25. A 1907 Km

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6 meses después...

En Suiza el clima es mucho más frío que en España, cuando llegué a finales de verano la temperatura era mucho más baja que Madrid y ahora, en pleno invierno, la nieve abunda y casi todas las mañanas amanecemos con las ventanas de los coches congeladas.
Según me cuenta Eva en España este invierno está siendo el más cálido, el frío llegó tarde y hasta mediados de octubre no necesitó ningún jersei largo. Allí este año aún no han visto la nieve, cosa que aquí ya es una rutina diaria. Si quisiera cada día podría salir ha hacer muñecos de nieve.

Recuerdo perfectamente el día de la despedida con Eva, el día siguiente de ver el video fui rumbo a Galicia a buscarla, quería hacerle ver que ella no tenía la culpa de nada, que era la más inocente en esta historia, pero de nada sirvió. No conseguí quitarle ese pensamiento de la cabeza.

He llegado hasta Galicia en horas para poder solucionarlo todo con Eva, para poder huir juntos y para hacerle ver que aquí ella es la que menos culpa tiene. El único culpable es mi padre y ella solo es la mujer que me ha hecho abrir los ojos ante la vida, ante la realidad. Gracias a ella ya no soy ese Hugo arrogante que nadie podía aguantar, ahora soy el Hugo de antes, el que no tiene miedo a querer, el que quiere sin peros y lo da todo por quien de verdad quiere.
perfectamente cual es su casa, Flavio antes de irme me la ha descrito a la perfección y me ha dado su dirección.
Cuando la reconozco paro en frente con los nervios a flor de piel. Sé que Eva no se espera que esté aquí, no hemos vuelto hablar desde que yo salí de casa para irme a la oficina. No me he atrevido a enviarle ningún mensaje ni he querido avisarla de que vendría, prefiero que me encuentre aquí por sorpresa y que no tenga ningún discurso premeditado para decirme. Quiero que cuando hablemos salgan sus palabras verdaderas.

Cuando bajo del coche enseguida la veo a ella en el jardín de su casa junto a su perro. Lleva el pelo recogido en un moño alto, unos pantalones de chándal grises y una de sus anchas camisetas.

-Hola-le digo haciendo que se gire y abra los ojos de par en par. No me esperaba aquí.

-¿Qué haces aquí?- sus ojos muestran tristeza, los tiene hinchados de haber llorado lo que no está escrito y sus ojeras me dejan ver que esta noche la ha pasado en vela.

¿Y si empieza con un juego?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora