Capítulo 16.

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Me he hospedado en uno de los mejores hoteles de la ciudad. No creo quedarme por mucho tiempo. Tengo varias cosas que resolver en Washington, sobre todo, proteger a mi madre. Paul ha estado ayudándome con todo lo que necesito para dar con los sujetos que han estado molestando a Jacob.

Luego de varias pistas y recopilaciones de datos, ya tenemos una dirección.

Llevo un traje de tres piezas y muchas armas dentro de los múltiples bolsillos de mi gabardina. Me coloco guantes negros y todo lo que necesito para enfrentarme a quién sabe cuántos en ese lugar. Al salir, voy al estacionamiento y ahí está Jacob, esperándome.

Va vestido a un estilo parecido al mío. Usar gabardinas, es otra cosa muy común en nosotros.

—¡Vaya! Veo que no has perdido el sentido de la moda. Menos mal. — comenta.

— ¿Nos podemos ir ya? — estoy harto de sus conversaciones sin sentido. Necesito terminar con esto y regresar a Washington cuanto antes.

Subimos al vehículo y conducimos.

Es una zona apartada del centro de la ciudad. El lugar perfecto para esconderse, pero nada de eso funciona cuando se trata de mí. Sean quienes sean, los voy a encontrar. Salimos del coche con nuestras armas en manos. Inspeccionamos el lugar y contamos hasta tres para patear la puerta. Como era de esperarse, ahí están. Al vernos, sacan sus armas y les disparamos antes que ellos a nosotros. Alejamos las pistolas de sus cadáveres e inspeccionamos todos los cajones, buscando algo que nos sirva y nada. Ha sido demasiado fácil. Esperaba algo con más adrenalina.

Salimos sin preocupación alguna y el sonido de muchos gatillos desbloquearse nos inmoviliza.

— ¡Levanten las manos y arrojen sus armas! — nos ordena uno de los grandulones armados.

Hacemos lo que nos piden y se burlan.

— ¿Ustedes no son los más temidos hermanos Connor? — dice otro de ellos con tono burlón.

— ¿Por qué te ríes? No debería darte gracia. — expone Jacob.

— ¿Tienen idea de lo ridículamente inofensivos que se ven ahora?

—Sí, claro, es muy fácil decirlo con toda una manada de tu lado, todos armados y con trajes especiales ¿no? Pero... ¿qué tal si les propongo algo más divertido y justo? — espero salirme con la mía.

— ¿Qué? — por la cara que traen, sé que les he herido un poco el ego.

—Suelten las armas y peleemos a puño limpio. Recuerden que llevan más ventaja porque nosotros solo somos dos, ustedes muchos. Será pan comido. — los convenzo y luego de mirarse entre todos, aceptan el reto. No sé si son hombres de Williams, Charles o simplemente son parte del grupo que acabamos de asesinar.

Se truenan los dedos y agilizan mientras nosotros estamos completamente quietos.

— ¿Cómo en los viejos tiempos? — me pregunta Jacob.

—Como en los viejos tiempos. — repito sus palabras. Nuestras peleas dentro de prisión eran similares a este momento. Corren hasta nosotros y esquivamos todos sus golpes. Ya estamos acostumbrados a esto. Golpe en la cara, esquivo, golpeo su cara una y otra vez, doblo su brazo y le rompo el cuello. Quisiera ser menos brusco ciertas veces, pero si tengo la oportunidad de matarlos, lo haré. Repito las tácticas con cada uno de ellos hasta que solo queda el grandulón.

Me trueno el cuello antes de enfrentarlo. Esquivo sus golpes y cuando logro sujetarlo del cuello, lo aprieto hasta dejarlo sin respiración. Jacob ha terminado con su parte y me observa con ¿sorpresa?

Dangerous People ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora