Epílogo: El tratado.

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Narra Willy

Samuel se puso nervioso porque tenía que decirme algo. Pero no lo soltaba. Por muy malo o raro que fuese yo estaría con él.

- Frank se ha ido -me dijo liberandolo.

- ¿Que? ¿porqué?

- Pues -se puso más nervioso-. Él me quiere, y yo lo negué.

No podía creer lo que acababa de escuchar. Me alegre porque en parte eso significaba que él en realidad me amaba. Pero me sentía mal por Frank, vuelvo yo y se va él.

- Pues, que mal por Frank -le dije serio.

- Lo sé, y tengo otra cosa más que decirte. Pero este no es el momento.

Esto de los secretos y declaraciones me ponía un tanto inquieto, pues, Vegetta nunca se había comportado así conmigo. Empezaba a sospechar que me ocultaba algo, algo que no quisiera que supiera.
Pero mi hora de salir había acaba, me dirigí a mi casan donde me llevé una gran sorpresa, Alex estaba ahí.

- Tio ¿que haces aquí? -le digo.

- Pues he venido a visitarte ¿o no puedo? -se puso a la defensiva.

- Si, si. Claro que si

Nos pusimos a conversar de todo. Prácticamente la conversación se basó en todo lo que hice en Seattle, y nada más.

- ¿Y Vegetta? ¿que hizo durante mi estancia? -le pregunto curioso.

- Pues, prácticamente nada. Se la paso encerrado como cuatro meses. Hasta que Frank logró sacarlo.

- ¿En serio? ¿y que hicieron?

- Pues estaban juntos, muy juntos, y poco a poco Vegetta parecía que iba superando el que no estuvieras.

Sus palabras me llegaron estaban juntos, muy juntos ¿a qué iba eso? Pero Alex siguió hablando.

- ¿Y él... tu sabes... no te ha pedido ser algo más? -me dice incinuando.

- ¿Algo más? Pero sí ya somos novios.

- Sí, sí. Pero me refiero a un compromiso -el sólo pensarlo la piel se me erisa y me pongo nervioso.

- Pues, no ¿tu crees que él quiera eso?

- Pues, quizás se espere.

La conversación se puso tensa con esto ultimo, pero a decir verdad, era cierto. Samuel nunca me ha dicho algo así. Quizás crea que no soy yo el indicado, o sólo está esperando más tiempo.
Llegó la noche y como siempre, Samuel ha venido, entra por la ventana y se acuesta en mí cama.

- Existe algo llamado puerta.

- ¿Para que usarla? La ventana me gusta -me dice dándome un beso.

- Pues, porque tienes permiso, porque mi madre te deja dormir te conmigo, porque por ahí se debe entrar.

Me da otro beso y me estrecha contra él.

- Yo quiero estar contigo, no importa por dónde entre.

- Bueno, ya estás aquí -le doy un beso y continuo-: ¿y ya lo pensaste?

Samuel pone los ojos en blanco y me mira atento.

- ¿Para que quieres que todos se enteren? -me pregunta.

- Para que sepan nuestro gran amor.

Me mira atento, cierra los ojos y me besa.

- Sólo tiene que ser un secreto. Algo entre tu y yo. El mundo no debe enterarse. El mundo es lo de menos cuando estás a mi lado.

Sus palabras me conmovieron y me hicieron entrar en razón, era cierto. Nada de eso importaba estando con él.

- Por cierto -me dijo continuando-, tengo que decirte otra cosa.

Se puso nervioso más de lo que estaba y empezó a sudar, las manos le temblaban y no era capaz de mirarme a los ojos.

- Quiero que sepas que eres muy importante para mí. Te agradesco el haber entrado a mi vida, no sé como pagartelo, y creo que la única forma de hacerlo es esta.

Me miró a los ojos y yo hice lo mismo. Mientras me observaba vi su alma y su corazón, entonces, supe que me amaba y que daría la vida por mí. Pero lo más impactante no fue eso, si no lo que me diría a continuación.

- Guille, cásate conmigo.

Me quedé en shock, no podía creerlo. Él me acaba de pedir matrimonio y era un tema que había hablado hace unas horas con Alex. Pensé en las palabras que ha dicho una vez más confirmado si era cierto. Cásate conmigo.

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Los dejo en suspenso, lo se xd aquí acaba el fics y cuando tenga la tercera parte, lo publicare como anuncio. Mientras tanto sufran de suspenso (soy malo, lo sé)

Si les esta gustando esta saga, pues ya saben, voten, comenten y recomiendenla xd un beso y nos leemos en el otro fics♥

Cartas a Medianoche  «Wigetta» (Saga Wigetta a Medianoche 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora