Salimos directo al estacionamiento del instituto donde estaba aparcado el auto de Addison, que suerte era tener un auto, aunque no me quejaba mucho de tener que caminar, pero aveces me cansaba muy rápido... creo que debo de retomar mis rutinas de todas las mañanas en salir a correr. Recuerdo cuando una vez invite a Addison y ella a los 20 minutos ya no aguantaba más... yo apenas estaba calentando para lo que venía...
—Bien ya no olvidamos nada, ¿cierto?
—Nada —confirmé.
—¿Llevas la ropa mojada? —Preguntó Addison.
—Sí, ya está, ¿podemos irnos? —Le rogué.
—Ok. No perdamos mas tiempo vamos a la biblioteca y después nos vamos de compras. —Se empezó a emocionar.
Aceleró y salimos evitando las miradas de los demás chicos y chicas que nos veían. Encendí el estéreo del auto y comenzó a sonar Mean de Taylor Swift creo que ya había dado en donde había dejado mi disco de Speak Now. Al parecer el karma acababa con su día y empezaba lo mejor. Creo que ya había acabado cuando conocí a Cameron. O eso es lo que pensaba yo.
—¿Puedo subir de volumen al estéreo? —le supliqué a Addison.
—Claro que sí, me gusta la canción.
Salimos del instituto a todo volumen escuchando Mean de Taylor. Que mas podía pedir, simplemente su voz me hacia feliz. Aquella chica rubia había nacido para alegrar mi vida, otra cosa que me gustaba de Addison era que no criticaba mis gustos, los respetaba y hasta terminaban gustándole también.
—¿Y dime tus padres siguen con la idea de ponerte un gorila para que te siga por todas partes?
Lo había olvidado por completo, no quería que un tipo totalmente desconocido para mi, me siguiera por todas partes, menos si era la presencia de un hombre quizá mayor que yo.
—Si, de hecho hoy son las entrevistas. Mi madre me lo dijo antes de salir para el instituto.
—Pues espero que sea por lo menos amable, no quiero que te vea y que se mantenga por lo menos dos metros lejos de ti.
Aveces Addison exageraba en algunas cosas, era típico en ella. Pero ya era la costumbre que en ocaciones no le tomaba tanta importancia.
—Dios, no lo creo —fue lo único que se me ocurrió decirle.
—Si es que se quiere sobrepasar contigo... Dale una buena patada en los huevos. Que sean dos una de parte de ti y una de parte de mi.
Me reí por lo que acababa de decir, Addison estaba loca completamente, pero era mejor que estuviera loca a que fuera una chica odiosa e irritante como Noemí.
—Hay ocaciones en las que dices cosas extrañas, Addison —mencioné entre risas.
—Lo sé, pero también sé que te gusta escucharlas.
En eso tenía razón. No me cansaba de escuchar las locuras que decía. Me divertía realmente con Addison, es la amiga que no cambiaría por nada ni por nadie.
—Me alegra mucho de tenerte como amiga, Addison.
—A mí también me alegra ser tu amiga, Brook y lo digo enserio.
Llegamos a la librería. Su estacionamiento estaba totalmente vacío, a excepción por una motocicleta pero podía apostar a que el conductor o conductora no habían venido a la biblioteca para leer o para traer un libro, estaba casi segura de que habían dejado su motocicleta ahí porque ya no tenían lugar en donde dejarla. Qué gente tan mas tonta. Era una desgracia que hubieran como ellos o ellas millones esparcidos por el mundo entero. Me estremecí mientras pensé eso. Personas normales contagiando su normalidad y aburrimiento a otras personas. Qué horror.
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El Escolta (En Edición)
Romance"Una vez que te enamoras, no puedes salir fácilmente" Brooklyn, una chica que cursa el último año de preparatoria, sufre un incidente saliendo de su instituto. Cuando sus padres se enteran, toman la decisión de contratar a un chico que sea su escol...