11. Otro libro.

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EVA

Rafa es un nombre que ya no me duele. Me ha dejado de doler muy rápido, eso es verdad, pero todo es gracias a Hugo. Ha hecho que me olvide de él de forma repentina, la conversación que tuve con él en el coche me hizo ver que no me merecía para nada y que nunca supo valorar nuestra relación, simplemente estuvo conmigo por estar, para no sentirse solo en su mundo de locuras. Él ahora mismo es parte de mi pasado, ya no tiene nada que hacer conmigo ni en mi vida, he pasado esa página y también el libro que llevaba de título su nombre "Rafa".

Ahora he empezado otro libro, un libro que aún está medio vacío y el cual hay que empezar a escribir y ese libro se llama "Hugo". Ha sido una cosa imprevista que yo no me imaginaba que pudiera pasar, desde el primer momento que lo vi de mal humor porque le había quitado la habitación me llamó la atención, cruzó ese salón y en ese preciso momento yo ya me quedé embobada con su pelo rubio y sus ojos verdes. Me llama la atención la manera que tiene de sacar esa coraza de chulo y de fuerte cuando dentro suyo solo hay amor, él en verdad es una persona débil y humilde, es simplemente alguien frágil que hay que saber cuidar.

Todos estos días me he limitado a disimular lo que mi cabeza piensa sobre él. El día que me besó tuve que disimular como una tonta para que no viera la sonrisa que estaba a punto de formarse en mí, aunque creo que fue un intento fallido y  disimuló él el no darse cuenta. Con Hugo no quiero llegar a enamorarme del todo de momento, simplemente ahora estoy en esa fase que me estoy reteniendo a que mis sentimientos vayan a más, él no está seguro de sus sentimientos, no sabe si volver con Anaju o no, no tiene nada claro y yo no quiero enamorarme para luego quedarme rota en mil pedazos porque el se ha guiado por su corazón. Tengo miedo a eso, miedo a que le haga caso a lo que le grita su corazón y no a lo que le grita su cabeza, tiene dos nombres dentro de si, pero uno no lo ve, no se da cuenta o no lo quiere ver.

-Hugo se está enamorando de ti, eh- dice una voz a mi espalda. Estaba tan embobada mirando el horizonte y metida en mis pensamientos que no me había dado cuenta que María se había acercado a mí.

-Claro que lo está, es mi novio- al pronunciar estas palabras María se ríe como si no se creyera mis palabras.

-Sabemos que no es así, Anaju se lo contó todo a Daniel cuando estuvo en Madrid y se encontraron.

-Entonces, ya que sabes la verdad te seré sincera. Yo también lo creo y yo también lo veo, pero tengo miedo.

-¿Miedo a qué?- Me pregunta María.

Miro el mar para buscar las palabras precisas para abrirme y contar mi miedo sin romperme, llevo días reprimiendo mi llanto desconsolado cada vez que veo a Hugo lejos de mi y más cerca de su ex novia. Hoy el mar está muy tranquilo y yo no estoy acostumbrada a esto, las playas de Galicia nunca están tranquilas, siempre suelen estar llenas de olas de grandes alturas. Esta playa y este viaje me ha abierto un mundo, el mundo de descubrir y de viajar y todo esto gracias a Hugo, gracias a que ha confiando en mí para estar aquí, para ayudarlo a cambiar y para ser su secretaria.

Cuando encuentro las mejores palabras para contarle mi miedo a María hablo, me empiezo a abrir mientras aguanto el llanto que tantas ganas tiene de salir, pero que no lo hará, sé controlarlo muy bien.

-Miedo a enamorarme de él, ahora estoy en esa fase que estoy intentado por todos mis medios ser fuerte y no caer en la tentación, si me hago débil caeré enamorada de él y no quiero. No quiero porqué no confío en lo que puede hacer él. Todos sabemos que Hugo no se ha dado cuenta que su cabeza le grita mi nombre, él solo ve que su corazón sigue queriendo a Anaju, no ve más allá. Entonces no me quiero enamorar perdidamente de él para que luego decida volver con su pasado y volver a los brazos de Anaju, no quiero sufrir por amor, María.- Suspiro al acabar de hablar, siento que me estoy quitando un peso de encima al contar todo esto.

-Yo creo que se acabará dando cuenta, si no ahí estará Daniel para hacérselo ver. No te voy a negar que puede ser que vuelva con Anaju antes de darse cuenta que en el fondo se está enamorando de ti, pero quizás necesita eso. A lo mejor necesita volver a su pasado para darse cuenta que su sitio ya no es ese, ahí sin ti se dará cuenta que no es feliz y verá que tu le has iluminado de nuevo su vida. 

-¿Y si no es así? Quizás ve que Anaju le complementa, que con ella es cien por cien él y a mi solo me ve como la persona que le ha hecho ser como era antes. 

-Nadie cambia gracias a alguien en vano, siempre hay una razón y esa razón esta vez eres tu, Eva. Hugo te quiere ¿No has visto como te mira? nosotros sabemos que a nadie más a mirado así sin darse cuenta, él nunca a mirado a nadie con los ojos que lo hace contigo. Él no lo sabe ver de momento, pero dale tiempo. Se ha cerrado al amor, pero se volverá a abrir y tu te podrás sentir orgullosa porque habrá sido gracias a ti. 

-Espero que no sea muy tarde, no sé cuanto tiempo podré resistirme y disimular. Es muy difícil dormir en la misma cama que él y tener que frenar mis sentimientos. ¿Y sabes qué, María? me aterra la idea de que dentro de unos días en esa cama que ahora le toca compartir lo haga con Anaju y yo tenga que irme al sofá, no me quiero imaginar esa situación y tampoco quiero que ocurra.- María, esta mujer con media melena castaño claro y ojos azules igual que yo se acerca a mi, coge mi mano y la aprieta con fuerza para transmitirme su confianza, esa confianza que se está ganando plenamente. 

-Eva, Daniel no dejará que Hugo se equivoque. Dani  ha visto en ti lo que no vio que Anaju hiciera por Hugo, a mi marido nunca le acabó de gustar  ella y ahora que te ha conocido a ti no quiere a nadie más para Hugo. No quiere verle mal y le va a proteger todo lo que haga falta, lo ve como un hijo, ese hijo que no tenemos así que, como maestro del amor que es, si en un tiempo no se ha dado cuenta y lo ve perdido y sufriendo se lo va a gritar a los cuatro vientos y le dirá que su cabeza grita como loca tu nombre y que tu eres todo lo que se merece. 

-Confío en que así sea- digo cada vez más tranquila.

-Confía en Hugo, confía en el destino y en el tiempo. Y si eso no ocurre, te aseguro que Daniel hará su trabajo, hará de padre para él. 

Miro a Hugo y veo que él también me está mirando, su mirada delata el tema de conversación del que están hablando. Han hablado de  lo mismo que hemos hecho María y yo y eso hace sacarme una sonrisa ¿Habrá hecho Daniel de padre y le habrá mostrado la realidad? Hugo se acerca a mí y yo me atrevo a decirle una cosa que me ha dicho María, quiero comprobar si sirve de algo. 

-Hazle caso, según me ha contado María es un sabio del amor- le digo al oído

-¿Nos has escuchado?- me pregunta Hugo. Claro que no lo he escuchado, pero sus miradas hablan más que sus palabras y de esto nos hemos dado cuenta todos. 

-No, pero tus miradas lo delataban todo y María cree lo mismo que yo, solo eres tu el que no ve la realidad- Me atrevo a decir sin pensar y dicho esto me voy otra vez con María a ayudarla a poner la mesa para comer. 

Ahora solo me queda esperar y confiar. Esperar a que Hugo abra los ojos y se de cuenta de lo que todos le estamos insinuando y a partir de ahí yo decirle que todo es mutuo, que lo que empezó siendo un juego puede hacerse realidad. 

Yo no tengo ninguna maldad hacia él, yo solo quiero hacerle el bien y cuidarlo como nunca antes lo han cuidado. Quiero que deje esa empresa que por dentro tanto lo está amargando y quiero que cumpla su sueño, quiero verlo encima de un escenario cantar. Quiero ver a un Hugo feliz, quiero verlo reír, quiero que sea feliz conmigo o sin mí, pero tengo plena confianza en que él sabrá ser inteligente  y si no, ahí estará su segundo padre para mostrarle todo lo que el necesita en esta vida. 

Hugo necesita el cuento de princesas que tanto desea y yo aquí estoy, esperando para poder hacérselo realidad. 

¿Y si empieza con un juego?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora