Capítulo 18

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¿Alguien alguna vez tuvo aquella sensación devastadora al despertar de un bonito sueño? De esos que te dan deseos de volver a dormir y retomarlo donde lo dejaste, pero ya no se pude porque acabó.

Así estaba Tobio.

Miró por última vez la casa entre los árboles, observando con inquietud y dudando irse.

Apretó sus manos entre sí y, reprimiendo todo en su interior de quedarse, empezó a perderse en el bosque. Caminando con la mirada al frente, sin prestar atención a las personas detrás de él.

Su mente estaba en blanco. Tenía la mirada perdida. ¿Y ahora? ¿Qué debía hacer? ¿Cómo podía arreglar las cosas? No. ¿Siquiera podría arreglarlas después de todo el sufrimiento que le causó a Shōyō?

No, ni siquiera él mismo podía perdonarse.

Los licántropos se miraron entre sí, comunicándose con la mirada. Luego, cuando ya no encontraron una respuesta, miraron a Sugawara. Él les dirigió una mirada sin mucho ánimo y luego se adelantó para caminar junto a Tobio.

Kōshi lo miró por unos segundos. Apretó un poco sus labios antes de atreverse a hablar.

— Anulemos el matrimonio.

Tobio paró de caminar y conectó sus ojos con los de Kōshi.

— No. Seguiremos con el plan, no importan las circunstancias.

— Pero ese humano...— bajó la mirada — Puedo arreglármelas, Da- — se calló, recordando a los licántropos que estaban a unos cuantos pasos de ellos.

Tobio les dirigió una mirada gélida.

— Regresen al palacio.

Atsumu y Osamu se marcharon enseguida, dejándolos a solas.

— Los dos podemos por nuestra propia cuenta.

Kōshi siguió hablando. Tobio despeinó su cabello, frustrado. Dio unos cuantos pasos, luego media vuelta y lo miró otra vez.

— ¿Por qué crees que acordamos casarnos en primer lugar? Si hubiera estado seguro de que tanto Daichi como tú estuvieran a salvo, nunca habría sacado el tema. Además, heredar el trono tampoco habría bastado para mantenerlos a salvo. Están esos vejestorios. Y mi madre todavía seguiría siendo una fuerte influencia como reina.

Empezaba a estresarse, su cabeza no paraba de pensar posibilidades y empezaba a agobiarse con tantas cosas.

Dirigió su mirada al vientre de Kōshi y un suspiro salió de sus labios.

— Necesito poner en orden mi cabeza.

Se pusieron en alerta al escuchar el movimiento de unas ramas y pronto tuvieron a una persona a su lado.

— El rey mandó a buscarlo, dice que ya es suficiente aire libre.

Tobio miró al cielo, aunque había unas cuántas nubes ya no estaba tan oscuro como horas atrás, ni gris como días anteriores. Tomó una gran bocanada de aire.

— Daichi.

El guardia bajó la cabeza al llamado del vampiro. Kōshi, que estaba al lado de Daichi, se rió al ver tal disciplina. Llevó sus manos al cabello de Daichi, enredando sus dedos en cada mechón.

— Prepárate. Voy a anunciar el embarazo de Kōshi, eso hará que tanto el matrimonio como la coronación se adelanten.

Ambos se sorprendieron, mirándose el uno al otro. En cambio, Tobio se adelantó y empezó a saltar por las ramas.

Aunque hizo varias cosas en el último tiempo, como juntar a todos los vampiros que mantenían su lealtad en él y tenerlos a su lado cuando sucediera el trono.

Rompecabezas | Haikyū!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora