Capitulo 11

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Parpadeo muchas veces y me llevo mis manos a los ojos para taparme, Dios, no debieron hacer eso, ¿por qué quería la foto? Maldita sea. Una vez que vuelvo a tener bien mi vista me giro a donde esta Kyle, lo tomo de la mano y lo jalo para que camine y me siga, no quiero que nos sigan fotografiando o algo así, es un poco vergonzoso y raro. Al tocar su mano es una sensación muy linda, me gusta. Es suave al tacto. Cuando ya estamos lo suficientemente lejos de la multitud lo suelto y todo lo que sentí desaparece.

–Gracias –comienzo a decir.

–No hay de que. –Dice amablemente.

Sonríe y yo igual lo hago al verlo a los ojos. Me gusta mucho mirarlo.

–La verdad es que no había visto a la bicicleta.

–Para eso soy tu escolta ¿no?

Si, supongo que si. Seguimos avanzando por la calle, charlamos sobre sus gustos, la música que le gusta escuchar, lo que le gusta hacer en su tiempo libre, Kyle es un chico interesante, me entretiene hablarle, jamás creí que me llevaría tan bien con un empleado, porque a fin de cuentas es eso... Solo un empleado, pero quiero que sea mi amigo. Lo se es un poco extraño por que hace unos días lo odiaba porque no sabia conducir y ahora quiero que sea mi amigo, quizá no tiene lógica, pero la verdad es que en mi cabeza casi nada tiene lógica. Aun así no dejo de pensar en Cameron, me gusta, pero me quiere conocer más y siento que si pasa el tiempo se aburrirá de esperar. Llegamos al parque y nos sentamos en la banca mas cercana que encontramos. Esta un poco vacío el lugar, no tanto, pero algo, hay personas con sus perros o chicos corriendo. Recuerdo que me iba a decir algo sobre mis padres, el temor aun sigue presente. Bien, me preparo para lo que tenga que decirme.

–¿Y qué es lo que me ibas a decir de mis padres?

–Ah, cierto. Casi lo olvidaba...

Su voz suena un poco mal, como si estuviera preocupado.

–Están en el aeropuerto.

¡¿Qué?! Como que están en el aeropuerto, por qué están ahí. ¿A dónde van?

–¿Por qué?

–Bueno, por lo que me contó su padre, tienen que cambiarse de ciudad, ya sabe, por el trabajo de su padre, la empresa lo piensan cambiar a Boston.

Pero, que mierda es esa, por qué hasta Boston. Por que no intenta hablar con el maldito que lo piensa cambiar, que pasara con mis amigos de aquí y el instituto, ya no podré terminar mis estudios, ya no podré graduarme aquí, con mi mejor amiga. Ya no la voy a ver más.

–¿Es enserio? –Digo.

–Es lo que mencionó.

–¿Y tú también te iras con nosotros?

–Supongo que sí.

Dios esto es muy apresurado, apenas voy a terminar la preparatoria y ya piensan hacer ese tipos de cambios drásticos en mi vida de nuevo. Qué tal si pierdo el contacto con mi amiga, que pasara ahora, ya no la veré, ni saldremos de compras, ni nada, a mi me gusta estar aquí. Bueno un poco, pero si me gusta, aquí volví a rehacer mi vida, con excepción del susto que me dieron, pero nada más por eso.

–¿Por qué están en el aeropuerto?

–Me parece que verán a un hombre de vienes raíces, para la nueva casa.

¿Entonces también habrán nuevos trabajadores? Nuevo personal, nueva vida, nuevo todo. ¿Qué les sucede?

–¿Y todo será nuevo otra vez?

–No, los trabajadores que están ahora se irán también, prácticamente todo estará igual, pero en una nueva ciudad. –Dice fluidamente.

Por lo menos eso se quedara así. Pero no comprendo el cambio tan rápido y lo mas raro que no me avisaran ni nada de nada, ni si quiera una pista o algo, nada. No me parece justo para mi, de parte de ellos. ¡Soy su única hija!
Intento cambiar el tema para no enojarme más con las nuevas noticias, decido que lo mejor seria caminar y no pensar mas en eso.

El Escolta (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora