El Engaño.

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Mi querido Willy
Me alegra saber de ti después de tanto tiempo. He estado mal, de hecho, demasiado mal como para no pensar en otra cosa que no seas y familia. Aún así, sabes que te espero y te amo con todo el corazón.
Y jamás haría algo que te lastime.
Cuídate, te amo.

Saqué las palabras que me vinieron a la mente aún atontado por la carta que había leído, mi carta no se comparaba nada a la suya, la de él era especial, y la mía la sentía sencilla y simple.
Staxx sonó el claxon en señal de que aguardaba por mí. Después de lo de la carta ya no quería ir a ningún lado, quería quedarme en casa observando esa carta por horas y horas. Madre mía, era algo tan esplendido, tenía la tranquilidad de que Willy estaba bien y que, por más que quisiera, el asesino jamás sabría donde está Guillermo.
Jalé el suéter rojo de Jack & Jones de Guille que tenía en el armario, corrí hasta la puerta para decirle a Frank sobre la carta, iba tan emocionado por decirle que se me olvidó que iban Luzu y Rubius.

- Hola, Vegetta -saludó Rubius sonriente.

- Que hay -contesté fingiendo una sonrisa. Quería estar, por algún extraño motivo, sólo con Frank.

- Bueno ¿a dónde iremos? -preguntó Luzu impaciente.

- ¡A la playa! -contestó Frank.

La facción de todos cambió repentinamente, de eso se trataba todo, una maldita playa cuando pude haberme quedado en mi casa solos yo y la carta.
Rubius y Luzu fueron los únicos suficientemente idiotas para meterse al agua en tiempos de frío. Frank y yo nos quedamos en el auto solos, nada más que el sonido de la calefacción y el parabrisas apuntando hacia el mar.

- Así que... ¿una carta? -dijo Frank.

- Sí, me llego hoy en la mañana.

- Y... ¿que decía?

Le dije muy detalladamente todo lo que decía, y él escuchaba atentamente sin perder el hilo de la situación. Le dije que en cierto modo lo extrañaba, pero si ya no volvía era algo que tendría que superar. No podemos estarnos enviando cartas durante toda una eternidad.

- Si algún día -Musitó Frank casi hablando para sí mismo-, él ya no vuelve. Quiero que sepas que me tienes a mí.

- Gracias, Frank. Eres un gran amigo.

Me acerqué para darle un fuerte abrazo y demostrarle mi cariño. Me separé de él solo unos centímetros y, por primera vez, vi su cara a unos centímetros. Sus ojos eran intensos, bonitos y brillantes, creó que noto como lo miré. De pronto, no importó nada, sólo estaba ahí con Staxx, lo único que quería en ese momento era permanecer así. Frank me tomó del cuello y atrajo mis labios contra los suyos en un beso profundo y arrogante, de pronto, nada pereció tener sentido. Cuando nos dimos cuenta de lo que pasaba nos separamos de golpe cayendo en el asiento de un sentón. Frank se ruborizó y sin que se diera cuenta me limpié los labios.

- Lo siento tanto, no quería hacerlo.

- No te preocupes, no es tru culpa -lo consolé, era culpa de los dos.

- Creo que lo mejor será que tú y yo nos alejemos.

- ¡No, no! -Supliqué. Las palabras habían salido de mi boca sin pensarlo.

Staxx se quedó embobado por lo que acababa de escuchar, hasta yo me sorprendí. Me miró fijamente y asintió con la cabeza.

- Muy bien -respondió.

- Muy bien ¿que?

- Me quedaré.

Rubius y Luzu se cambiaron de ropa y se subieron al carro. Ellos eran los únicos dos que no paraban de hablar mientras Frank y yo sólo íbamos en silencio hechandonos miradas disimulantes para que no sospecharan. Dejamos a Luzu y después a Rubius, en el camino a mi casa el silencio nos seguía rodeando, ersa obvio que el sentía algo más por mí. Y yo lo empezaba a sentir por él.

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Hasta aquí les dejo el cap. Mis lectores:3 ya empieza el salseo profundo xdd Voten y comenten si les gusta❤

Cartas a Medianoche  «Wigetta» (Saga Wigetta a Medianoche 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora