boca abierta. ¡Mi tía a tenido pensamientos románticos con mi tío! Esto es un gran paso.
-Te voy a contar una historia.- empezó a decir Regina.
-¿Una historia?  ¿Sobre quien?- pregunte dando sorbitos de mi bebida. Me encantan las historias.
-La mía.- mi tía y yo la miramos sorprendidas. Siempre habíamos sentido esa curiosidad.- Veamos. Cuando era humana, yo provenía de una familia de brujas. Muy parecida a los poderes de los Brennan. Eramos una familia de buen nombre y fama. Mi madre era bruja y me enseñaba todo lo que podía. Mi padre... el no era brujo, lo único que le importaba era la fama, el dinero y los títulos. Le molestaba que su única hija se dedicará a esas cosas raras. Quería que me convirtiera en una señorita. Así que, un día decidió casarme con un marques y alejarme todo lo posible de mi madre. Poco después, me enteré de que quemaron a mi madre en la hoguera por bruja, y había sido mi padre el que la había traicionado.
-Lo siento mucho.- dijo mi tía apretandole la mano. Me daba mucha pena.
-Me gustaría decir que mi vida fue perfecta con Jean Louis. Pero no fue asi. Con dieciséis me convertí en la Marquesa D'Amount y a los diecisiete me convertí en madre. Mi única alegría. La llame Katerina por mi madre. Después de Kat, me volví a quedar embarazada.  Pero todos los bebés morían. En total fueron tres. Jean me culpaba y se pasaba todo el día borracho y con fulanas. A veces me pegaba. No lo soportaba más. Así que un día,  cogi a mi hija y nos escapamos. Al poco, enferme. Por aquel tiempo, sabia hacer pociones curativas, pero no tenia este don de ahora. Tenia la peste. Habia dado mi ultima pocion a Katerina para protegerla, pero yo... La deje en frente de una iglesia y me marche.- en esta parte me puse a llorar. Pobre Katerina. Pobre Regina.

》No tenia esperanza de vida, así que me acerque al puente más alto y me lanze. Desperté seca en una habitación desconocida. La primera persona que vi fue a Leopold. Tan guapo y elegante. Con el estaban dos jóvenes preciosos que me sonreían y que hacían todo lo posible por hacerme sentir mejor. Me explicaron todo lo que había pasado y curiosamente me lo tome a bien. Era una vampira. Recupere a mi hija y creció en la familia que creamos hasta que ella misma decidió ser convertida.
-Es una historia increíble, pero ¿que tiene que ver con lo mio?- dijo tía Lorey extrañada.
-Yo no me enamore enseguida de Leo. Me parecía guapo y misterioso. Juntos criamos a Katerina y de cierta forma, al resto de mis hijos adoptivos. Al ver como se comportaban con ellos, como quería a mi hija como si fuera suya propia,  como me cuidaba y me tenía siempre en cuenta. Eramos una familia. Y para entonces, me había enamorado locamente de él. Si se lo preguntas a Leo, te dirá que el empezó a quererme desde el momento en el que abrí los ojos en su habitación y decidí unirme a el. Es un romántico. Pero me espero pacientemente, hasta que estuve preparada para el.- Regina alargó la mano y se la puso en el corazón.- Tal vez, esto te diga una cosa diferente a esto.- dijo señalando la cabeza.
-Creo que tienes razón.- abrí los ojos ante esa revelación. Tengo ganas de contarle todo esto a mi hermana.

No se levantamos y con un fuerte abrazo, nos despedimos de Reggie. La cara de mi tía tiene un brillo especial. O es por que le da el sol de cara o el batido estaba muy bueno Oí tía estaba a punto de declararse.

Beaton HillsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora