Tocó el agua para sentir su temperatura. Estaba cálida y perfecta para meterse. Se puso de pie y miró al chico a unos pasos. Estuvo en silencio, tenso y miró al suelo todo el tiempo, Shōyō quería remediar eso.
No tenía por qué bajar la cabeza.
Tocó su hombro para que lo mirara, ya que supuso que con solo llamarlo no serviría para traerlo a la realidad.
Tadashi le sostuvo la mirada al alzar un poco la cabeza, aunque le costaba un poco.
— Date un buen baño. — sonrió — Quedarás como nuevo.
— Uh, y-yo...— su labio inferior temblaba, sus ojos se humedecieron y pareció querer decir algo. Pero apretó los labios y negó en silencio.
Shōyō palmeó su cabeza despacio.
— Iré a traerte ropa mientras.
Al salir del baño, dio un gran suspiro y observó a Yachi mirarlo desde la cocina. Ella tenía una expresión más relajada que momentos atrás, pero aún se podía apreciar en sus acciones que no estaba del todo tranquila.
— ¿Todo bien?
Shōyō elevó ambos hombros y se dirigió a su cuarto. Un futón ya colocado a un lado de su cama, donde él dormiría para dejar la cama a Tadashi.
No le molestaba, al contrario, se sentía bien al haberlo sacado de las manos de ese hombre.
Estaba bastante aliviado por haber sido capaz de escuchar a esas señoras hablar. En ocasiones, ser cahuinera puede ayudar. Algunas veces, claro.
La mayoría de las veces sólo servía para pasar malos ratos y disgustos.
Tomó lo más grande que tenía de su ropa, pero sólo pudo encontrar un pantalón ancho. Hizo un puchero pensando en qué hacer.
— Mamá. — llamó a Yachi cuando llegó a la cocina, ella lo miró — ¿No importa si le saco una de las camisas de mi madre? Es para Tadashi, no logré encontrar alguna mía de su tamaño.
— Claro, anda.
Asintió y ya con una camisa más acorde, fue al baño tocando antes de entrar. Abrió de a poco la puerta, observando al chico en medio de la bañera de madera, sentando y abrazando sus piernas.
Shōyō dejó la ropa a un lado y se acercó a él, pudo ver un claro moretón en sus hombros y varias heridas. La sangre seca mezclándose y disolviéndose en el agua.
— ¿Necesitas algo? — murmuró, hincándose a su lado y Tadashi lo miró.
— Gracias.
Apenas fue un susurro, casi inaudible, pero Shōyō lo escuchó. Los ojos de Tadashi no tardando en dejar salir unas lágrimas, que el chico estuvo aguantando.
Shōyō lo abrazó casi de inmediato, sin ser demasiado brusco, mientras posaba una mano en su cabeza para acariciar su cabello.
— Debiste vivir un verdadero infierno con ese hombre. — sobó su espalda — Pero ya pasó. Él no te va a tocar más, ni siquiera acercar a ti. Ni a ti ni a tu bebé.
Tadashi asintió, apretando la mandíbula y dejando salir sollozos que poco a poco se convirtió en un claro llanto.
— No es la primera vez que quedo encinta. — habló bajo ya que era bastante tarde.
Estaban sentados en el sillón, el uno al lado del otro y Tadashi estaba acariciando su vientre.
— Quedé tres veces embarazado antes.
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Rompecabezas | Haikyū!!
FanfictionEn una época donde los seres sobrenaturales reinan Shōyō es un humano común y corriente, viviendo con sus madres, Yachi y Kiyoko, casi a las afueras del reino gobernado por una familia de vampiros. Teniendo una panadería que los sustenta, dándoles e...