Capítulo 1

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—¡Mamá ya me voy al instituto! —Avise a mí madre y le di un beso en la mejilla despidiéndome de ella.

—Que te vaya bien hija. —Contesto mi madre.

Salí de la habitación de mis padres y me dirigí a la puerta principal. Me sentía mal. Ni siquiera quería ir hoy a clases. No me sentía con ganas de soportar a Matthew y sus absurdos comentarios que ni al caso con el tema, pero tenía que ir obligatoriamente si quería pasar la materia de química para no reprobar y quedarme en clases de recuperación. "Maldita tabla periódica" me quejé.
Cuando me dirigía a abrir la puerta principal; mi mamá llegó por detrás y me tomó del brazo.

—¿Qué pasa? —La mire con cara rara, me había asustado.

—Hoy serán las entrevistas, Brooklyn. —Se le veía nerviosa.

No podía creer que mis padres siguieran obsesionados con lo del asalto. Estaba casi segura de que no iba a volver a pasar. Bueno eso es lo que me metía en la cabeza para creer que todo estaría bien y no asustarme. Había dejado de llevar mis pulseras de oro por unas mas sencillas. Había hecho muchos sacrificios para que no volviera a pasar... definitivamente no le deseo a nadie algo así.

—Mamá, creo que estas exagerando —mencioné.

—No es exageración. Imagínate ¿qué hubiera pasado si te apuñalaba con su navaja? O algo mucho peor.

Puse los ojos en blanco. Pero al instante recordé que no era mi mejor amiga la mujer que tenía enfrente mío.

—Madre de verdad, no volverá a pasar –lo dije con un tono de voz firme para que me creyera.

Mire mi reloj. Ya quedaban sólo veinte minutos para que comenzarán las clases y mi madre aun no me dejaba ir. Genial, ¿las cosas pueden ir peor?

—Bien, no importa, mamá tengo que irme ya.

—Esta bien. Sólo quería avisarte, por si se te hacia raro ver entrar y salir a hombres... desconocidos.

—Claro, nos vemos luego, por cierto pasaré a la librería por unos libros que necesito, me acompaña Addison.

—Por favor, ten cuidado, Brooklyn.

—Lo tendré, no te preocupes por mí, estaré bien... lo prometo. —Y vaya que no soy una chica que rompe sus promesas.

Simplemente mis padres, en ocasiones, exageraban con el papel de proteger a la única hija que tienen y esa hija piense que sólo extreman con lo que le paso hace unas semanas...
Esta vez si salí lo más rápido posible para que mi madre no se interpusiera en mi camino, ya había perdido más de cinco minutos mientras buscaba las llaves y lo peor de todo es que mi auto aún no llegaba del taller. Quizá el choque que le di si lo había lastimado un poco, pero no importaba, porque, después de todo caminar no era un problema para mí.

~

El instituto esta un poco lejos, caminando, pero en auto es sólo como máximo diez minutos de mi casa hasta allá. Addison no podía llevarme porque casi, casi hacia media hora de su casa a mi casa y de ahí para el instituto era más tiempo.
Saque mi iPhone y conecte los audífonos rosados, me los coloque y puse a todo volumen el nuevo álbum de Taylor Swift. Me encanta escuchar a Taylor, sólo por la única y simple razón de que ella es la mejor cantante para mí. Habían más cantantes y grupos, pero si me pedirían que los calificara del uno al diez en cual es mi favorito, sin dudarlo aquella chica talentosa esta en primer lugar, sin pensármelo dos veces.
Estaba cruzando la última calle para llegar al instituto, cuando de repente sin mas, un loco paso casi atropellándome. El chico que conducía el auto freno con tanta fuerza que por unos centímetros su cráneo atravesaba el parabrisas. Abrió la puerta y bajo del anticuado auto negro.

El Escolta (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora