Cartas a Medianoche «Wigetta» (Saga Wigetta a Medianoche 2)

El Regreso.

Narra Willy

El carro iba muy rápido, casi íbamos a la velocidad de la ambulancia. Al menos Rubén se había robado algo bueno esta vez. Samuel me sostenía de la mano, muy fuerte. Era obvio que le preocupaba mucho Staxx, a mi también, y por la velocidad a la que iba Rubius supongo que a él también.

- Ay, Samuel. Él no tenía la culpa de esto -le dije con la voz en un hilo.

- Se sacrificó por nosotros.

Eso era cierto, si no hubiera sido por el nos hubiera matado a mi y a Samuel juntos. Morir en brazos de una persona a la que quiero sería la mejor forma de morir, pero Frank decidió tomar nuestro lugar.
Mientras esperábamos en la sala de urgencias, Samuel me contó todo lo sucedido y porque era que habían llegado hasta aquí. Era increíble que todos habían sospechado de Frank cuando él es el que está allá adentro con una bala. Pero habían muchas cosas en la historia que ni tenían sentido, como si tratara de ocultarme algo.

- No creo que salga de esta -dijo Rubius triste.

- Frank es fuerte, sé que saldra -les dije a ambos.

- Espero que así sea -dijo Samuel.

Las horas pasaban y pasaban. David venía de vez en cuando a vernos, le presenté a Samuel y le dijo que tenía muchas ganas de conocerlo. A Rubius y se hicieron buenos amigos.
Finalmente, el doctor salió.

- Bueno chicos -dijo el doctor-, Frank está bien. Podrán volver a España en horas.

- Es un gran alivio, gracias.

Esperámos dos horas más para que Frank pudiera salir. Todos lo abrazamos y le dijimos que había sido muy valiente al haberse sacrificado por nosotros.
Mi madre y yo nos despedimos de mi tío y David.

- Bueno, David -le dije abrazándolo-. Espero volver a verte en España.

- Ten seguro que iré, te lo prometo. Y a ti Samuel, cuida mucho de mi primo.

- Esta en buenas manos -le dijo sonriendo y estrechándole la mano.

Finalmente nos fuimos al aeropuerto y como siempre llegamos muy rápido debido al carro. A Rubius le costó mucho despedirse del auto, pero no le dolió tanto ya que el auto ni era de él. Lo dejamos estacionado en el aeropuerto con las llaves colgadas y subimos a nuestro avión.
No podía creer que volvería a España. Ya todo estaba normal, no había preocupación ni nada. Ahora sólo quería estar con Samuel y nada más.

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Ya casi nos acercamos al final, creo que entre hoy y mañana se acaba este fic, a ver si puedo actualizar hoy. un beso!♥