Capítulo 39.

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—¡Espera, Melanie! No dejaré que hagas un escándalo. — Javi me detiene antes de que llegue a su mesa y descargue mi rabia.

—¿Qué hace con ella aquí?

—¿Sabes quién es?

—Sí, era su abogada en el caso. Tuvimos un pequeño encuentro y no me cae nada bien. — no le quito los ojos de encima. Están algo lejos y no me han visto. Él me está dando la espalda.

—Como tu mánager, no puedo permitir que dañes tu futura imagen con esta tontería. Esperemos y vigilemos lo que hacen. — trata de tranquilizarme.

Respiro profundo.

Quizás hacer eso es lo mejor. Jasper no dice nada, solo me observa con cara de: "Ves, él no te merece". Pero no desconfío de Jack, más bien, no creo en las intenciones de ella. Por eso estoy así, ya que sé que él jamás me engañaría. Pero ¿por qué están aquí? ¿cómo lo habrá convencido de venir a este lugar con ella?

—No dejaré que te tortures así, mejor vámonos. Tenemos cosas que hacer todavía si queremos sacar este proyecto adelante. — opina Jasper y estoy de acuerdo. 

Pagamos la cuenta, recogemos nuestras cosas y caminamos a la salida. En la que, por desgracia, también viene Jack. Viéndolos con tanta rabia, me paralizo como tonta, mientras que él parece estar muy tranquilo y sonriente. No quiero seguir en este lugar, así que salgo rápidamente para no seguir viéndoles la cara.

Oigo que me llama, pero no respondo. Solo sigo mi camino.

—¡Melanie! — me alcanza.

—¡No la molestes! ¿Quieres? — interviene Javi.

—¡Apártate! — lo amenaza. Noto cómo le tiene algo de miedo, pero no se aparta de mi lado.

—Vamos Javi, dejémoslos a solas. — intercede Jasper, llevándoselo a otro lado.

Miro a Sarah, está al lado del vehículo de Jack, esperándolo.

—Será mejor que no hagas esperar a tu cita. — jamás pensé que algo podría enojarme tanto como esto.

—¿Cita? ¿De qué hablas? — ahora se hace el confundido.

—¡Ah, claro! La que siempre piensa mal soy yo ¿verdad?

—Solo estábamos tomando un café.

—¿Por qué razón? ¿De qué tanto hablaban?

—Me llamó porque necesitaba a alguien con quien hablar.

—¡Ah, que bien! ¿Quién eres ahora? ¿Un psicólogo? ¿Cambiaste de profesión?

—Entonces tú sí puedes verte con todo el mundo a la hora y en el lugar que sea y yo no puedo tomar un café con mi abogada. ¿Es eso?

—Claro. Es por eso, ¿verdad? Aceptaste su invitación solo para hacerme sentir lo mismo, ¿no es así?

—Ni siquiera sabía que vendrías aquí. No digas tonterías.

—Sigues viéndote con ella a pesar de que sabes que está interesa en ti. 

—Sigues paseándote con Jasper a pesar de que sabes que me hierve la sangre. — nos quedamos en silencio por algunos segundos. — ¿Nunca nos entenderemos, verdad?

—Anoche parecía que nos entendíamos muy bien. A veces pienso que solo nos entendemos para tener sexo.  — mis últimas palabras vulneran su expresión.

—¿Cómo puedes decir eso? — lo dice con un tono tan decepcionante que me causa dolor. — Solo estoy tratando de ayudar a una amiga de la misma manera que lo estás haciendo con todos ellos. Es decepcionante que pienses que solo puedo ser buena persona para hacerte daño. — me quedo en silencio, con un gran nudo en la garganta que me impide hablar.

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