Capítulo 33.

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Melanie Cross.

Lo último que recuerdo es que Eric llegó a esa habitación después de haberle dado información por la radio y me sacó del lugar junto a Jasper y Javi antes que el presidente. De él se encargaría otro escuadrón. Jasper y Javi fueron trasladados a sus casas en una furgoneta segura mientras Eric me llevaba a mí. Mientras íbamos de camino, dos camionetas más nos emboscaron y no tuvimos escapatoria. Alguien me golpeó fuertemente la cabeza hasta dejarme inconsciente.

Y ahora despierto en una especie de cabaña abandonada.

Estoy atada con cuerdas gruesas de una frágil madera (para mi suerte) del techo. Intento quitármelas, pero parece ser imposible. Al observar el alrededor, noto que hay un hombre en la puerta dando vueltas. Trato de ser sigilosa y empujo la madera hacia abajo con el peso de mi cuerpo hasta romperla. El ruido hace que el sujeto entre y me lanzo contra él rápidamente antes de que use el arma. Le doy una patada entre las piernas, cojo su arma y le disparo en una rodilla. Al menos así me aseguro de que no pueda seguirme con facilidad.

Tengo leves heridas en las muñecas y un inmenso ardor dentro de mi pecho.

Corro sin saber a dónde ir. No conozco estas calles. Aparte de solitarias, el sol ya se está ocultando. Avanzo y avanzo hasta pasar por una pequeña casa. Al oír las noticias, me detengo en la ventana sin que nadie desde dentro pueda verme. Quiero escuchar.

Después de los catastróficos eventos, se informa que el presidente está fuera de peligro. En este momento, los paramédicos y demás servicios, están limpiando y reparando los daños de las calles luego del terrible enfrentamiento. También nos informan que los hermanos Connor, han quedado en libertad luego de llegar a ciertos acuerdos con el presidente y el ministro de defensa. También parece ser que el agente Anderson y la señorita Cross, ex pareja del agente Connor, están desaparecidos. — dice la periodista.

Espero que Eric esté bien.

¡Oh, nos acaban de notificar que el agente Connor ha rescatado a Eric Anderson y en este momento están de camino al hospital! Desde aquí esperemos que esté bien y pueda recuperarse de cuál sea el estado en el que se encuentre. Seguiremos con más boletos informativos después de la pausa. — las últimas palabras dan punzadas fuertes en mi pecho.

Mis latidos se ralentizan y me cuesta respirar. Me tranquiliza que Eric esté bien, pero me molesta que no haya considerado venir por mí. Tal vez sea egoísta, pero todos lo somos. Sé que esta acción significa muchas cosas, pero en este momento, no las puedo tolerar. Lo han obligado a elegir entre muchas personas y yo, todas esas veces siempre fui su prioridad, pero esto es diferente. Cuando se trata de Eric, es distinto. De todos modos, nadie tiene la culpa. Agradezco en el fondo que lo haya salvado a él antes que a mí. Me ha dado muchas oportunidades para entender su vida y lo único que he hecho es juzgarlo, tratar de cambiarlo y decirle qué hacer.

Toda mi vida es una mierda. Desde el principio y cada una de las cosas que me pasan.

Mientras más camino, mis pisadas se vuelven más pesadas. Mis lágrimas casi mojan toda mi cara y el viento me refresca el sudor. Debo verme horrible. Estoy despeinada y aun traigo el uniforme de mesera del restaurante. Mi camino me lleva a un puente enorme y muy alto. Me detengo para observar la fuerza de la corriente. El sonido de las olas me relaja y me hace desear lanzarme desde esta altura. ¿Cuál es la razón detrás de mi sufrimiento? En ocasiones, creo que no merezco a nadie y en otras ocasiones, creo que nadie me merece a mí, y no estoy seguro de cuál de las dos es peor.

Mientras cierro los ojos, me elevo hasta la delicada barandilla del puente, abro los brazos, me giro y me dejo caer, experimentando toda la fuerza del viento contra mi espalda. Solo puedo ver las estrellas hasta que lo último que siento es un fuerte relámpago de dolor por el impacto que he recibido contra las rocas de la orilla del río.

Dangerous People ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora