Capítulo 25: Noche de miedo parte 2

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PVO ARIA

-Sueltame,  pedazo de trozo de carne de mula.- grito mientras pataleo. Matt me tiene retenida sobre su hombro, cargada como si fuera un saco de patatas.- ¿Eres tonto o que? ¡Sueltame!
-Tengo ordenes.- respondió Matt sin inmutarse

Dejamos las calles que tan bien conozco y entramos en una casa abandonada. Me sienta en el salón y se va. Así, como si nada. Me levanto y empiezo a pensar una forma de escapar de ahí. Dos chicas entran por la puerta del jardín y como si fuera un impulso, me voy corriendo escalera arriba. Una de las chicas me alcanza enseguída.

-Niña asquerosa. Que no se te vuelva ocurrir escapar.- me amenaza mientras me agarra la muñeca. Me esta haciendo daño.
-Sueltame o grito.- la mujer me apreta mas y suelto uno de mis famosos gritos, potentes y agudos.
-¡Para! Vale, vale.- dice la chica tapándose los oídos.
-¿Qué pasa aquí?- pregunta una voz desde una habitación. De ella sale Nathan.
-Señor.-dice la mujer agachado la cabeza.- La niña se quería escapar.
-¿De verdad?- se agachó y me miró fijamente.- Ella dice que no quieres estar aquí. Pero yo se que tu y yo podemos ser buenos amigos.
-Eres mi enemigo.- digo sacando toda mi valentía.- Quisiste hacerle daño a mi hermana, a mi tío le heriste y también secuestraste a Alessandro. Tu no eres mi amigo.
-Vaya. Que niña más brava. Te voy a decir una cosa,- se acerca mas a mi como si fuera un secreto.- al final tu herma a va a ser mía. Y para conseguirlo, me llevare a todo aquel que se meta por en medio.
-Sí nosotros ardemos, tu arderá con nosotros.- Katnnis no tiene miedo, Aria tampoco.

Nathan se ríe y le hace un gesto a la chica. Esta me encierra en una habitación. Las ventanas esa cerradas con barrotes y en la puerta está la chica, vigilando. Me quedo tumbada en medio de la habitación, mirando el techo y esperando el momento de ser rescatada.

PVO ROSSLYN

Mi tía llora sobre el hombro de mi tío. A pesar de las ganas que tengo, me aguanto y me apoyo en Alessandro,  que me acaricia la espalda, tranquilizadome.

-Veo una casa.- dice Ansel. Estamos en una zona apartada y desierta de la calle. No corremos el riesgo de ser oídos,  al menos eso creo.- Esta cerca... No tiene miedo.
-Esa es mi Aria.- murmura Erik con una leve sonrisa.
-Es muy valiente. Nathan esta en la misma casa. Noto su esencia. Hay más gente con el. Vampiros y brujas.- se que Ansel se está esforzando al máximo por encontrarla, al igual que Braden, que está sentado en el bordillo apretandose las sienes.
-Pobrecita. Es solo una niña.- se lamenta Regina.
-¡La encontré!- grita Braden victorioso.
-¿Donde esta? ¿Esta bien?- pregunta tía Lorey secándose la cara.
-Dice que esta bien. No le han echo nada. La han encerrado en una habitación.
-Esta tumbada mirando el techo.- añade Ansel.
-Preguntale si sabe donde esta.- dije con esperanza.
-Dice que no. Pero... dice que fue Matt.
-¡Matt!- exclamamos mi tía y yo.
-Ese hijo de perra, ha secuestrado a mi niña.- dice mi tío escupiendo cada palabra.
-Dice que por lo poco que puede ver desde la ventana, es una casa parecida a la vuestra pero de color... rojo. ¿Os dice algo?- pregunta Braden con incredulidad.
-Debe haber como cinco o seis casas rojas.- responde Derek.
-Clarence, n°102.- dice Ansel. Mi tío se levanta y lo agarra por los hombros.
-¿Estas seguro?
-Sí.

PVO BRADEN

"Aria, tranquila. Estamos en camino".
"Tranquilo. No me moveré de aqui".

Me alegra saber que la pequeña esta bien. Nos hemos puesto en camino. Por lo que sabemos, Nathan a reclutado tanto a vampiros como a brujas. No sabemos el número exacto, así que incluso Lorey y Alasdair se aprovisionan bien de estacas y otras armas.

Estábamos frente a la casa. Nos habíamos separado en tres grupos. El primero, compuesto por Erik, Alasdair, Leo y Katerina irían por la parte de atrás, se abrirían paso luchando hasta la casa si hacia falta. Lorey, Regina y yo iríamos por la puerta principal. Ibamos a ser la distracción.  Haríamos salir a todos de la casa mientras Ansel, Rosslyn y Alessandro intentaban sacar a Aria. Habíamos decidido que Derek se mantuviera escondido. Si olían que había un lobo merodeando sospecharian.  Ya lo harían al ver quien tocaba su puerta,  no le añadamos más cosas.

Beaton HillsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora