Capitulo 23

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Volviamos de regreso al hotel en el que nos habíamos estado hospedando, la cena fue algo maravilloso, Kyle tiene ese talento de hacerme sentir verdaderamente a gusto con él y de verdad se lo agradecía. El clima allá fuera esta realmente frió. No sabia que  Washington es frío, me encogí de hombros sin tomarle importancia a eso.  La calefacción esta en el nivel 4, falta poco para que llegue al máximo.

—¿Te gusto la cena? —Pregunto Kyle finalmente.

— Fue lo más maravilloso de mi vida.

— Me agrada lo que me dices. Estaba muy nervioso.

Kyle nerviso ¿cuándo no?

—¿Por qué? Todo estuvo muy bien planeado me imagino yo.

Él sonríe y por lo visto, si, estuvo planteándolo hace tiempo. Kyle siempre buscando lo mejor para mi, aunque quizá y no lo merezca o tal vez solo hace para quedar bien con mi padre y tener cartas de recomendación. Solo espero que no sea esa la razón por la cual hace todo este tipo de detalles conmigo. Yo se que, tal vez, en el fondo el siente lo mismo por mi que yo por él. Pero claro, luego esta la tal Lillian, con solo pensar en su nombre me da nauseas, porque esa chica después de un tiempo vuelve a buscar a Kyle... Y si la razón a esta nueva búsqueda por Kyle es que, como ahora tiene un mejor empleo con mejor paga, la muy tonta se quiera aprovechar de él. Yo me opongo a eso, no permitiré que sea esa la razón por la que ella esta buscando a Kyle. La verdad no se me hace justo que la muy idiota lo este buscando por eso, pero si esa es la razón , creo que no puedo hacer nada para evitar que ella este presente en su vida, quizá fue su pasado, pero aun sigue aquí, la diferencia es que yo quiero ser su presente y futuro, pero tal vez el no se da cuenta de eso.

—No te equivocas, en mis tiempos libres pensaba en esta noche... ahora que paso y todo fue perfecto me siento muy bien.

Sonrío, porque no sé que otra cosa hacer al respecto, ¿que es lo que hace conmigo Kyle que me gusta tanto?

  —¿Estas lista para irnos ya para irnos a Boston?

  —La verdad es que no. —Respondo con toda la sinceridad que hay en mi. —Pero cuando se que tu también vienes, siento que es una buena oportunidad para hacer un cambio.

—Me alegra que te guste mi presencia sabes.

—Me gusta estar a tu lado.

Si tan solo supieras todo lo que me haces sentir, pensarías que estoy loca. que soy una demente por un chico que se fue ganando mi corazón y mi confianza.

Solo sonrió.

De vuelta en el hotel las cosas siguieron marchando como antes, los planes nuevos, casa nueva, amigos nuevos,  instituto nuevo... todo nuevo. Simplemente no quería que llegara ese día, pero es algo inevitable y creo que mientras mas lo quieres evitar llega mas rápido, bien de todas formas es algo que va a pasar inevitablemente y la verdad es que ya estoy acostumbrada a estas cosas, es solo que... no tengo ni idea de lo que pueda pasar, es como si algo dentro de mi me dijera que las cosas cambiaran, pero no se exactamente si ese cambio sea bueno o malo.

–¿Estás cansada? –Me pregunta Kyle.

–No, oye... De verdad estuvo... La cena y todo. Gracias Kyle, de verdad.

–No hay nada que agradecer.

Kyle se acerca poco a poco a mi, siento que mi respiración se va acelerando al igual que mi corazón, Dios mío, este chico sabe hacerme sentir viva de nuevo, una y otra vez. Kyle, si supieras lo loca que estoy por ti. Sus labios se acercan lentamente a los míos. Y por un momento el mundo desaparece cuando sus labios tocan los míos y de la nada una energía empieza a surgir en mi. Una energía perfecta, algo que solo Kyle me hace sentir, emociones y sentimientos perfectos.

–Me vuelves loco Brooklyn.

–Y tú a mí Kyle.

Me toma de la mano y me mira con su mirada pícara, nos vamos al elevador y para su entras suerte está vacío, se vuelve a acercar a mí y me besa apasionadamente, de la manera en como él sabe hacerlo. El elevador emite un sonido que nos indica que estamos en nuestro piso. Me vuelve a tomar de la mano y me guía a nuestra habitación. En cuanto entramos, cierra la puerta y me vuelve a besar. Amo esa sensación, una sensación que quiero sentir y sentir.

–No quiero ser entrometido o un pervertido, pero...

Por unos instantes se detiene y baja la mirada.

–¿Qué pasa? –Le pregunto.

–Nada, estoy acelerando las cosas, discúlpame.

–¿Quieres... Hacerlo conmigo?

Su mirada vuelve a mis ojos.

–Brooklyn no quiero que tomes a mal esto...

–Estoy segura de lo que vamos a hacer y quiero hacerlo.

–¿Estás segura?

–Completamente.

Se acerca de nuevo a mí y me toma de la cintura, sus labios vuelven a estar cerca de mi, al principio me besa suavemente me encanta su lado tierno, es como si pensará que yo no sé nada de estas cosas, pero creo que gracias a Addison me sé más de lo que cree. Sus manos se desplazan por mi ropa, poco a poco me la va quitando, mientras la tela se desliza por mi piel, en su lugar sus labios besan mi piel desnuda. Kyle, me enloqueces más y más. Cuando ya estoy en ropa interior él se quita la camisa y la tira en el suelo. Mientras se quita los pantalones se dirige a su cajón del lado de la cama y saca un paquete pequeño de color plata.

–¿Estás segura de que lo quieres hacer?

—Jamas habia estado tan segura de algo, realmente lo quiero hacer Kyle.

—No me gustaría que me vieras como un chico que solo quiere tener sexo. Quiero que me veas como un chico especial.

  —Ya eres especial para mi. —Siempre lo has sido, digo en mi mente.

Vuelve a sonreír, en verdad me enamora su sonrisa. Amo todo lo que es este chico, jamas me habia sentido tanm feliz al lado de alguien, tenerlo cerca, sentir su respiracion cerca, su mirada recorriendo mi ser, su voz llamandome, estoy perdidamente enamorada de Kyle, a pesar de todo lo que ha hecho y ocultarme cosas, mi corazón siempre lo escogerá a él, nadie me había hecho sentir tan... Viva.

Poco a poco los dos nos recostamos en la cama, sin parar de besarnos, sus manos se aferran a mi cuerpo y es una sensación rara, pero me gusta. Veo como rompe el sobre pequeño del preservativo y para ser sincera bajo la mirada hasta su grande miembro observando cómo se lo coloca lentamente, mi respiración se agita un poco.

–Última oportunidad para decir que no.

–Empiezo a pensar que eres tú el que no quiere hacer eso. –Le respondo.

–Claro que quiero.

Y cuando acaba la frase entra en mi. Yo al principio me muerdo el labio para evitar el gemido que se aproxima, pero el placer gana y un ruido de placer sale de mi boca, jamás había hecho esto, me siento inexperta. Kyle primero entra en mi lentamente, pero con forme lo hace, lo hace un poco más rápido, agacha su cabeza y sus labios rozan mi cuello, Dios este hombre sabe como hacerlo.

Mis manos se posan en su espalda, y entonces el gime también, ¿le estará gustando? Suena ridícula esa pregunta, tanto que no puedo evitar sonreír un poco al pensar en eso, por suerte no ve mi sonrisa y cuando lo miro sus ojos se posan en los míos y me besa, entonces vuelve a entrar en mi y a mitad del beso despega sus labios de los míos y suelta un gemido al mismo tiempo que yo.

–Brooklyn... Eres fantástica.

–Lo mismo digo.

Se separa lentamente de mi se dirige al baño, no puedo evitar no mirar su tracero.

El Escolta (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora