XIX |Renegados|

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Las cosas están realmente mal.

—No pueden controlarlo, llevo semanas investigando y apenas he encontrado avances —Jin luce preocupado, eso me alerta aún más de lo que me gustaría admitir—. Son fuertes Jungkook, más fuertes que cualquiera de nosotros, y lo peor del caso no es eso, porque entonces solo tendríamos que hablar, como antes ¿recuerdas? Como lo hacíamos antes. Pero es que ellos no razonan, son malos.

—La corte también lo es, explotan a los de su misma especie, y ni hablar de lo que les hacen a los humanos.

Jin suspira ante mis palabras y luego me mira.

—No Jungkook, no lo entiendes, los de la corte podrán ser ambiciosos y malvados, pero esto es diferente, ellos son sádicos, les gusta ver a otros sufrir por mero placer, no conocen lo que significa la justicia, por más mala que esta sea, son como animales salvajes, pero con un instinto sádico dominante, es su principal función básica, su naturaleza.

No me cuesta mucho creer sus palabras, yo los he visto con mis propios ojos, soy consciente de lo que esos monstros pueden hacer.

Los del desierto.

Jin se pasa las manos por su blanco cabello, un signo claro de desesperación, tal vez piensa que soy un tonto humano que no entiende la situación en la que estamos. Sin embargo, para mi buena o mala suerte yo he estado aquí desde que todo se fue a la mierda, he sido testigo de muerte, sufrimiento y destrucción, observé cómo el mundo fue muriendo y también de como volvió a renacer. Se más de lo que él cree, solo que no quiero que se dé cuenta de eso.

Como dije antes, el que te crean un tonto es una ventaja que no estoy dispuesto a perder.

—Está bien entiendo, supongo que ellos fueron los que asesinaron al chico ¿cierto? Por eso ahora están tomando medidas desesperadas, últimamente han estado reclutando a los de pisos superiores para entrenamiento militar, que, ambos sabemos, será un desperdicio, esos chicos no sirven para pelear.

—No te llamé aquí para informarte de lo que pasa, eres lo bastante inteligente para deducirlo por ti mismo. Y estoy seguro que si las cosas se ponen feas te vas a largar mientras todo se va al carajo.

Él tiene razón, pero decido fingir indiferencia.

Si los habitantes del desierto llegan entrar a la región hielo todo se acabó.

—Entonces dime qué demonios quieres. —escupo con brusquedad.

La habitación parece mas pequeña, a pesar de que solo estamos nosotros dos, afuera están sucediendo muchas cosas, y sé que no debería comportarme así, Jin sabe que voy a la zona roja con frecuencia, y si él habla estoy muerto, sin embargo, no puedo ser amable con él, no puedo permitirme ser débil, no ahora. No cuando mi humanidad resultar ser una clara desventaja frente todo.

Jin se pone de pie y luego habla.

—Es Lucian —dice y yo levanto una ceja— entró a mi laboratorio y revisó mis papeles, él sabe que los que viven en la zona roja son la solución a nuestros problemas, sabe que su sangre nos volverá mas fuertes, cree que si logramos inyectar a todo el ejercito podremos luchar contra los del desierto.

Todas mis alertas de activan cuando escucho lo último, y Jin lo ha notado pues me lanza una mirada de advertencia.

—Déjame terminar que se pone peor —suspira— está recolectándolos, los están drenando.

¿Qué?

No

No

No puede ser

ÉXODO (Apocalipsis II)- KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora