7. El secreto

417 20 6
                                    


Hace una semana de mi beso con Eva, una semana de ese momento que me giré pensando que yo podría tener un cuento de princesas. Pensaba que después de besarla recuperaría la fe en el amor y querría volver a enamorarme pero, iluso de mi, no funcionó.
Quizás no funcionó por la situación y porque mi cabeza estaba en otras cosas, pero intentaré seguir cambiando sea como sea.

Eva, durante esta semana no ha parado de estar a mi lado, incluso ha aguantado todo mi mal humor cuando pensaba que el mundo iba en mi contra y ha sido la única persona que le he contado porque a día de hoy no puedo soportar a mi padre, justo el momento después del beso.

Me giro pensado en que un beso me puede hacer cambiar la perspectiva en el amor. Me giro y la veo a ella, con sus ojos azules expectante a mí.
Me acerco a ella, le miro los labios y luego sus ojos, pero en el momento que no se lo espera la beso.

Un beso que no sirve, no me hace sentir nada, sigo siendo el mismo. Los cuentos de princesas no existen, o al menos a mi no me valen.

-Perdón, Eva. Pensaba que me serviría para cambiar, pero veo que no.

-Tranquilo, Hugo. Dime, ¿Qué te ha pasado ahí dentro? -En verdad Eva no da crédito a mi beso, su cara muestra más felicidad que la mía.

-No puedo ver a mi padre, ese hombre arruinó mi futuro y nadie lo sabe, tan solo mi hermana porque a ella también le ha arruinado la vida, nos lo hemos estado callando siempre.

-Pero es tu padre Hugo, aunque no lo quieras, aunque te haya hecho daño, no le puedes tratar así.

La agarro de la mano y nos sentamos en un muro que da al mar, las vistas son preciosas y veo que es un buen sitio para abrirme. Voy a contarle a Eva mi secreto más oculto.

-Eva, mi padre me lo arruinó todo. Trabajo en esta empresa por su culpa, parece que me guste pero no, mi sitio son los escenarios. Mi lugar es la música. Desde pequeño soñaba con poder subirme a un escenario como The weekend, iba a sus conciertos y soñaba con estar algún día ahí encima. Empecé a cantar y empecé a ver que servía para eso, no me gustaba otra cosa, quería ser artista, pero entonces mi padre se interpuso; de un día para otro me tiró todas las canciones que yo tenía escritas diciéndome que con eso nunca llegaría lejos, se pensaba que así no podía ganarme la vida y me lo arrebató todo, mis canciones, mi guitarra, todo. Me obligó a estudiar arquitectura pero como no me gustaba no lo terminé, por eso a mi nunca me ves haciendo planos, me limito a llevar la empresa desde otra perspectiva.
Puede parecer que me guste mi trabajo, Eva, pero llevo toda mi vida siendo infeliz por culpa de ese hombre que no me dejó ser feliz porque nunca confió en mí y que tu propio padre no confíe en su hijo es una de las cosas más dolorosas que te puedas encontrar nunca- Mis ojos se vuelven a anidar de lágrimas, unas lágrimas de tristeza y de rabia. Eva me las intenta secar con su pulgar y me da la mano, me intenta transmitir tranquilidad.

-Aún estás a tiempo Hugo, te queda un largo camino. Lucha para ser feliz, lucha por tu sueño- Me dice apretándome la mano dándome fuerzas.

-No puedo, si Sam no ha conseguido ser actriz no puedo pasar por encima de ella y luchar yo. Somos iguales, somos hermanos y si nuestro padre nos ha hundido la vida a los dos, los dos seguiremos hundidos de por vida, pero juntos de la mano. Infelices pero unidos.

-Te puedo pedir un favor. ¿Me enseñas cómo cantas?

-No quiero recordar mi pasado, desde el día que mi padre me lo rebató todo de mis manos no he vuelto a cantar. No quiero recordar lo que puede haber sido y no soy.- Eva me coge la cara para que la mire, llevaba desde que hemos empezado la conversación con la mirada perdida y llena de lágrimas.

-Confía en ti, hazlo.

Eva me transmite confianza y empiezo a cantar. Canto la única canción que recuerdo que escribí, una canción escrita cuando estaba roto por dentro igual que lo estoy ahora.

-Ahora que un camino nuevo empieza
No quisiera ser molestia
Para todo aquel que no me quiera
Ahora que empieza una nueva era
Y que por fin me di cuenta
De lo que has hecho de mí

Ahora que me veo en el espejo

No encuentro la forma de quitarlo del medio
Liberarme del asedio, de tomármelo en serio
Esto no tiene misterio, yeah

Mi vida no es como fue (como fue, yo)

Aprendí tanto del ayer
Que ahora no sé expresarme
Y al deciros que cambié (eh-eh-eh, eh)

Ya no necesito más

Que una guitarra y un buen compá'
Para sentirme vivo
Y no pensar en nada más-

Paro de cantar, se me forma un nudo en la garganta demasiado grande como para seguir cantando. No quiero recordar lo que me arrebataron.

Eva me abraza, es la primera vez en mucho tiempo que un abrazo me reconforta, pero hoy ese abrazo era lo que necesitaba.

-Puedes llegar a esos escenarios, vales para esto. No permitas que nadie te haga dudarlo y si lo haces, yo estaré aquí para recordarte donde puedes llegar- Sus palabras me sientan como una bocana de aire fresco, nunca nadie había confiado tanto en mí y menos alguien nuevo en mi vida. Eva es especial y me duele lo que está aguantando por mí.

El sonido de mi móvil vibrando me saca de mis pensamientos, es mi jefe, ese que ojalá nunca lo hubiera sido. Yo quería ser mi jefe y mis clientes mis fans, pero por el resto de mi vida me tendré que conformar con lidiar con clientes desesperados por construir edificios.

-Dime

-Hugo, necesito que te vayas unos días a Cádiz, estamos empezando un nuevo proyecto ahí y necesito supervisión.

-¿Por qué no vas tú?

-Estoy ocupado con la obra de los Gurbindo, ya sabes, me los tengo que ganar. Puedes llevarte a Eva, tranquilo. Además, la vas a necesitar.

-Está bien.

Cuelgo la llamada y salgo de la habitación el busca de Eva, como todo los anocheceres estará en el balcón mirando al luna como aparece.

En verdad, no me disgusta irme con ella. Aunque delante de ella aún me haga el fuerte en muchas ocasiones y saque mi carácter borde sé que puede hacerme devolver la ilusión. Ella puede hacerme ver que otro amor es posible y que la vida a veces solo se trata de malas rachas. Ella con sus ojos azules me puede hacer creer que los cuentos existen, que la magia del amor nunca se ha apagado en mí. Eva puede hacer renacer ese Hugo que se fue hace un poco más de seis meses. Y ¿Quién sabe? quizás con el tiempo pueda recuperar a Anaju. Anaju de la cual sigo enamorado a pesar del daño.

-Prepara la maleta que nos vamos.

-¿Me vas a secuestrar, Huguito?

-Más quisieras. No vamos a Cádiz, a trabajar. Nos vamos ahora aunque sea de noche, así mañana empezamos a trabajar desde ahí.

-Pero espera que lleguen Sam y mi primo, les tenemos que decir algo.

-Ahora les pongo una nota en la nevera, tu haz la maleta.

-Existe el WhatsApp- Me dice chillando mientras se dirige a la habitación. Razón no le falta, pero así me ahorro que lo vean antes.

Media hora más tarde, después de todos mis reproches hacia Eva por lo lenta que iba, nos montamos en el coche, rumbo a Cádiz. Rumbo a trabajar.

¿Y si empieza con un juego?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora