Capítulo 30: Skylar

128 12 1
                                    

PVO ALESSANDRO

- ¿Cómo están los tíos? ¿Y Aria?-pregunto Ross.
- Están todos bien, preocupados por ti. Aria no se a separado ni un momento de Erik.- contesto su hermano mientras le acariciaba la mejilla.- Me alegro tanto de que estés bien.
- Y yo.- le dijo dándole un beso en la mejilla.

Estábamos en la camioneta de mi padre, conduciendo a toda pastilla para llegar a casa cuanto antes. Y lo agradecía mucho. Estoy muerto de hambre. Me estoy volviendo loco. He empezado a salivar al oler la sangre salir de una herida de Rosslyn.

-¿Estas bien?- me dice una voz dulce. Miro hacia arriba y me topo con los ojos verdes de mi novia, que está sentada encima de mi. No me he dado cuenta de que me había quedado absorto mirando la herida.
-Emm... si, si, estoy bien... un poco cansado... y...- contesto lentamente. Veo algo de sorpresa en la cara de Ross cuando pone sus manos en mis mejillas.
-Y hambre.- añade ella. Seguramente se me nota en la cara y de ahí la sorpresa.
-Sí,  pero no pasa nada.- digo para quitarle importancia.
-Sí quieres... yo podría darte...
-¡No!- le cortó.- Me niego a correr riesgos. Aguantaré.- y como respuesta, me da un beso.

En el asiento del copiloto, esta sentada Katerina y al fijarme en ella,  veo que ella prefiere centrar toda su atención en otra persona. Derek no para de sonreírle cuando  no está hablando con su hermana. A parte de la sangre, me huele a que en mi ausencia a pasado algo más. Estiró un poco la cabeza para poder ver a Skylar. Tiene la cabeza apoyada en el cristal y parece que se ha dormido. Pobrecita, debe de llevar una semana encerrada.

-¿De que la conocéis?- pregunta de pronto Katerina.
-Pues la verdad es que de casi nada. Apareció de repente cuando nos atacaron en casa. Luego... desapareció.- contesto Rosslyn encogiendose de hombros.
-Pobre, esta agotada.- dijo Derek con compasión.
-Braden la conoce.- hablo mi padre por primera vez.
-Eso parece.- apostille. Como no cambiamos todos en el coche, Braden había tenido que ir a casa corriendo. En cuanto llegáramos, tendríamos un conversación.

PVO ARIA
-Israel.
-¿Cómo lo has sabido?- pregunto Erik con incredulidad.
-Me gusta leer. Una vez leí en un artículo que hablaba sobre la vida de Einstein y en ese artículo hablaba de eso.- conteste con un toque de victoria.
-Pensaba que solo leías novelas.- se quejo el rubio con un puchero.
-Entre otras cosas. Y yo pensaba que los vampiros lo sabían todo. ¿Quieres la revancha?- dije poniendo las fichas en la casilla de inicio.
-Por supuesto. Y para que te quede claro, los vampiros no lo sabemos todo.- se lamentó.
-Me he dado cuenta.- me burló, con lo que me llevo una mirada aguda y desafiante.

Llevo encerrada en mi casa todo el día. Se que tía Lorey esta con Regina atendiendo a Ansel, que está malito, Derek esta con Katerina, como siempre; y tío Al... pues no se. Me consuela estar con Erik. Pero me siento como como Rapunzel encerrada en su torre, como Katniss en los juegos, como Cuatro en un espacio cerrado o como Quasimodo en el campanario. Entiendo que es por mi seguridad... Pero quiero que todo acabe pronto, quiero que todo vuelva a ser como antes.

-Aria...- dice Erik con dulzura. Me abraza cuando me ve llorar. No me había dado cuenta de que lloraba.- Tranquila...
-Quiero que todo vuelva a ser como antes.- digo entre lágrimas.
-Cariño, dudo que las cosas vuelvan a ser como antes. Pero te prometo una cosas... las cosas irán a mejor.
-¿Cómo lo sabes? ¿Lo ha visto Ansel? Por que ahora mismo...- digo sin confianza. El suelta una leve risa grave y me da un beso en la mejilla.
-No, Ansel no ha visto nada. Pero suelo tener presentimientos. Y creo que cuando pase todo lo malo... pasarán cosas buenas.- dice con tal convicción que le creo.- Tras de la noche más oscura...
-...sale el sol.- digo terminando la frase. No lo puedo evitar, así que sonrió y luego le vuelvo a abrazar.- Gracias, Erik. No me dejes nunca.
-Nunca.- de pronto suena su móvil.  Es un mensaje.- Tenemos que irnos.- cuando ve mi cara de confusión,  el me sonríe.- Rosslyn a vuelto.

Beaton HillsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora