Sospechas.

230 29 3
                                    

Narra Willy

David no paraba de fijarse en el buzón si había llegado alguna carta de Samuel, cosa que no pasaba. Pensaba que iba a parecer mágicamente con solo abrir el buzón.
Cada hora parecía agotarseme un poco más la esperanza de que esa carta de mi querido Samuel llegara. Y, es que, a decir verdad, las últimas cartas que me había mandado no eran nada románticas, para nada. Incluso parecía que no tenían coherencia.

Guille:
Te he echado mucho de menos, y sin ti no puedo vivir.
Frank ha estado conmigo estos días, muy cerca de , Apoyándome.

Guille:
¿Cuando vuelves? Es en serio, te nesecito aquí, conmigo. Un día más y Fran...
Bueno, espero vuelvas.

Guille:
No porque te inmutas en decir que no te quiero, si supieras que Frank ha estado conmigo y tanto él y yo te extrañamos mucho, no lo olvides.

Había notado que mencionaba mucho a Frank en todas las cartas, no entiendo realmente que es lo que pasa, o quizás si lo entiendo pero no quiero aceptarlo.
Era mejor despejar mi mente, esta haciendo que crea cosas que no son.

- ¿Hay carta? -le dije a David que regresaba de ver. Parecía más entusiasmado él.

- Nada de nada. Empiezo a creer que hoy no habrá carta.

- Lo sé, esto me entristece.

David no era tan malo como parecía. Ya que el tiempo me sobraba al estar aquí y no quería pasar la mayor parte del tiempo con Carol, decidí juntarme y conocer más a David. Su aceptación hacia la relación que llevaba con Samuel fue repentinamente aceptable. Cuando empecé a contarle como paso todo, la primera noche, en el restaurante, lo de mi madre, la familia de Samuel, el viaje, mi caída y los quince de Carol. Todo le pareció una historia de película, era obvio, no a cualquiera le pasa una situación así.
Cuando le conté el porqué estábamos aquí su reacción fue de asomdrado. Él pensaba igual que yo, yo no tenía nada que hacer aquí.

- ¿Y cuando volverán? Digo, no es que los esté corriendo -dijo penoso cuando las palabras salieron sin querer.

- Pues eso no lo sé, mi madre no me ha dicho.

- Espero que vuelvan a estar juntos y todo esté bien -le eché una mirada cautelosa.

- ¿Crees que algo anda mal? -pregunté dudoso.

- No, es solo que hoy no te ha mandado nada. Sé que las lee a medianoche y las esconde pero, ya se ha tardado.

- Tienes razón. Espero y no sea un problema.

- ¿Y... Ese tal Frank? -dijo inseguro.

- Frank es sólo un amigo mío. Lo conozco desde que éramos niños.

- ¿Entonces no te preocupa que pase tanto tiempo con él?

- No, él sería la única persona de quien tendría celos. Además, él no es así.

Mi madre y la madre de David llegaron al cuarto.

- La comida está lista.

- Sí, ahí vamos -contestó David mientras yo agachaba la cabeza.

Bajamos instantáneamente y nos sentamos en la mesa, él enfrente de mí, Carol a mi lado y los demás repartidos entre la mesa. Mi madre y los padres de David hablaban cosas que en ese momento mi mente no podía asimilar.
Terminamos y luego nos dirigimos a la habitación, antes de entrar David se había dirigido al buzón una vez más. Llegué a observar de lejos que metía algo en su bolsa, no presté tanta atención y luego que entró cerró la puerta con llave.

- ¡La tengo! -dijo alegrado.

- ¡¿Que?! ¡Dame eso! -le arrebate el sobre morado que estaba en sus manos.

Abrí con impaciencia el sobre casi rompiéndolo por la desesperación en la que me encontraba. Al abrirla sólo había un pequeño papel doblado que sólo decía:

Eres la razón de mi existir.

Al desdoblar lo me di cuenta que venía con una pulsera que tenía una llave muy bonita.
David pegó un brinco desde dónde estaba hasta la cama donde !e encontraba yo y la carta.

- ¡Mira, te regaló una pulsera! ¿él tendrá la cerradura?

Saqué una sonrisa debido a su incredulidad, era obvio que la otra parte la tenía él.

- Yo supongo que sí.

- En serio, su relación me gusta. Quisiera una como esa.

Las palabras que acababa de decir me des concentraron. Él también...

- ¿Osea que tú...?

- ¡No! Me refería a una relación así, pero con una chica.

- Ah.

Le pedí que me la amarrara y lo hizo. La noche caía a plomo mientras nuestros ojos se cerraban del sueño. Eso fue lo más bonito de todo. Jamás me había dado una cadena así con algo escrito, simplemente me encantó.

~~~~~~~~~~~~~~~~~❤
Aquí dejo este capítulo, ya casi, estamos a nada de que se vean cara a cara:o habrá salseito xdd espero subir otro capítulo más al rato si no será mañana
Voten y comenten mis seguidores ❤

Cartas a Medianoche  «Wigetta» (Saga Wigetta a Medianoche 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora